El rescate de Julen Jiménez se complica. Las dos opciones que, en un principio, parecían acelerar las tareas para recuperar el cuerpo del pequeño y que se planteaba que podrían reducir los tiempos de forma drástica han sufrido un contratiempo durante la noche. Si bien la opción del túnel vertical avanza a buen ritmo y cumpliendo las previsiones, la opción de la galería horizontal se ha encontrado con una serie de corrimientos de tierra que han ralentizado los trabajos.
La galería horizontal era una de las grandes esperanzas de poder encontrar a Julen "en las próximas horas", tal y como confirmó una fuente cualificada de los equipos de rescate este miércoles a EL ESPAÑOL. Sin embargo, a lo largo de la madrugada, los equipos de trabajo se han encontrado con que la montaña se resquebraja, ya que el terreno es frágil y quebradizo, y provoca unos corrimientos de tierra que convierten los trabajos en una tarea aún más ardua si cabe.
De esta forma, la vía de acceso horizontal se ha convertido en un plan secundario pese a que se sigue trabajando en ella. De hecho, los equipos de rescate calculan ahora que a través de esta galería no podrían llegar al lugar donde se encuentra Julen hasta dentro de dos, tres o, incluso cuatro días de trabajo. Y es que reconocen que están reduciendo a apenas una semana una tarea que, en condiciones normales, se planificaría para un mes de duración.
El plan original consistía en realizar las dos galerías de forma simultánea, ya que aportan "dos puntos de acceso al pozo y hay más seguridad", según el delegado del Colegio de Ingenieros de Caminos en Málaga, Ángel García Vidal, quien reconoció que se trata de "un rescate que no se ha llevado nunca a efecto con estas dificultades" aunque también que se cuenta con la colaboración de las empresas con "más experiencia".
Dadas las dificultades, los rescatistas han decidido dar prioridad a la galería vertical, un pozo paralelo al original, de 1,2 metros de anchura, que se encuentra a "unos 15 metros por debajo de la boca" del orificio.
Un segundo túnel vertical
A pesar de las adversidades, los equipos siguen trabajando de forma incansable y ante los problemas surgidos esta madrugada han decidido iniciar una tercera vía. Según ha declarado Juan López Escobar, Delegado del Colegio de Ingenieros de Minas, se comenzará a cavar un segundo pozo vertical, también paralelo al pozo en el que cayó el pequeño Julen para multiplicar las opciones de éxito de la operación, aunque los márgenes de tiempo no mejoran.
Con ese horizonte de dos, tres o cuatro días hasta llegar al pequeño Julen, los planes pasan ahora por conseguir que el primer paso de ambos túneles verticales esté completado en 24 horas, aunque ese plazo tampoco es seguro. De jueves a viernes se espera llegar a esos 30 metros de profundidad respecto a la boca del túnel.
A partir de ahora se espera que la perforadora llegue 50 metros más abajo, lugar en el que podrá comenzar a actuar la Brigada de Salvamento de Minas llegada desde Asturias. Ellos tendrían que cavar cuatro metros más y así alcanzarían los 80 metros de profundidad, donde se calcula que se encuentra en pequeño Julen, quien cayó el pasado domingo a este pozo de 103 de profundidad y 25 centímetros de diámetro en la Sierra de Totalán.
Desde aquel momento se ha trabajado sin descanso en las tareas de rescate y los equipos han encontrado pelo de Julen en el pozo, tal y como confirmó Delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis: "Se encontró un poco de pelo en el túnel y las pruebas que se realizaron por parte de la Guardia Civil certifican que es del niño. Nos da una cierta certeza de que el niño está ahí, en ese pozo", explicó. Esta fue la primera evidencia de que el niño estaría dentro.
"Tenemos un ángel que nos va a ayudar"
"Tenemos la esperanza de que no esté muerto, aunque nosotros lo estamos. Parece que llevamos aquí meses". Son las palabras de José Roselló, el padre del niño, que ayer compareció por primera vez ante la prensa acompañado de Juan José Ortiz, el padre de Mariluz, la niña de Huelva asesinada en 2008.
"Mi mujer está rota", añadió José. "Estamos muertos pero con la esperanza de que tenemos un ángel que va a ayudar a que salga vivo mi hijo de ahí lo antes posible". Se refería al otro hijo que perdieron en 2017. Tenía tres años.
El padre de Julen lleva todos estos días junto a su mujer, Victoria, en la finca donde se encuentra el pozo al que cayó Julen. "Mi hijo está aquí, que nadie lo ponga en duda. Ojalá fuese imposible que esté en el pozo, como he oído".
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