Una vez al año Monsieur Cuisine se deja ver en Lidl, como animal mitológico. Este robot de cocina, apodado “la Thermomix del Lidl”, es el sueño de la working class, porque cuesta 359€, 130€ más que el año pasado, pero mucho menos que la Thermomix TM5 que ronda los 1200€. “Yo soy madre y mujer trabajadora y no tengo tiempo para todo porque entre los niños, la escuela... así que he dicho, al Lidl por la Thermomix barata”, dice una señora a las puertas del Lidl de Bravo Murillo.
Y es que este robot hace, como la costosa Thermomix, que la gente piense que les va a cambiar la vida como si fuera magia, que al llegar del gimnasio van a tener la cena lista, el batido detox de la mañana o una cena espectacular para los suegros el fin de semana. Por eso es que han madrugado y hecho colas que daban vuelta a la esquina de la calle Bravo Murillo. “No sirve para tanto”, cuenta una chica que está en el Lidl viendo el espectáculo. “Yo sólo sé hacer tres recetas y poco más”, dice.
En el Lidl de la calle Galileo hay poca gente congregada a las 8 AM. En el de Rodríguez San Pedro hay una treintena esperando a que las puertas del establecimiento abran. Los primeros en la cola han llegado a las 6 de la mañana, equipados con sillas plegables, como si del Lidl fuera a emerger la Cabalgata de Reyes y no quisieran perdérsela. “Bueno, la voy a comprar porque es más barata que la Thermomix. Ya te diré luego cómo me va con ella”, dicen en esta tienda.
En Bravo Murillo, dos chicas han llegado a las 4:30 AM y un matrimonio alrededor de las 5. A ellos se incorporan otros tantos a lo largo de las horas. Algunos vienen solos, otros, en pareja. No hay un rango de edades, a Monsieur Cuisine lo quiere todo el mundo, los jóvenes y los no tan jóvenes. A las 8:58AM, a la par que cae una fina llovizna, las cortinas del Lidl comienzan a subir, la gente se remueve y dentro le suena un redoble de tambor, han madrugado mucho, después de toda la semana trabajando, para que llegue este momento. Monsieur Cuisine genera un fenómeno fan que recuerda al furor adolescente cuando acampan en época de exámenes para ser los primeros en ver a Operación Triunfo. La gente no se mueve, espera paciente a que un encargado de tienda venga a recibirlos e indicarles el camino hacia el Santo Graal de la cocina. Al fondo a la izquierda, en su trono. Otro empleado es quien va repartiendo el electrodoméstico.
A las 9:04 AM, 6 minutos después de la apertura de la tienda, ya no queda ni rastro del robot cocinero. Hay quien no ha alcanzado a comprarlo y cómo no, a Monsieur Cousine lo llevaban incluso de dos en dos. Se ve la desilusión y se escuchan comentarios negativos que incluyen la reventa. “El año que viene habrá que madrugar más”. Una alegría para la cocina, para las amas de casa. En la misma tienda, un empleado se niega a dar información a este medio sobre la cantidad de robots que se han vendido esta mañana o la cantidad de gente que esperan, “es confidencial”, dice.
Monsieur Cuisine vs Thermomix
El electrodoméstico, modelo Connect de la marca SilverCrest, se anuncia apoteósico. Con WiFi, más potencia, más funciones -2 menos que la Thermomix TM5- una pantalla táctil, descarga y almacén de recetas, además de un libro de cocina. Utilísimo para la gente que en sábado se aposta a las puertas de un Lidl para no quedarse sin él. Consumismo puro y duro como un Black Friday de la cocina. Y es que cómo no, si promete que tiene algo llamado Cooking Pilot, la voz en off que va guiando al usuario al momento de preparar las recetas.
“La Thermomix es muy versátil”, cuenta una comercial de esta empresa. Un robot para una “cocina inteligente de diseño”, como dice su propia página web. El único problema de la Thermomix, que la aleja del ciudadano promedio es el elevado precio, pese a que cuenta con un sistema de financiación. Y es que, no sólo el aparato en sí, sino todos los accesorios que le rodean y que lo convierten en óptimo, se venden a precios elevados. Por ejemplo, el rendimiento aumenta comprando el libro digital en los que se almacenan colecciones de recetas para seguirlas desde la pantalla táctil de la Thermomix. El precio de un libro digital es de 49€. Y para descargar recetas de internet y almacenarlas es necesario un Cook Key, una especie de pen drive cuyo precio asciende a 99€, en oferta.
De segunda mano
“Estamos aquí porque es más barata que la Thermomix, llegamos a las 7 para no quedarnos sin él”, dice un chico en Bravo Murillo. Camina con una pesada caja a cuestas, intentando disimular el sueño que se dibuja en su rostro. Como él, la mayoría de la gente que ha madrugado para hacerse con la “Thermomix del Lidl”.
“Tuvimos el robot del año pasado y lo revendimos para comprar esta”, cuenta una señora a la salida de la tienda. “Dicen que es mejor”, añade.
En Wallapop, ya hay 64 ofertas de Monsieur Cuisine Connect Robot. Los precios de reventa varían entre los 380€ y los 750€. “Precio no negociable”, “precintado”, “sin sacar de la caja”, “sin estrenar”, “comprado hoy 30 de junio”, “ticket en mano”, son algunas de las condiciones de los usuarios. En Ebay también se ha publicado una subasta iniciañ de 489€.
Una manera de adquirirlo a precio incluso más barato que en Lidl España es desde Alemania. Allí su valor es de 299€ más el envío. Diversos blogs dan las pautas para el proceso de compra con envío a un apartado alemán por un precio extra de 4,99€ y posterior traslado económico a España.