La investigación que están llevando a cabo los Mossos d'Esquadra en torno a los asesinatos de Paula Mas Pruna y Marc Hernández, los dos jóvenes de 21 y 23 años cuyos cadáveres aparecieron en las aguas del pantano de Susqueda en agosto de 2017, ha dado un giro de 180 grados: las muestras de ADN tomadas a las pertenencias del principal sospechoso del crimen, Jordi Magentí, no contienen relación alguna con los restos de los jóvenes fallecidos.
En un informe de la policía autonómica remitido al Juzgado de Santa Coloma de Farners, que analiza más de 150 muestras de los restos biológicos que se encontraron en el vehículo que conducía Magentí en el momento del crimen, las diferentes viviendas a su nombre, las cuerdas del kayak que portaban Marc y Paula cuando se desplazaron hasta el embalse gerundense o incluso la mochila encontrada en uno de los cadáveres para intentar ocultar el cuerpo, no ha habido coincidencia con el ADN de las víctimas.
Según informa El Programa de Ana Rosa, en ninguno de los registros practicados hay rastros del ADN de las víctimas. Todo el material genético recopilado "o no es relevante o pertenece a Magentí", indican los Mossos en su escrito.
El documento también incide en la baja calidad de las muestras y mantiene que esto "no permite determinar ninguno de sus componentes" en muchas de las evidencias. Sin embargo, habrá que tener en cuenta el paso del tiempo entre el asesinato de Marc y Paula y la detención de Jordi Magentí, el principal acusado, en la valoración de las pruebas. También el tiempo que pasaron sumergidos los cuerpos de los jóvenes hasta que los encontraron.
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