En Callosa d’En Sarrià (Alicante) algunos de sus alrededor de 7.000 vecinos todavía no han asimilado que cuatro jóvenes del pueblo, todos de origen ecuatoriano, hayan ingresado en prisión por, presuntamente, haber violado a una joven de 19 años de la misma nacionalidad que ellos.
“Los padres de esos chicos son bellísimas personas. Trabajadores y educados. Trabajan en la construcción, en el campo, limpiando casas... No sé cómo les han salido esos hijos”, dice María, que conoce desde hace una década a las familias de los presos.
Al menos uno de los cuatro varones que el juez ha enviado a prisión conocía a la víctima desde “hacía tiempo”, explica una joven también ecuatoriana. La chica, veinteañera, no quiere que aparezca su nombre en este reportaje. Ella, junto a varios jóvenes más de la comunidad latinoamericana que vive en Callosa, atienden a EL ESPAÑOL mientras muestran varias fotos de los presuntos violadores en sus teléfonos móviles.
“Les gustaba la fiesta, sí, pero como a casi todos”, dice un chico. “Ya, sí, pero a todos nos había llegado a nuestros oídos algo de lo que hacían, lo que no nos creíamos era que fuese verdad”, afirma otro. “Cuando contaban que habían salido por Benidorm -a 16 kilómetros de aquí- luego solían alardear de que habían acabado montándoselo con alguna chavala en grupo. Decían: ‘Somos los reyes de la noche, mirad’, y enseñaban algunas fotos de esas chicas en una discoteca o en un botellón. Nos decían que las chicas iban pedo, pero no que las hubieran drogado. Casi todas también eran latinas. La verdad, son unos mierdas”.
La madrugada del 1 de enero de 2019, cuatro chicos agredieron sexualmente en grupo a una joven ecuatoriana en Callosa. Se llaman Carlos B., Álex C., Jonathan B., y Joffre. Tienen entre 19 y 24 años. Todos nacieron en Ecuador. Tres de ellos tienen la nacionalidad española, según confirman fuentes oficiales de la Guardia Civil.
Pasaron la Nochevieja con ella
La violación se produjo en el número 27 de la Carretera de Elche en Callosa. Los cuatro chicos y la joven habían pasado la Nochevieja tomando copas en un piso de Benidorm. Allí, un inquilino les habría reprochado su actitud con la chica. Fue entonces cuando los acusados decidieron llevarla a Callosa. En concreto, la trasladaron a la vivienda de los padres del menor del grupo.
La agresión sexual sucedió en torno a las cinco de la mañana. En la casa estaban durmiendo los padres del agresor más joven y también su hermana. Fue ésta quien, al escuchar ruido, miró qué sucedía. A la mañana siguiente, junto a su propia madre, llamó a la Policía Local.
Cuando llegaron los agentes uno de los presuntos agresores ya se había marchado de la casa. Tres de ellos todavía continuaban con la joven. Dos estaban en la puerta de la casa y un tercero continuaba con ella. A los cuatro se les detuvo ese mismo 1 de enero.
Uno de los encarcelados, de 22 años, tiene antecedentes por violencia de género y por abusos sexuales sobre una menor, a la que habría intentado violar en octubre pasado. La chica es de nacionalidad española.
Cuando la Guardia Civil se hizo cargo del caso encontró en el teléfono móvil de uno de ellos un vídeo de la violación de la pasada Nochevieja. Las imágenes tienen unos cinco minutos de duración. Las fuentes consultadas explican que se observa con claridad que la chica se opone con resistencia y que intenta quitarse de encima a los encarcelados.
No se descartan más casos
Fuentes oficiales de la investigación explican que se conoce al menos un caso más de presunta violación. La víctima, según ha podido saber EL ESPAÑOL, también sería una joven de origen latinoamericano. La Guardia Civil no descarta que en los próximos días o semanas más mujeres de la comarca de Benidorm presenten denuncias tras conocerse la detención de los cuatro presuntos violadores.
Los investigadores de la Guardia Civil han solicitado un estudio toxicológico para aclarar si la víctima había sido drogada. Tanto los testigos como los primeros agentes que atendieron a la joven, que estaba semidesnuda, observaron que la chica, quien no recordaba lo ocurrido, presentaba signos de desorientación compatibles con haber sido narcotizada.
"¡Se ve que hay más de una manada!"
Más de trescientas personas se concentraron este lunes a las puertas del Ayuntamiento de Callosa d’En Sarrià para expresar su repulsa a la violación sufrida por una joven del pueblo a manos de cuatro vecinos.
El alcalde de la localidad, Pep Saval, dijo que es necesario “seguir trabajando para poner fin” a la lacra de las agresiones sexuales y realizó un llamamiento a todas las instituciones “en la lucha por su erradicación”.
Los cuatro jóvenes presos están acusados de un delito de agresión sexual, dos delitos de abusos sexuales y un delito contra la intimidad. "Sus padres con la espalda encorvada de trabajar y ellos se lo pagan así", dice María, la vecina que conoce a los progenitores de los presuntos violadores. "¡Se ve que hay más de una manada en España!"