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    1 de 19

    Celia comenzó a jugar al golf a los cinco años.

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    2 de 19

    Era una de las mejores jugadoras europeas de su categoría.

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    3 de 19

    Estaba federada por Asturias y entrenaba con frecuencia en Llanes.

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    4 de 19

    Su punto fuerte, cuentan quienes la conocen, eran su calidad para resolver.

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    5 de 19

    Vivía en Iowa desde hace cuatro años.

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    6 de 19

    Su familia reside en Puente San Miguel (Cantabria).

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    7 de 19

    Durante seis años, perfeccionó su técnica en la escuela Blume, en Madrid.

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    8 de 19

    Estaba a punto de conseguir la tarjeta para entrar en el circuito americano.

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    Hasta los 18 años, vivió en Madrid adiestrándose con las mejores jugadoras de España.

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    En Iowa estudiaba, a la vez que perfeccionaba su golf, Ingeniería Civil.

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    11 de 19

    Cuentan quienes la conocen que culminaba golpes muy complicados en green.

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    Con trabajo, paliaba todos sus defectos. Uno de ellos era su falta de pegada.

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    Era una joven muy familiar, muy de los suyos. Siempre que podía volvía a casa.

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    De pequeña, le costaban las matemáticas. Con esfuerzo, también superó ese obstáculo.

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    Lleva jugando al golf desde los 5 años. Su ídolo era el inconfundible Severiano Ballesteros.

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    Viajaba por todo el mundo compitiendo en cualesquiera campeonatos que se le pusieran por delante.

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    Acababa de convertirse en campeona de Europa en categoría amateur.

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    Sus padres poseen varias carnicerías en Puente San Miguel.

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    Celia era la menor de dos hermanos.