Julián Moreno, director técnico del Consorcio Provincial de Bomberos (CPB), se presentó el pasado miércoles en una carpintería metálica de Alhaurín el Grande (Málaga) con un único propósito. Cargado de bocetos e ideas, pidió ayuda a Carlos y Miguel Tirados, los dos hermanos que regentan el negocio, con un único fin: rescatar al pequeño Julen.
Juntos idearon la cápsula en la que dos efectivos de la Brigada de Salvamento Minero deberán descender para cavar una galería de cuatro metros que una el túnel vertical y paralelo con el pozo donde está atrapado el niño desde el pasado domingo.
"Nos encerramos mi hermano y yo, trabajando 14 horas al día, hasta que terminamos la cápsula el sábado", asegura Carlos en declaraciones al Diario Sur. "Tuvimos que llamar a todos los clientes y aplazar todos los trabajos para dedicarnos a fabricar la cápsula, pero era lo que había que hacer, la prioridad era Julen", afirma.
La cápsula fabricada por los dos hermanos ha contado con la supervisión de los ocho mineros del equipo de rescate, que son los que se subirán en ella para excavar el túnel. "Vinieron el pasado viernes para revisarla y para hacer algunas modificaciones para adaptarlas a su criterio y su equipo, porque son los que se van a montar en ella. En lo que más hincapié hicieron fue en la seguridad de los anclajes, que todos fueran resistentes y estuvieran homologados, porque trabajarán suspendidos a un montón de metros", cuenta Carlos, que ha diseñado la cápsula con unos anclajes que soportan 5.600 kilos.
El artilugio, una especie de ascensor, será descolgado por el túnel mediante un camión grúa con precisión milimétrica. Pesa unos 300 kilos, está hecho con tubos estructurales de hierro, con las paredes muy anchas, y tiene rejillas en el suelo para que caiga todo el escombro de la excavación a los ocho metros de caldera prevista en el pozo vertical.