El general José Sanjurjo Sacanell puede volver a su cripta en Pamplona. La familia del militar franquista ha ganado la batalla en su duelo contra el Ayuntamiento de la capital navarra, gobernado por EH Bildu, que exhumó sus restos en noviembre de 2016, en aplicación de la Ley de Memoria Histórica de Navarra. Este lunes, el juzgado Contencioso-Administrativo número 2 de Pamplona ha admitido el recurso promovido por la hija del general Sanjurjo y la autoriza a restituir los restos a la Cripta de los Caídos de Pamplona.
La sentencia, a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, otorga el derecho “de los recurrentes en ambos procedimientos a que sean restituidos los restos de sus familiares a la cripta de donde fueron exhumados en ejecución de dicha resolución”. Sin embargo, no es firme y admite recurso. El documento se conoce en pleno apogeo del debate de la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos.
Los Sanjurjo no querían que su padre saliera del mausoleo casi místico que tenía, junto a Emilio Mola. Pero lo hizo: era la madrugada del 16 de noviembre de 2016. Rápidamente, Carlota Sanjurjo Prieto recurrió el expediente de exhumación, pero fue desestimado. Ahora, ha conseguido que la Justicia avale que los restos del general, que protagonizó un golpe de Estado fallido en 1932, puedan volver a Pamplona.
La condición de Sanjurjo "no puede tomarse como símbolo franquista"
Para ello, el magistrado se apoya en que, a su juicio, no es aplicable la Ley de Memoria Histórica puesto que no retira las menciones o símbolos franquistas que pudieran existir. “El objeto litigioso es la clausura de la cripta, no la retirada de dichos símbolos de los que nada se dice en cuanto a su existencia”, argumenta en los fundamentos de derecho. Tampoco cree que “la condición de las personas que allí se encontraban enterradas puede tomarse como mención o símbolo, puesto que las normas citadas dicen bien claro a que se refieren”.
José Sanjurjo Sacanell (Pamplona, 1872- Estoril, 1936) protagonizó un golpe de Estado fallido en 1932, conocido como "Sanjurjada", tras el que tuvo que exiliarse en Portugal. En el país luso falleció en un accidente de avión tras despegar de Estoril rumbo a Burgos, a donde iba para sumarse al levantamiento de 1936 que respaldaron otros militares como el general Mola.
El militar navarro sirvió en los Regulares de Melilla, donde fue nombrado comandante general tras participar en importantes acciones militares como la defensa de la ciudad tras el desastre de Annual en 1921. En la actualidad, uno de los panteones del Regimiento de Regulares en el cementerio cristiano de Melilla acoge sus restos mortales desde el pasado 23 de marzo de 2017.