El rescate de Julen entra en su recta final. Un último tramo que se va a largar durante días debido a las complicaciones del terreno. Son los cálculos de las autoridades. Pese a que éstas se niegan a dar plazos concretos, las fuentes consultadas explican que los rescatistas estiman que el proceso se alargará durante alrededor de cinco días. Un contratiempo debido a los cambios de planes respecto a los túneles ya que previamente estimaban que no debían alargarse mucho más allá de este jueves. Están "convencidos al 100%" de que accederán al lugar donde se encuentra Julen.
El delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, explicó el miércoles que se habían hallado restos biológicos del niño en el interior del pozo. Se confirmó que portaban ADN del menor al cotejarse con las muestras de sus padres y con la saliva de su biberón.
Según ha podido saber EL ESPAÑOL de fuentes oficiales, fue la noche del pasado domingo, horas después de iniciarse las tareas de rescate, cuando los bomberos extrajeron del pozo “tejido capilar” de Julen. Se consiguió durante las tareas de absorción de un tapón de tierra hallado a unos 73 metros de profundidad.
En ese momento se barajó la posibilidad de que hubiesen sido las pinzas de los propios bomberos las que hubieran extraído el tejido capilar analizado. Esa hipótesis fue perdiendo fuerza con el paso de las horas en favor de una segunda: que el niño sufriese un pequeño rasguño en su cuero cabelludo durante la caída.
Un rescate muy complejo
Las tareas para encontrar al menor continúan sin descanso este jueves, cuando se cumple el quinto día de búsqueda de Julen, el menor que cayó a un pozo en Totalán (Málaga).
Desde la tarde del miércoles, los operarios del equipo de rescate trabajan en la apertura de un pozo paralelo al que se encuentra el niño. Ese es el prioritario debido a la inestabilidad del terreno, dejando en segundo plano, según DiarioSur, la otra opción: una galería lateral en la montaña. La idea es poder conectar ambos orificios con la zona donde se piensa que se encuentra el niño, más allá de la cota 71.
El delegado del Colegio de Ingenieros de Caminos en Málaga, Ángel García Vidal, reconoció que se trata de "un rescate que no se ha llevado nunca a efecto con estas dificultades". Sin embargo, reconoció que se cuenta con la colaboración de las empresas con "más experiencia".
El ingeniero explicó que se han buscado "soluciones viables y cercanas en el tiempo, que se puedan ejecutar y que tengan seguridad tanto para Julen como para los equipos que tengan que entrar en los pozos".
García Vidal recordó que lo primero que se ha estado haciendo es extraer la tierra del pozo "para llegar donde presuntamente puede estar el niño". "Se está haciendo todo lo humana y técnicamente posible", afirmó.
Dos puntos de acceso al pozo
García Vidal explicó que los planos originales consistían en realizar dos galerías ya que aportaban "dos puntos de acceso al pozo y hay más seguridad". Una de ellas es la vertical, en la que se están centrado, y otra horizontal con una inclinación de unos 15 grados. El pozo paralelo al original, de 1,2 metros de anchura, se encuentra a "unos 30 metros por debajo de la boca" del orificio en el que está el niño y tiene una profundidad de 50 metros.
La idea, explicó el ingeniero de caminos, es que cuando a través de ese pozo paralelo se llegue a la cota 71 de profundidad se puede "acceder hasta Julen mediante otra galería horizontal de cuatro metros" que excavarán de forma manual los expertos mineros desplazados desde Asturias.
García Vidal no quiso precisar en cuántas horas se podrá acceder hasta Julen. "Es complicado aventurar cualquier tiempo porque no quiero dar falsas expectativas y trabajamos con una orografía compleja", dijo. "Se está haciendo todo de la manera más rápida posible porque la situación lo requiere".
"Tenemos un ángel que nos va a ayudar"
"Tenemos la esperanza de que no esté muerto, aunque nosotros lo estamos. Parece que llevamos aquí meses". Son las palabras de José Roselló, el padre del niño, que ayer compareció por primera vez ante la prensa acompañado de Juan José Ortiz, el padre de Mariluz, la niña de Huelva asesinada en 2008.
"Mi mujer está rota", añadió José. "Estamos muertos pero con la esperanza de que tenemos un ángel que va a ayudar a que salga vivo mi hijo de ahí lo antes posible". Se refería al otro hijo que perdieron en 2017. Tenía tres años.
El padre de Julen lleva todos estos días junto a su mujer, Victoria, en la finca donde se encuentra el pozo al que cayó Julen. "Mi hijo está aquí, que nadie lo ponga en duda. Ojalá fuese imposible que esté en el pozo, como he oído".