Teresa Moreno Segura, de 59 años, era una mujer de éxito. Se sobrepuso a la muerte de su marido y pasó a encargarse de los negocios que Miquel dejó cuando falleció. Era socia de una serrería en Puig-Reig (Barcelona) y tenía una empresa en Sant Cugat, donde residía. A Teresita, como la llamaban los íntimos, la veían a menudo en el campo del Igualada. Allí la rompía su hijo Isidre, un delantero bastante bien valorado en el fútbol amateur catalán. Ni en su familia ni en el resto de su entorno se explican todavía las extrañas circunstancias en las que ha muerto Teresita. Una muerte por aclarar.
Se despeñó el Land Rover de Teresita en un barranco de Cuenca. E coche se precipitó por una pendiente, con ella dentro, justo en el momento en el que su acompañante se bajó. Es Luis P.B., un hombre de 52 años residente en Lleida. Su novio, según algunas fuentes. Su amigo, según él mismo declaró ante los Mossos d’Esquadra cuando lo detuvieron. Negó en todo momento mantener una relación sentimental con Teresita, aunque los dos se habían ido solos de vacaciones por España.
Si ella era una mujer de éxito, con negocios, empresas y buena posición económica, él está en las antípodas en ese aspecto. Un hombre que, según su abogado Julián Amoraga, “carece de recursos económicos. No dispone ni de efectivo”. Aun y así, entablaron una amistad muy estrecha y decidieron irse juntos de vacaciones por España este mes de agosto.
Luis y Teresita iniciaron su viaje saliendo desde Lleida, desde donde reside él. Pasaron por Aragón, donde pararon en varios puntos como Calatayud. Llegaron a Castilla. Concretamente a la provincia de Cuenca. Allí se dirigieron a ver el pantano de Alarcón. Llegaron a un mirador llamado Henchideros, donde sobrevino la desgracia. Según declaró el varón ante la policía, él, que iba conduciendo, se maravilló ante el paisaje y decidió poner el freno de mano al coche y bajarse a tomar unas fotos. Ella, según dice, decidió quedarse en el coche.
No recuerda si puso el freno
Fue entonces cuando sucedió el extraño suceso. Teresita estaba dentro, con el cinturón de seguridad puesto. Él se bajó y, según ha declarado, no recuerda si puso o no el freno de mano. Tampoco puso ninguna marcha para inmovilizar el coche. Todo eso a pesar de tener delante un barranco de cien metros. Entonces el coche empezó a avanzar hacia el desfiladero.
Otro dato extraño: el Land Rover blanco avanzó 25 metros antes de precipitarse al vacío dando vueltas de campana por las rocas y estampándose contra el pantano. Durante esos 25 metros, Teresita permaneció en todo momento dentro del coche con el cinturón de seguridad puesto. No hizo amago de bajarse ni de salvar su vida. Un comportamiento raro para una persona consciente. Más, cuando la distancia es tan larga.
En libertad
¿Iba dormida Teresa cuando el coche se despeñó? Su acompañante dice que no. De hecho, asegura que él se bajó del automóvil y creía que ella había hecho lo mismo. Por eso no prestó atención a si el coche se movía y empezó a sacar fotos desde el mirador. Un tipo despistado, que tampoco recuerda si puso o no el freno de mano, y que está en la calle previo pago de los 1.500 euros que el juez de Motilla del Palancar (Cuenca) le ha impuesto como fianza.
Lo que sí se ha contrastado es que no hubo violencia previa. La autopsia practicada al cadáver de Teresa Montero ha determinado que el motivo de su muerte fue un traumatismo torácico provocado por la caída al vacío dentro del coche, y que no se aprecian indicios de criminalidad.
Cuerpo trasladado a Cataluña
Teresa residía en la población vallesana de Sant Cugat, pero era natural de Calaf. Hasta Manresa, un municipio próximo a su ciudad natal, han sido trasladados los restos mortales de Teresa. Allí le darán sepultura. Pero de momento, la investigación sigue adelante. La Guardia Civil, cuya unidad de actividades subacuñaticas rescató el cadáver, ha llevado a cabo una reconstrucción de los hechos con un coche del mismo model. El juzgado siguen esperando todas las pruebas periciales.
Luis dice estar en shock por lo acontecido. Pero donde realmente están en shock es en el entorno de Teresa, donde todavía no se explican cómo el coche pudo avanzar tantos metros hacia un barranco sin que ella se diese cuenta de que iba directa a una muerte segura, y no hiciese siquiera el ademán de quitarse el cinturón.