La discoteca Quilombo es un punto popular en el circuito de la noche granadina, especialmente para los jóvenes que disfrutan la música urbana y electrónica. Por eso, el pasado viernes, cuando se conoció la noticia de que dos hombres habían violado a una chica en los baños de la sala, la reacción popular en Granada no se hizo esperar: se han organizado boicots contra el sitio por la actitud connivente del local ante la presunta agresión sucedida.
“Sinceramente no voy a ir en mi vida a la Quilombo después de que pasaran de las chicas cuando avisaron de la violación, las tacharan de mentirosas y las echaran del local”, “Boicot a este sitio” o “Si el local no se posiciona, es cómplice. Así de simple” son algunos de los mensajes reivindicativos que recorren las redes sociales de los jóvenes de la ciudad. Granada es una ciudad puramente universitaria: según los últimos datos de la Universidad de la ciudad, hay 46.483 alumnos matriculados, de los que 20.298 son de fuera de la provincia.
La discoteca Quilombo, además, está ubicada frente a la antigua Facultad de Medicina del centro de la capital andaluza, en el barrio de Doctores. Sin embargo, fuentes locales relatan a EL ESPAÑOL que la sala siempre ha estado “vinculada al menudeo de drogas, con personajes bastante siniestros”. El pasado viernes dos varones de 24 y 26 años, ambos de nacionalidad senegalesa y sin antecedentes, habrían agredido sexualmente a una mujer en el interior de los baños del local. Posteriormente, fueron puestos en libertad, acusados de un delito contra la libertad e indemnidad sexual de la joven.
"Le dieron largas a la víctima"
Según relatan fuentes de la investigación a este periódico, fue una de las amigas de la joven quien descubrió la violación en los baños. No encontraba a su amiga y, cuando se puso a buscarla, se encontró la puerta de los baños atrancada. Empezó a empujar una y otra vez y, cuando logró desatrancarla, se encontró con la escena. Ambos estaban violando presuntamente a su amiga. Los dos hombres huyeron del lugar y la dejaron tirada en el suelo.
En los mensajes que se están esparciendo entre los jóvenes de la ciudad, se denuncia la actitud de los porteros del local: “Le dieron largas [a la presunta víctima] y la invitaron a irse del local. Puta vergüenza de peña”, “Queda añadido a la lista de sitios de Granada a los que no voy porque mis amigas han sufrido agresiones” o “Hasta luego, Quilombo”.
En cuanto conocieron los hechos a raíz de la denuncia de la joven, los agentes del grupo UFAM de la Comisaría Provincial de Granada se dirigieron a la discoteca para obtener las pruebas necesarias con las que poder armar la investigación: solicitaron las grabaciones de las cámaras internas, la documentación del local, hablar con algunos testigos, con el personal de vigilancia y con los responsables del lugar.
El local, reticente a entregar información a la Policía
Estos, en un primer momento, según fuentes policiales cercanas a la investigación confirman a EL ESPAÑOL, se negaron y mostraron grandes reticencias ante la perspectiva de facilitar esa información. No se mostraron colaborativos. Finalmente, no les quedó más remedio que ceder lo que la Policía les estaba exigiendo, esencial en la investigación.
Ya con los datos obtenidos, establecieron un dispositivo policial con el fin de identificar y localizar a los agresores, que dio como resultado la localización y detención primero de uno de los individuos y días después del segundo. Ambos han negado su implicación en los hechos. Los dos jóvenes han sido puestos en libertad con cargos por un delito contra la libertad e indemnidad sexual y esa orden de alejamiento de 200 metros.