La operación “reducir tallas de pantalón” es algo que nunca pasa de moda, que encuentra su hueco en cualquier época del año y que es un reclamo constante que casi te obliga a conseguir eso que llaman vientre plano, cuerpo diez, forma perfecta. Antes de las vacaciones, después de las vacaciones, en la vuelta al trabajo, antes de Navidad, después de Navidad, antes de los excesos, después de los excesos. La operación bikini. La dieta milagro. Ante esto, no son pocos quienes reciben la recomendación de utilizar "pastillas para adelgazar".
La avalancha de anuncios y de páginas web en las que se ofertan este tipo de productos es un fenómeno que no ha dejado de crecer en los últimos años. Resulta extremadamente sencillo: a golpe de un simple clic se pueden hallar centenares de rincones, presuntas farmacias virtuales en las que hallar remedios supuestamente infalibles, que prometen el oro y el moro.
Sin embargo, estamos ante una suerte de mercado, el virtual, al cual hay que mirar con cierto recelo. Así lo recomiendan buena parte de los especialistas en la materia, que son tajantes en el asunto: si te venden por internet pastillas para adelgazar, para conseguir un cuerpo supuestamente escultural, no te fíes. Es producto que te ofrecen no es una suerte de elixir, sino tan solo un espejismo complicado de derribar. Los expertos lo ven así: no sirven para nada.
Bajo el paraguas del eslogan de “pastillas para adelgazar” en decenas de páginas web consultadas por EL ESPAÑOL cabe de todo: desde productos naturales ofertados como si de una fórmula mágica se tratara, productos solubles quemagrasas u otros que no dejan de ser un mero e inocuo placebo, una pérdida de dinero y de tiempo absolutos. Toda esta jungla ha dado lugar, en los últimos años, a un mercado negro cuyas patas las autoridades como la Policía Nacional o la Guardia Civil han ido desarticulando poco a poco a lo largo de los últimos años.
De la mano de expertos en la materia, las autoridades pertinentes y las fuerzas del orden público que se encargan de detener a quienes ofrecen estas pastillas por internet como un brebaje curalotodo, EL ESPAÑOL se adentra en este complejo mundo en el que no pocos han sido engañados.
Solo sirven si van con receta de farmacia
Sibutramina, dinitrofenol, meizitang, aspolvit, captalip, aspolvit, carni lean, dietabelt, reduexpress...Solo son algunos ejemplos de las decenas de nombres que se pueden hallar en internet y que se ofertan al coonsumidor bajo la bandera de, en un plazo breve de tiempo, se obtienen satisfactorios resultados perdiendo peso. Es importante tener en cuenta algo que recuerdan a EL ESPAÑOL desde la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS): lo único que puede funcionar en este sentido son productos obtenidos bajo receta médica.
En esas condiciones, los médicos solo tienen potestad para prescribir dos fármacos concretos hoy en día en España que puedan llamarse verdaderamente pastillas para adelgazar, según explica la agencia estatal: Orlistat y Saxenda. No son dos productos que se receten así como así: son fármacos que se prescriben en consulta para personas con problemas de obesidad. Ambos están avalados por serios estudios científicos.
Entonces, ¿puede uno fiarse de lo que se encuentra por internet? Según los expertos en la materia, la respuesta es no. Susana Monereo es secretaria de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO). Es también jefa del servicio de Endocrinología en el Hospital Gregorio Marañón. “Una cosa son los fármacos porque pasan los controles y tienen estudios que han demostrado que hay eficacia. Y otra cosa son los productos que se encuentran por internet, que no han pasado los controles ni los análisis científicos, que tienen unos efectos que no son más que placebo. Yo llevo toda la vida peleándome con esto”.
Sin embargo, por internet se encuentran también los productos antes citados, cuya venta está autorizada en farmacias bajo prescripción médica. ¿Cómo es que también aparecen por internet, listos para ser adquiridos con una enorme facilidad? “ Porque se trata de imitaciones, productos que cuentan con una dosis más baja que las de los fármacos autorizados y los comercian así. Los hacen pasar por alimentos y luego los venden como fármacos”.
Nuria Gil-Fournier, del área de Endocrinología y Nutrición del Hospital Príncipe De Asturias de Alcalá de Henares, comparte la misma opinión que su colega. “Solo esos dos fármacos pueden ayudar a perder peso. El resto no pasa los controles ni la regulación ni nada. Pueden poner lo que quieran en las cajas, que al final no han pasado el mismo análisis que los productos que llegan a la farmacia.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) lleva años advirtiendo, según cuentan a EL ESPAÑOL varios de sus responsables, que en internet se abona con facilidad un territorio de ambigüedad en el que hallar productos que actúan como supuestos milagros para quien desea perder peso. Desde esta asociación luchan desde hace tiempo contra esto.
Hace un año, la OCU anunciaba que iba a denunciar a 23 productos adelgazantes a los que se puede acceder por internet por incumplir la normativa y por ser “productos engañosos que pretenden ayudar a perder kilos pero que, en realidad, lo que seguro adelgazan es tu bolsillo (y en el peor de los casos, tu salud)”.
Todo esto se ve reflejado en los comentarios que centenares de usuarios vierten en estas mismas páginas de internet después de haber utilizado los productos, al comprobar que no les había surtido efecto: “No sirven para nada”, “Es un engaño”, “lo he probado de nuevo pero nada de nada”, “No sirven para nada. Es un engaño. No lo recomiendo porque no hace el efecto que indica de perder peso a pesar de hacer dieta”, “Durante 1 mes lo he estado tomando acompañado de deporte y una dieta baja en calorías y no he visto que haya perdido más peso del que pierdo sin las pastillas.
A la doctora Monereo no le extraña este choque que muchos se dan con la realidad. “Como médico, solo me fiaría de las que venden en farmacia. Por internet se puede conseguir de todo, pero no me fiaría, esos productos no tienen eficacia ni tampoco seguridad. Para que un fármaco se pueda comercializar como tal, lleva diez años detrás de investigación. Son muy poco eficaces, son un fraude. Para nosotros, no es una novedad saber que por internet hay mucha gente que se lucra con este negocio al margen de lo que dicen las autoridades”.
Un negocio casi subterráneo
El mercado de internet de las pastillas para adelgazar no es tan solo un lugar en el que hallar remedios casi siempre inocuos a la hora de tornear la figura y a la hora de conseguir bajar de peso. Se trata, también, de un lugar en el que está presente el crimen. No hay que irse muy lejos en el tiempo para comprobar actuaciones de las fuerzas del orden, que han desarticulado aquí y allá distintas organizaciones que se lucraban vendiendo de forma ilegal estos productos por internet.
Tampoco hace falta echar demasiado la vista atrás. En febrero de este mismo año, la Policía Nacional desarticuló la mayor red de venta ilegal de medicamentos a través de internet en España. Al abrir las casas y los locales en los que operaban se encontraron hasta 500.000 pastillas, sobre todo de pastillas para adelgazar. También incautaron centenares de viagras.
En aquella operación los agentes, según ha podido saber EL ESPAÑOL, detuvieron a 25 personas en toda España que habían creado varias páginas web cuya función era la de actuar como farmacias virtuales en las que obtener una amplísima gama de estos medicamentos. Compraban el producto en India, a un bajísimo precio, apenas diez céntimos la pastilla, para luego venderlas en España a diez euros. De este modo, los miembros de esta red sorteaban tanto los controles sanitarios que son precisos para estos productos como la venta en una farmacia real, donde solo se pueden obtener a través de prescripción médica. Ganancias aproximadas de la banda, según los agentes: unos cinco millones de euros.
Un par de meses atrás, en diciembre de 2017, cayó otro individuo, en este caso un ciudadano burgalés de 36 años dedicado a estos mismos menesteres. El hombre ofrecía por internet pastillas adelgazantes prohibidas desde el año 2012. Los agentes de la Policía advirtieron cómo vendía estos productos en varias páginas web sin control ni concierto.
Al constatar el tipo de producto que se ofrecía, se percataron de que la composición de las pastillas contenía un principio activo vinculado a las anfetaminas, relacionado con trastornos de la conducta alimentaria y que había causado la muerte a varias personas en distintos países cuando su venta era legal en Europa.
Se trata, como venimos diciendo, de un negocio muy lucrativo. Se detectó que este individuo había obtenido unos ingresos de 300.000 euros en los tres años anteriores. Se había comprado una casa y un coche de alta gama. Resultado: detenido por lucrarse sin medida en un mercado negro que él mismo había creado.
Son solo un par de ejemplos de la decena de casos que se han producido en los últimos años en cuanto a operaciones similares. Todo ello tan solo demuestra lo sencillo que resulta acceder a la innumerable oferta de falsos remedios que existen por doquier en internet para bajar de peso y gozar del cuerpo perfecto.
Contacto con una vendedora virtual
Obtener este tipo de productos resulta extremadamente sencillo. Hasta por Facebook se pueden hallar quien ofrece pastillas diciendo que aquello es la panacea. En un rápido rastreo, el reportero se pone en contacto con una mujer a la que llamaremos Vanessa. En esa red social, Vanessa gestiona una página a través de la que se pueden solicitar “Pastillas para adelgazar Meizitang”.
- Buenas, estoy tratando de conseguir pastillas adelgazantes. Quería informarme un poco.
- ¿Conoces meizitang?
- No.Estoy tratando de valorar distintas opciones antes de elegir. ¿Qué es??
- Las pastillas son naturales. Quita el hambre y las ganas de picar, quema la grasa y hace eliminar liquidos retenidos. La primera semana se toma una al día 30 minutos antes del desayuno. La segunda semana, y hasta el fin del tratamiento, se toman dos siempre 30 minutos antes del desayuno. Hay que evitar la cafeína y el alcohol porque corta el efecto de las pastillas.
- Vale, antes del desayuno. O sea, que si, por ejemplo, sales de fiesta la noche anterior, mejor no beber, ¿no?
- Eso es. Si dejas de tomarla corta el efecto.
- ¿De qué están hechas?
- Hierbas chinas. Son cápsulas compuestas por hierbas naturales: lleva Kola, goma guar, hoja de loto, gardenia, atraylon, plátano oriental de agua, semillas de Cassia, raíz de Kutzu y rizoma alismatis.
- ¿En cuánto tiempo se ven resultados?
- El tratamiento son tres meses, pero eso depende de cada organismo
- Entonces, son como medicamento, ¿no? Para que haga efecto hay que ser constante.
-Eso es.
La vendedora explica que en cada paquete de los que reparte vienen 36 dosis diferentes. Vende a 30 euros el paquete. Vanessa no tiene problema en acercarse al lugar de residencia del cliente para acercarle lo que solicita. “Me pasas una dirección y te las llevo”. Todo ocurre de forma subterránea, sin control, sin pasar las revisiones sanitarias y sin una farmacia de por medio: pastillas mágicas para adelgazar obtenidas a través de algo tan simple como las redes sociales. La página de Facebook en la que se puede solicitar este servicio exhibe como reclamo instantáneas de mujeres y de hombres, vestidos con ropa varias tallas más grandes, que sonríen a cámara como diciendo, ves, ves cómo funciona.
Lo más importante de todo esto es tener bien claro que lo que hay en internet, lo que se recibe sin que un médico te lo prescriba, lo que se obtiene de forma sibilina y sin farmacéuticos de por medio es todo una auténtica farsa con la que vender pastillas que dicen que sirven para quemar grasa. Lo sintetiza la doctora Monereo: “Al final, el efecto que tienen es el mismo que el de comerse dos alcachofas”.