A última hora de la tarde de este martes los niños jugaban al fútbol tranquilamente en la pequeña pista polideportiva que hay en la calle de Las Palmas, en Móstoles. Aunque a algún resabidillo se le escapaban varias palabras sobre un pequeño incendio en el edificio de enfrente, ellos seguían centrados en colar el balón dentro de la portería. Mientras, los mayores continuaban sin dar crédito de lo que allí había pasado tan solo unas horas antes, en el cuarto piso del portal número 18. Los vecinos se hacían preguntas los unos a los otros para ver si había alguna novedad.
En torno a las doce del mediodía, Rogelio, un hombre de 61 años, se roció el cuerpo con gasolina y se prendió fuego tras enterarse de que su mujer, Olimpia, quería divorciarse. El fuego provocó una pequeña deflagración que alertó a los clientes del Mesón La Parrilla, situado justo debajo de la ventana de la cocina del inmueble. Cuando vieron el humo, avisaron rápidamente a los bomberos. Dentro de la casa, Olimpia y Cristian, el hijo de 29 años del matrimonio, intentaban apagar las llamas y evitar así que Rogelio se quitase la vida.
El hombre, un cocinero jubilado fanático del Real Madrid, falleció poco después en el hospital por la gravedad de las quemaduras. La mujer sufrió importantes heridas y ha sido hospitalizada en el centro médico de Getafe con quemaduras de segundo grado en el 25 por ciento del cuerpo. El hijo, por su parte, se encuentra en estado muy grave e intubado en el Hospital de la Paz también con quemaduras de segundo grado en el 70 por ciento de su cuerpo.
Según han informado fuentes de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid, el fallecido no tenía ni denuncias previas ni antecedentes ni órdenes de alejamiento en vigor. Sin embargo, algunos vecinos han asegurado a este periódico que la Policía se había personado en el domicilio al menos en una ocasión y que de vez en cuando se les escuchaba discutir. Las pesquisas no descartan un caso de violencia machista debido a las circunstancias en las que se ha producido el suceso.
Un matrimonio de gallegos
Rogelio y Olimpia eran un matrimonio de gallegos que vivían en esta urbanización de la calle de Las Palmas, en el barrio de Biarritz, desde hace algo menos de 30 años. Él era un cocinero jubilado de forma anticipada por culpa de un accidente y ella se dedicaba a las tareas del hogar, según algunos conocidos. Tenían dos hijos, Cristian y Tania.
Un vecino recuerda a Rogelio como un fanático del fútbol: "Le gustaba mucho, era muy del Real Madrid". Otro no conserva tan grata impresión: "Era un facha y un poco machista. Mi opinión es que no era buena persona". Uno de los vecinos de los pisos de abajo del de la pareja dice no haber escuchado nunca ninguna riña entre ambos y que lo que ha pasado le parece "muy sorprendente". Hay también quien prefiere guardar silencio.
El trágico suceso que ha conmocionado al barrio se ha registrado en el número 18 del complejo de viviendas. A escasos 50 metros, en el portal 32, y como dato anecdótico, creció Iker Casillas, hoy Hijo Predilecto de esta localidad emplazada al suroeste de Madrid. El exportero del Real Madrid y excapitán de la Selección española, como esos niños que este martes correteaban detrás de un balón aislados de las noticias, se puso por primera vez unos guantes de fútbol en un patio que ya quiere olvidar lo sucedido.