La cena de profesores del IES Manuel de Montsuar (Lleida) del pasado viernes se alargó más de lo previsto. Después de cenar decidieron ir a la Sala Manolita para acabar allí la fiesta. Serían las 4 de la madrugada cuando todos se despidieron. También Núria, que tenía que conducir unos 20 kilómetros hasta Les Borges Blanques, el pueblo en el que residía. A 500 metros de la discoteca se perdió la señal de su teléfono móvil. No la volvieron a ver.
Nuria Borràs Cuadrat, de 34 años, ha sido hallada muerta en el interior de su coche. El vehículo, un Volvo XC 60 blanco, ha aparecido sumergido en el interior del canal de Seròs, en el municipio de Albatàrrec. Falta saber el motivo de su fallecimiento, que lo determinará la autopsia que está por practicarse.
El caso sigue bajo investigación y lleno de incógnitas. ¿Qué hacía allí el coche de la profesora? No sólo dentro del canal, sino en esa zona. No es el trayecto habitual que haría Nuria para volver a su casa. El itinerario lógico era coger la carretera nacional. Pero por algún motivo que se desconoce, Núria Borràs, casada y madre de un niño de 5 años y una niña de 3, optó por irse por un camino secundario con pistas de tierra.
A la espera de que se despejen los interrogantes, lo que sí parece claro es que se trata de una desaparición fortuita. Las primeras informaciones apuntan a que no habría signos de violencia, ni en el cuerpo de la persona fallecida, ni en el interior del vehículo. Nada que hiciera sospechar de un asalto. Sin embargo, será la autopsia la que determine este punto.
La última noche de la profesora
La cronología de la última noche de Núria da comienzo en un restaurante del centro de Lleida.Allí quedaron varios profesores del IES Manuel de Montsuar. Entre ellos Núria Borràs. Acabó el ágape y el grupo optó por tomar una copa en la Sala Manolita, uno de los locales ocio más populares de la ciudad. Allí permanecieron hasta altas horas de madrugada, sin ningún incidente.
Eran las 4 de la mañana cuando todos se despidieron. Núria volvería a su casa sola en su Volvo, aparcado muy cerca de la discoteca. El misterio empieza ahí. La señal de su teléfono móvil se pierde a tan solo medio kilómetro del último lugar en el que la vieron con vida. Nunca llegó a su casa.
Su marido se empezó a preocupar al ver que no volvía a casa y que tampoco tenía el teléfono operativo. Serían las 7 de la mañana cuando decidió avisar a la policía. Ahí se activó el protocolo de búsqueda. No había pistas. El primer objetivo era localizar el todoterreno de matrícula 5228 CYL que ella conducía.
Cortar el caudal, la clave
En las tareas de búsqueda participaron miembros de la ARRO de Mossos d’Esquadra, dos helicópteros y diversas dotaciones de bomberos. Las tareas de búsqueda empezaron el sábado por la mañana y se reforzaron al día siguiente, en vistas de la falta de resultados. También se sumaron a la búsqueda de forma privada centenares de voluntarios que conocían a Núria. Principalmente vecinos de Les Borges Blanques, su lugar de residencia, y de Castelldans, municipio en el que nació.
Una de las primeras hipótesis pasaba por los canales que discurren por las zonas hortícolas del entorno de Lleida. El canal de Seròs, por ejemplo, llevaba el caudal casi al máximo. Por este motivo se optó por cerrar la compuerta que lo abastece, para provocar que dicho caudal menguase y facilitase la búsqueda, si es que el vehículo se encontraba ahí. Esa fue la clave para resolver la desaparición.
El coche, en efecto, se encontraba sumergido en las aguas del canal. No sólo corresponde con su desaparición: ya ha sido identificado gracias a la matrícula. En el interior del vehículo, hallado el domingo por la tarde, se ha encontrado el cuerpo de una persona fallecida sin signos de violencia. Se trata de Núria Borràs Cuadrat.
Núria, nacida en el municipio ilerdense de Castelldans, residía en Les Borges Blanques y deja marido y dos hijos pequeños. Además de profesora era una persona comprometida y colaboraba con el periódico Teleponent y con la formación Catalunya en Comú. La familia, mediante un portavoz, ha hecho público en Facebook el agradecimiento a las personas que han colaborado de algún modo en la búsqueda.
Lleida y la niebla
Pero ahora, confirmada la noticia, quedan por aclarar muchos puntos. Especialmente el relativo a cómo llegó Núria allí. Las primeras hipótesis apuntan a que el coche cayó unos 200 metros por encima de donde fue hallado por la policía. Lo que nadie se explica todavía es por qué Núria no realizó el recorrido habitual para volver a casa.
El camino natural para ir dede Lleida a Les Borges Blanques es un tryecto d emenos de media hora a través de la carretera nacional N-240. Hay otras formas de llegar, pero todas pasan por carreteras secundarias y pistas de tierra. Un itinerario especialmente peligroso en las noches invernales ilerdenses. El motivo es la densa formación de niebla que caracteriza a Lleida. La ‘boira’ es casi un elemento identitario de esa zona y complica la visibilidad incluso en horario diurno. Así, conducir por una carretera secundaria de Lleida en febrero a las 4 de la mañana supone un riesgo importante.
Los investigadores creen, salvo que la autopsia diga lo contrario, que se trató de un accidente. Pero nadie sabe explicar por qué Núria decidió desviarse de la ruta habitual para volver a su casa precisamente cuando iba sola y a altas horas de la madrugada. Una decisión que le ha acabado costando la vida a la joven profesora.