Expertos de Tráfico de la Guardia Civil de Asturias han examinado el disco del tacógrafo del autobús siniestrado en Avilés con tecnología que incorpora microscopios y han confirmado que el vehículo circulaba a "entre 80 y 90 kilómetros por hora", han asegurado fuentes del caso.
Esas fuentes han indicado que, a pesar de que "no estaba limpio del todo", la lectura del tacógrafo es "clara" porque la tecnología de la que dispone Tráfico, a través de estos microscopios, permite ver "con claridad y al detalle" los gráficos de velocidad.
Y se ha confirmado que el autocar circulaba a una velocidad comprendida entre 80 y 90 kilómetros por hora, con lo que la velocidad no es la principal hipótesis de la causa del accidente.
"En la zona del accidente había una limitación de 70 kilómetros por hora por obras en la AI-81 y en una salida de vía en un tramo recto no influye la velocidad, sino que es más importante ver por qué se fue el vehículo y cuál ha sido su trayectoria", han señalado las mismas fuentes.
Fuentes de Tráfico han asegurado que es compatible que, momentos antes del accidente, el autobús circulara a 55 kilómetros por hora, como mantiene la empresa Alsa, con que en el instante en que se salió de la vía por la margen derecha, invadió la izquierda y continuó recto la velocidad ya fuera de 90 ó 95 kilómetros por hora.
"En esos 830 metros hay un trayecto de 400 metros desde que entra en el ramal para coger el acceso a la AI-81 y hay un semáforo a la entrada y en ese punto podía circular desde 55 a 95 kilómetros por hora, pero en el momento del accidente se calcula que podía ir a 90 kilómetros por hora", han advertido.
A 55 kilómetros por hora, el impacto provoca unos daños en la estructura del vehículo que aumentan si circula a 90 kilómetros y, en el caso del autocar siniestrado, la investigación ha encontrado daños más compatibles con el segundo caso.
"Al empotrarse contra el pilar del paso elevado, desplazó el eje de la rueda por detrás de la tercera fila y había asientos doblados y arrancados", han descrito las mismas fuentes, que ven más plausible una indisposición del conductor como causa del accidente que ha costado la vida a 5 personas y heridas a otras 15.
"No hay otros motivos aparentes, porque se han analizado otras probabilidades como un fallo por el estado de las ruedas, pero en la carretera no había ninguna huella de arrastre, ni nada y a pesar de que había una anchura suficiente y tenía tiempo de frenar, entró recto, lo que hace pensar que sufrió una indisposición", han añadido.
La instrucción que se está llevando a cabo por el Sector de Tráfico de Asturias incluye la toma de declaraciones a los pasajeros del autobús, cuya evolución médica siguen atentamente desde la investigación.
"Hay un testigo que circulaba detrás del autobús y hay que esperar a la evolución de los heridos para ver si alguno de los viajeros vio, escuchó o notó algo, por lo que queda mucho trabajo aún por hacer", han explicado fuentes de Tráfico.