Los Tedax realizan una cuarta microvoladura a menos de medio metro del punto donde está Julen

Santiago Suárez, exdirector de la Brigada de Intervención Minera de Asturias, ha reconocido que los mineros se encuentran en el momento “más crítico”. “Falta unir la galería con el punto donde se encuentra” el niño. “Necesitan tener mucho cuidado”, ha reconocido. Aunque, eso sí, la parte “positiva” es que el terreno es muy duro y eso evitaría cualquier tipo de derrumbamiento a la hora de acceder de un sitio a otro. 

La excavación de la galería horizontal había progresado hasta los 3,15 metros a mitad de la tarde, pero una nueva dureza en el terreno -entre 45 centímetros y medio metro de donde se encuentra el menor- ha retrasado las tareas de rescate. En torno a las 23:00 horas los mineros han podido volver a descender al pozo para intentar finalizar el rescate. 

La operación ha sido calificada por los agentes que están en la zona "de máxima precisión". En un vídeo que ha sido difundido se pueden observar a varios agentes del grupo de los TEDAX (Técnico Especialista en Desactivación de Artefactos Explosivos) en la boca del pozo, al punto que se escucha el sonido de la explosión de la cuarta microvoladura.

Al operativo se han añadido tres topógrafos -para estudiar con extremada delicadeza el terreno- debido a la cercanía con el niño. Desde el mediodía, han tomado tierra en la zona de trabajo 3 helicópteros: el primero procedía de Sevilla con el material explosivo a bordo que se comentó esta mañana; el segundo y el tercero han traslado desde Palma de Mallorca y desde Cantabria a cuatro guardias civiles del Equipo de Montaña, especialistas en espeleología y microvoladuras (dos de cada sitio), para reforzar el dispositivo de rescate por si fuera necesario hacer relevos. 

La excavación de esa galería perpendicular ha costado más de lo que estaba previsto. Los mineros, que estimaron que tardarían 24 horas en llegar hasta el niño, han tardado algo más debido a la dureza del terreno. En total, los Tedax de la Guardia Civil han tenido que realizar tres microvoladuras para que los mineros puedan seguir picando de cara a rescatar al pequeño. 

Esas tareas las están llevando a cabo ocho mineros de la Brigada de Salvamento de Asturias. Se van turnando de dos en dos y están picando con martillos neumáticos de ocho kilos y respirando con botellas de oxígeno de 14. Una vez que consigan acceder al pozo donde se encuentra Julen, meterán una cámara para observar donde se encuentra el pequeño.

¿El problema? “No hay coordenadas”, ha explicado Santiago Suárez, exdirector de la Brigada de Intervención Minera de Asturias. “Antes de acometer la fase final de comunicación conviene tener claro donde está (el niño)”, ha precisado. Para ello, van a utilizar un “tipo de explosivo expansivo, no rompedor. El objetivo es ablandar el terreno para seguir avanzando”. 

Durante todo este proceso, los mineros se están comunicando con la superficie a través de un cable que va dentro de un tubo y, a su vez, disponen de un sistema de ventilación y otros dispositivos de emergencia. 

Los mineros, que comenzaron a excavar la galaería horizontal el jueves pasadas las 17:00 horas. El final de esta historia podría llegar antes de la madrugada.