Los mafiosos georgianos actúan rápido, dan un golpe y se van pronto a otro país. Los chinos, en cambio, se asientan y establecen toda una estructura de empresas en el territorio para blanquear dinero. Prostíbulos, bares… aunque su producto estrella es ahora la marihuana. La mafia dominicana se ha concentrado en una sola ciudad, Barcelona, donde domina el tráfico de drogas a través de los narcopisos. Son tal vez los más violentos, junto a los albaneses y los chilenos. Los más discretos son los italianos, cuyos tentáculos se extienden ya hasta Baleares. Los rumanos, por su parte, mandan en el negocio de la mendicidad…
Cada grupo criminal tiene su particularidad, y varios de ellos cohabitan y se reparten un suculento pastel llamado Cataluña. “España tiene dos grandes bases para la mafia: la Costa Nostra (Costa del Sol) y Cataluña”. La frase es del escritor Roberto Saviano, que vive amenazado por la mafia napolitana y es un gran conocedor del crimen organizado en el mediterráneo. EL ESPAÑOL ya realizó un repaso por las principales mafias que operan en la Costa del Sol, y más concretamente en Marbella. Ahora, analizamos las que operan en Cataluña, uno de los lugares preferidos por los grupos de crimen organizado para establecerse y delinquir.
MAFIA GEORGIANA: LA MÁS DIFÍCIL DE DETECTAR
Radio actuación: Barcelona y Área metropolitana.
Especialidades: Delitos contra el patrimonio (robos en casas) y blanqueo.
La mafia de Georgia es una de las que más ha crecido en los últimos años en Cataluña. Ya intentó infiltrarse la década pasada en la sociedad civil, comprando restaurantes, hoteles y otros comercios. Todo ello con la presunta connivencia de altos cargos de la administración pública. Hasta el subdelegado de gobierno en Barcelona estuvo implicado. Un golpe policial en 2010 mandó a su líder, Khakhaber Shushanashvili, a la cárcel. Pero sus secuaces han seguido manteniendo el imperio. En noviembre del año pasado, tras un doble asesinato por un ajuste de cuentas en Terrassa, reactivó la ofensiva contra ellos. Otra operación volvió a desmantelar la mafia georgiana en Cataluña… en apariencia.
Su principal fuente de financiación procede de robos en domicilios de lujo del área metropolitana de Barcelona. A pesar de la tipología de los delitos, los ladrones de casas georgianos emplean menos si los comparamos con sus homólogos serbios o kosovares: siempre intentan entrar con los domicilios vacíos, para facilitar el trabajo y porque, en caso de detención, las consecuencias judiciales por robar con personas dentro del domicilio serían mucho mayores.
“Los georgianos vienen, actúan y se marchan. Trabajan en pequeños equipos, de entre 3 y 5 personas. Desarrollan una actividad delictiva intensiva: roban durante un par de meses y se marchan a otro país”, explican desde el departamento de Crimen Organizado de Mossos d’Esquadra.
Vor v zakone
La estructura de esta mafia es piramidal: hay un capo llamado vor v zakone (ladrón de ley) que es el que organiza todo el entramado. Todo el dinero va a parar a una caja común llamada obschack y su administración depende, a menudo, de Tiflis (capital de Georgia). En esta mafia, el papel de la mujer es relevante y muy activo. A menudo es la que se encarga de las finanzas de la organización.
El dinero obtenido de los golpes suele ser blanqueado en negocios en el país de origen. Ese es el motivo por el que la mafia georgiana compró más de una decena de restaurante en los últimos años. Ese y la predisposición de los hosteleros a traspasar sus negocios en un contexto de incertidumbre política catalana. Los georgianos lo aprovechan, invierten y el dinero sale limpio hacia Georgia.
MAFIA CHINA: FUNCIONA COMO UNA INDUSTRIA
Radio de actuación: Toda Cataluña.
Especialidades: Trata de seres humanos, blanqueo de capitales y narcotráfico (especialmente cannabis para distribución nacional).
“Los chinos se van a quedar con todo el negocio de la marihuana”, advertía un narco catalán en un reportaje de EL ESPAÑOL. Parece que las predicciones se han cumplido. La siempre silenciosa mafia china se ha hecho con el control de la droga en auge de los últimos tiempos: el cannabis y todos sus derivados.
“Es perfecto para ellos. Es lo más parecido a montar una fábrica, que es lo que dominan y les gusta. Un sistema industrial de producción donde pueden forzar a la mano de obra y vender el producto por debajo del coste habitual. Igual que hacen con el textil, la hostelería u otros sectores”, explica un Mosso d’Esquadra que ha intervenido en varias operaciones contra mafiosos asiáticos.
Los chinos disponen de mucho dinero en metálico. Con ese líquido alquilan locales, sótanos o caserones en municipios de las afueras de las ciudades, en zonas rurales, lejos de las miradas de los curiosos. Allí establecen vastas plantaciones de marihuana que suelen estar cuidadas por jardineros latinoamericanos o ciudadanos chinos que previamente han sido aleccionados en el cuidado del cannabis.
No se manchan de sangre
Por el perfil y por su forma de trabajar, los chinos no son proclives a otro tipo de delitos como los robos en casas. No golpean, no se ensucian las manos con sangre. Esa es una suerte que dominan grupos paramilitares que suelen proceder del este de Europa. Los chinos prefieren pasar inadvertidos, trabajar su producto a la sombra y blanquear el dinero obtenido adquiriendo negocios legales como restaurantes, bares, karaokes o salones de belleza. De hecho, su actividad en materia de blanqueo de capitales se extiende ya no solo a lo que ellos obtienen, sino a patrimonio de empresarios españoles que necesitan limpiar su dinero negro.
Desde la división de Crimen Organizado de Mossos confirman los grandes pasos que han hecho los mafiosos asiáticos en el negocio de la marihuana, y apuntan en otra dirección: la trata de personas. La prostitución es una de las especialidades de estos grupos que llevan por nombre genérico ‘bang’. Sería el equivalente en mandarín a los cárteles latinos. El más activo en España es el denominado ‘Bang de Fujian’ (la región más al este de China, próxima a la isla de Taiwan). En 2017, los Mossos asestaron un golpe a este ‘bang’ en una operación en la que se liberaron a 22 mujeres que estaban siendo explotadas sexualmente. A pesar de ello, la mafia china sigue operando en Cataluña y ha sido de las más activas este último año.
MAFIA DOMINICANA: LOS REYES DE LOS NARCOPISOS
Radio de actuación: Barcelona capital y municipios colindantes.
Especialidades: Narcotráfico (principalmente cocaína y heroína, que se consume en sus propios inmuebles), trata de personas y extorsión.
Nadie duda de la fortaleza de la mafia dominicana en Barcelona. Las bandas caribeñas se han hecho casi con el monopolio de la distribución de droga dura en la capital catalana. No sólo controlan la llegada del producto (principalmente cocaína) desde América Latina. También mandan en la distribución. ¿Cómo? Fomentando el consumo en sus propios inmuebles.
Los dominicanos son considerados por muchos los creadores de los narcopisos. Viviendas en el centro de Barcelona donde, además de vender droga, se facilita a los toxicómanos un espacio donde poder consumirla. Son habitaciones con jeringuillas, papel de plata o toallitas, que ofrecen a los drogodependientes un amparo que no consiguen en la calle.
Los tentáculos dominicanos en materia de drogas duras no se limitan a la cocaína También se han hecho un hueco en el mercado de la heroína, tradicionalmente dominado por pakistaníes y nigerianos. De hecho, la mezcla de las dos drogas (un depresor como la heroína y un estimulante como la cocaína) da como resultado el speedball o rebujito, que es la sustancia estrella de los narcopisos.
Códigos de honor
Los grupos de dominicanos están liderados exclusivamente por hombres, y cuentan con unos códigos de honor muy similares a los de las maras centroamericanas. Cada miembro tiene su rango, y a los capos se les sigue llamando reyes. Los dominicanos se han impuesto de algún modo en la guerra de bandas latinas que durante un tiempo se disputaron grupos como Ñetas o Latin Kings, de origen ecuatoriano.
Los dominicanos también hacen negocios en el mundo de la prostitución. Su radio de acción en este sector es el mismo que con los narcopisos: los barrios más populares del centro de Barcelona, como El Raval. En sus calles abundan las prostitutas latinas que responden ante proxenetas dominicanos. Precisamente en El Raval han demostrado su fama de violentos. Entre septiembre y octubre se produjeron 11 apuñalamientos en ese barrio, la mayor parte de llos protagonizados o instigados por la mafia dominicana. Su proceder violento también los ha llevado a cometer delitos relacionados con cobros de deudas, extorsiones o ‘vuelcos’ (robo de droga a otros traficantes).
MAFIA ITALIANA: LA SILENCIOSA BABY CAMORRA
Radio de actuación: Barcelona capital, área metropolitana y zonas turísticas.
Especialidades: Narcotráfico (especialmente exportación de cannabis al extranjero), blanqueo de capitales y robos de guante blanco.
Los italianos no quieren problemas. No son violentos ni ostentosos. Pretenden pasar desapercibidos para realizar en Cataluña sus negocios. Tráfico de drogas (principalmente marihuana) blanqueo de dinero mediante la compra de inmuebles y negocios “y algunos robos, pero solamente los más finos, sin la violencia que emplean las bandas del este”, apunta el portavoz del departamento de Crimen Organizado de Mossos. Sus miembros cada vez son más jóvenes, lo que ha llevado a que se acuñe el nombre de 'baby camorra'. Hay capos que apenas pasan los 20 años y son conocedores de la cultura cannábica.
De las tres grandes mafias que hay en Italia, dos de ellas son las que se han instalado indistintamente en Cataluña y Baleares: La Ndragheta (Calabria) y la Camorra (Campania). No tiene una relevancia importante la Cosa Nostra (Sicilia), que prefiere la Costa del Sol como base de operaciones. Por ese emotivo es conocida como “La Costa Nostra”. Estas diferenciaciones son relevantes: la mafia italiana más violenta y detectable es precisamente la siciliana, la que no está en Cataluña. Es la que suele dejar más rastro por sus actuaciones, además de ser la más numerosa y la que cuenta con más ‘soldados’ que no tienen relación familiar con los capos. Eso lleva a que algunos de los integrantes de la mafia acaben arrepintiéndose y delatando a las organizaciones.
Eso no suele suceder con la Ndragheta y la Camorra. Son organizaciones más discretas (al menos fuera de sus fronteras) y, sobre todo en el caso de la Camorra, casi todos sus integrantes suelen estar unidos por vínculos de sangre. Eso lleva a que la ‘omertà’ (ley del silencio) se pueda aplicar con más facilidad: “A un socio lo puedes acabar traicionando. A tu padre o a tu hermano… es más difícil”; cuenta un policía nacional.
Exportadores de hierba
Así como en Italia siguen mandando en ciudades enteras, en Cataluña han adoptado un perfil más bajo. No les interesa hacer ruido. Sus principales actividades están relacionadas con el narcotráfico, especialmente la marihuana y la cocaína. Cataluña es uno de los grandes productores de marihuana de Europa, y los italianos son los que más dinero están haciendo con su exportación: camiones cargados de cannabis se van cada día por La Junquera llevando la producción que han obtenido en almacenes clandestinos catalanes. La venden en países donde es más difícil obtener esta droga (como Alemania o Escandinavia) y obtienen así unos beneficios muy elevados. En algunos casos incluso se han asociados con clanes de delincuentes locales para que les faciliten el trabajo.
El dinero obtenido se blanquea comprando bares, restaurantes y pubs en zonas turísticas de la Costa Brava y especialmente en Baleares, que se ha convertido en una especie de sucursal de la Ndragheta. La proximidad con Italia, el clima, la laxa legislación en materia de drogas y el alto volumen de turistas hacen de Cataluña el paraíso de la emergente baby mafia italiana.
OTROS GRUPOS (Rusia, Albania, Armenia, Rumanía, Chile o España)
En 2017, los Mossos detuvieron a 730 personas relacionadas con el crimen organizado: "El 32% son españoles. Hay mafias de muchos sitios, pero la nacionalidad que más delitos comete en Cataluña en este ámbito es la española"; revelan desde Crimen Organizado de Mossos d'Esquadra. Lñogico por otra parte, teniendo en cuenta que es la nacionalidad mayoritaria en Cataluña.
La morfología de las bandas criminales organizadas españolas es muy variada, pero los principales grupos criminales en este ámbito son clanes de etnia gitana y bandas relacionadas con el mundo ultra, como los Casuals, la facción más violenta de Boixos Nois. Sus principales actividades son el narcotráfico, la extorsión, el secuestro, el control del ocio nocturno y los 'vuelcos' (robar a otros narcotraficantes).
Las mafias del este de Europa son las más violentas y suelen estar especializadas en delitos contra el patrimonio (robos en casas). Es el caso de los albanos-kosovares y los serbios, que también coches de alta gama y establecimientos de lujo. Su hábitat preferido son las zonas turísticas, especialmente la Costa Brava. Es ahí donde los rusos tienen establecidas sus bases. Los armenios, que también tocan el mundo de las apuestas deportivas, funcionan de forma parecida a los georgianos (contra los que han mantenido una guerra recientemente).
Los rumanos están especializados en trata de personas, principalmente prostitución y un área en la que prácticamente tienen el monopolio: la mendicidad. Traen a personas de Rumanía y les obligan a pedir dinero por el metro y las zonas más turísticas de Barcelona. En ocasiones les obligan incluso a fingir minusvalías para dar más pena.
Los dominicanos no son los únicos latinos que actúan en Cataluña: muy importante es la actividad de las bandas chilenas, que curiosamente suelen estar especializados en un tipo de robo conocido como "El peruano": consiste en pegarle el palo en plena autopista a turistas extranjeros que circulan en coches de alta gama por Cataluña. También suelen robar en casa, chalets y comercios, donde no dudan en emplearse con violencia.
Conclusiones
Cataluña es un lugar estratégico para el crimen organizado. La situación geográfica, el clima, la elevada presencia de turistas y la laxitud de las leyes en comparación con otros países de Europa la convierten en una de las zonas más codiciadas por el crimen organizado.
Hay otro factor que es, cuanto menos, chocante: las competencias policiales. Los Mossos d'Esquadra no tienen acceso a algunas bases de datos internacionales de crimen organizado, como sí tienen la Policía Nacional o la Guardia Civil. Eso es algo por lo que la policía autonómica catalana lleva peleando mucho tiempo, y que las redes de delincuentes saben y aprovechan.
Otro factor que favorece el arraigo de estas mafias es la corrupción de los funcionarios en Cataluña: “En 2013, el 15% de los grupos organizados desarticulados estaba respaldados por funcionarios corruptos entre los que se encontraban policías, trabajadores de hacienda... gente a la que comprar a cambio de información” explicaba Antoni Rodríguez, el anterior inspector jefe de Crimen Organizado de Mossos.
Pero lo que está claro es que, una vez que se consigue el dinero de forma ilícita, toca blanquearlo. Para ello, los delincuentes necesitan mecanismos para justificar ese dinero. Para ello necesitan comprar negocios. Y en los últimos tiempos se están aprovechando de la incertidumbre del Procés: el turismo baja, los restaurantes cierran, los bares se traspasan... y ahí están las multinacionales del crimen, con los brazos abiertos y el dinero por delante, para poner en circulación ese dinero de forma legal.