Nuevo contratiempo en las labores de rescate del pequeño Julen en Totalán (Málaga). Los técnicos llevaban toda la noche perforando y limando las paredes del pozo. Hoy, cuando todo parecía apuntar a que los mineros ya iban a poder descender por el interior del túnel vertical, se ha detectado un nuevo problema.
Al inspeccionar la galería, se han encontrado con un nuevo saliente. Este impide continuar colocando los tubos para que la brigada pueda descender al interior de la montaña. Este nuevo obstáculo ha sido localizado a más de 50 metros de profundidad.
Es el enésimo problema que está presentando el rescate del pequeño. Según ha podido saber EL ESPAÑOL, los técnicos, tras detectar un saliente en los últimos metros del túnel vertical, y con el objetivo de acelerar el proceso, trabajan ya directamente sobre el entubado rebajando el diámetro en el tramo final del cilindro, que tiene que apoyarse sobre el fondo de ese pozo vertical.
Un nuevo percance
De este modo, se retrasa todavía unas horas más el plan que iba a comenzar de forma inminente. Cinco días han estado perforando el pozo de modo vertical y paralelo al lugar en el que se encuentra el niño.
La cavidad se ha ido rellenando con una tubería de acero de 60 metros, diez tubos soldados entren sí para que la brigada de Salvamento Minero pueda descender por su interior.
Hasta en dos ocasiones ha sido necesario perforar el orificio con el fin de ganar milímetros de holgura, de suerte que la tubería no quedase atascada en el descenso por el interior del nuevo orificio excavado en la tierra.
Ahora mismo en la montaña hay dos pozos paralelos. El que alberga a Julen y el abierto para los mineros. Están separados por una distancia de entre 3,5 y cuatro metros. Las autoridades piensan que el menor se encuentra en un tramo taponado con tierra y piedra situado entre las cotas -71 y la -73.
El túnel de los mineros se ha abierto a 23 metros por debajo de la boca de la cavidad a la que cayó el niño. Así, con su descenso de 50 metros, los mineros pueden situarse en perpendicular a ese punto exacto donde se piensa que van a dar con el pequeño [hay que recordar que bajo sus pies van a tener 10 metros vacíos como caldera en la que acumular los escombros].