Por lo general, un narco no suele caracterizarse por tener estilo. Lo suyo es más la estridencia, el oro caro pero chillón, las piedras preciosas en los anillos y las gemas en la bañera. Quizá por eso lo primero que les llamó la atención a los agentes del grupo GRECO de la Policía Nacional al entrar en aquella casa fue la contenida decoración del lugar. No era, digamos, la típica vivienda de un traficante. Allí se respiraba cierta elegancia. Cierta clase.
Sucedió esta misma semana, en Cádiz. Cuando los investigadores accedieron a la vivienda situada en el número 19 de la calle Fuelle, San Roque, en la lujosa urbanización de Sotogrande, a pocos kilómetros del Campo de Gibraltar, se encontraron con una vivienda con unas características que no se esperaban. Aquella no parecía la casa de un narco.
Allí vivía Rafael García Barranco, un empresario hostelero, constructor y ganadero de la zona. Tiene 45 años, es muy conocido en el lugar, donde mantiene desde hace tiempo su residencia, una casa, pudieron comprobar, de alto nivel de vida. De puertas para afuera, parece uno más de los adinerados inmuebles de la zona. De puertas para adentro, sus actividades son las de un presunto narcotraficante con todas las de la ley. Allí mismo le detuvieron.
Les llamó la atención la majestuosidad del lugar, el cuidado de las formas, reflejado todo ello en las múltiples estancias. Una de ellas era la sala de juegos de la planta baja, junto al sótano, cerca del garaje. Una habitación de unos 70 metros cuadrados a la que no le faltaba de nada: televisión de 70 pulgadas, futbolín, billar, máquinas recreativas de las de antaño… Había de todo: pompa, boato, lujo... Incluso buen gusto en las formas y en la decoración. Algo muy pocas veces visto por los agentes en una casa de narcotraficantes.
Cuentan fuentes de la investigación a EL ESPAÑOL que dentro de la organización era él quien se responsabilizaba de sacar la mercancía del puerto, de ponerla en funcionamiento en el exterior. Quien llevaba en el grupo la logística. Controlaba a los policías, a los vigilantes de las aduanas, a los transportistas. Era él quien cogía el dinero y, presuntamente, lo blanqueaba para darle una salida legal.
La macrooperación desarrollada esta semana ha sido llevada a cabo por más de 250 agentes de la Guardia Civil, de la Policía Nacional y de la Agencia Tributaria en la provincia de Cádiz. Por el momento hay nueve detenidos, entre ellos Rafael, el jefe de la organización y dueño de la lujosa mansión, el kilómetro cero de la banda. Se les acusa de narcotráfico, contrabando de tabaco y blanqueo de capitales. Su trabajo, principalmente, consistía en blanquear millones procedentes del narcotráfico a través de otras empresas.
Rafael era un viejo conocido para los agentes que le detuvieron. También lo era mansión. El hombre ya había caído en otra ocasión en las redes de la policía, cuando fue detenido en el año 2012 también por negocios relacionados con el mundo del narcotráfico. En concreto, por lavar más de 60 millones de euros de la droga a lo largo de diez años otorgando falsos premios de lotería. También en aquel entonces registraron su chalet, así como los locales de sus empresas.
A las siete de la mañana de este mismo miércoles, los agentes de la operación, armados hasta los dientes, llamaron a la puerta de su casa. Cuando abrió, los investigadores se lo llevaron detenido y comenzaron a registrarlo todo. Y ahí quedaron sorprendidos. Pocas veces habían visto una cosa igual. Un narcotraficante, digamos, con tan buen gusto para decorar una casa.
La riqueza de Sotogrande
Esa elegancia en las apariencias resulta algo cada vez más habitual en los delincuentes que operan tanto en el sur del país como en el resto de la península. Cada vez menos frecuente son también aquellos que aparecen con vestimenta de toques más exóticos. Pero lo que se encontraron en esta ocasión los agentes excedía por mucho lo que habitualmente suelen toparse en cualquiera de sus registros. Había tan buen gusto en aquella vivienda que les sorprendió que tuviera algo que ver con el mundo del narcotráfico.
Los agentes accedieron a la casa después de semanas de investigación. Irrumpieron en el inmueble para rematar la operación con la que llevaban semanas para detener al cabecilla de una banda dedicada al blanqueo de capitales procedentes del tráfico de drogas.
Sotogrande, en concreto, es un escondrijo perfecto para el lujo de muchos famosos que quieren veranear en las costas de Cádiz. Se trata, cuando llega el período estival, de un lugar plagado de estrellas televisivas y del mundo del corazón. Muchos son los personajes fijos que compartían espacio con este enriquecido narcotraficante: Ana Rosa Quintana y su familia, Luis Alfonso de Borbón, su esposa, Margarita Vargas. Jaime de Marichalar, por ejemplo, también acude hasta allí con sus hijos en busca del anonimato. Estos son solo algunos de los exclusivos vecinos que tenía este hombre, esta organización y este chalet.
Las casas de los narcos a los que suelen detener resultan, por lo general, estridentes, con pomos de oro hasta en los manubrios de la ducha. En esta ocasión les llamó la atención todo lo contrario: la pulcritud de la casa, la exquisitez de las formas, el atractivo de la vivienda.
15 cámaras de vigilancia en la vivienda
Todo era controlado desde esta lujosa vivienda localizada en Sotogrande. Una parcela de 700 metros cuadrados construidos, sin contar el amplio terreno de césped a los pies del campo de golf de la localidad. Una piscina interior. Toda clase de coches de lujo en el garaje.
En el terreno de la casa, con un gigantesco espacio de césped, hallaron también una cabaña para los invitados en el exterior de la vivienda. Dentro, en las habitaciones, se encontraron con un vestidor para la esposa del detenido: solo ese pequeño almacén de ropa ocupaba una habitación entera.
La importancia de esta última operación radica en que se ha conseguido desmantelar por completo una de las organizaciones de tráfico de cocaína que operaban en España. Una de las más importantes. Y una de las que conseguían introducir toneladas de esta droga por el puerto de Algeciras, todo ello procedente de Latinoamérica.
Eso no era todo. La organización tenía un extremo celo en torno a este chalet, acaso la base de operaciones de la banda. Quizá por ello tenían hasta 15 cámaras de control repartidas por el perímetro de la vivienda, para poder tener vigilados a todos cuantos se acercaba a la vivienda. Desde allí ejercían sus actividades, y desde allí lo controlaban todo. La casa estaba dotada incluso con una sala repleta de monitores, como una atalaya desde la que observar lo que aparecía en todo momento en las cámaras. Era importante para ellos tenerlo todo atado y bien atado. De ahí la extrema seguridad.
60 millones lavados con falsos premios de lotería
Año 2012. El narcotráfico en la zona continúa, como años atrás, en ebullición. Ya por aquel entonces, Rafael y los suyos eran conocidos en el mundillo como una rama importante dedicada al blanqueo del dinero. Es entonces cuando, en medio de una gigantesca operación, la Policía Nacional le detiene y también a demás miembros de su organización con base en el centro de Algeciras. Semanas después se conocen más datos: el más significativo, cómo su organización lavó más de 60 millones de euros de la droga durante diez años proporcionando falsos premios de lotería.
Algunos de los miembros de la red, realizaban ingresos bancarios periódicos por premios al azar. Desde ahí comenzaron las pesquisas. Los agentes comprobaron que Rafael y los suyos falsificaban los certificados emitidos por las administraciones de lotería para acreditar el premio y una recompensa que no existía. Hubo 14 personas detenidas en aquel entonces. Habían creado una estructura que todavía perduraba hasta hoy, una red de empresas tapadera cuyo único fin era incorporar capitales de procedencia ilícita a sociedades que no cuentan con actividad.
Es un poco lo que ha sucedido ahora. Según datos del Registro Mercantil, Rafael figura como administrador de tres empresas diferentes. Una de ellas ya aparecía en el caso de la lotería en el año 2012. En aquel entonces fueron intervenidas 48 cuentas bancarias, 18 inmuebles, 7 embarcaciones, 16 vehículos, joyas, relojes de lujo.
La historia pareció que acababa en aquel entonces, pero los investigadores, años después, han tenido que seguirles de nuevo la pista. Y esa pista les ha llevado hasta el mismo chalet.
Pista de pádel, piscina interior y caballos
Fue al detenerles, en la lujosa vivienda, cuando se percataron del lujo en el que nadaba esta organización: pista de pádel, una piscina exterior, un spa, una piscina interior, una sauna, un descomunal porche para invitados con vistas al jardín, un merendero, motos, tablas de snow…
Los inquilinos, además del buen gusto en la decoración del mobiliario de la lujosa vivienda, eran aficionados a la caza, la pesca, el submarinismo y otras actividades como la equitación. En la casa encontraron toda clase de objetos relacionados con estas aficiones al aire libre.
Una de ellas era el campo de golf, muy cercano a la casa, al que acudían con regularidad. Otras tenían más que ver con los caballos. Era una de las actividades a las que solían llevar a sus hijos cuando salían por la zona. En la zona eran conocidos por su lujoso tren de vida, algo que muchos en la zona relacionaban con una posible pertenencia a estas bandas relacionadas con el tráfico de drogas.
11 registros por toda la provincia
La operación se llevó a cabo a principios de esta semana, y destapó la vida de lujo y de riqueza que este clan llevaba por el sur de la península. Junto a los inquilinos de esta vivienda, cayeron otros miembros de la organización en Algeciras, Los Barrios, San Roque, Jimena de la Frontera, Alcalá de los Gazules y Conil de la Frontera.
El asalto fue planeado durante semanas. Pertenece a una de las nuevas estrategias de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado en la zona. Desde hace algunos meses, los grupos dedicados a desarticular bandas de narcotraficantes que campan desde hace años a sus anchas tanto en el Estrecho como en el Campo de Gibraltar, han cambiado de estrategia.
Según ha podido conocer EL ESPAÑOL, a través de fuentes policiales, se encuentran menos centrados en la incautación de alijos determinados y más enfocados en investigaciones a largo plazo para realizar operaciones de mayor envergadura en la zona. Una de estas, en la que habían invertido varios meses de pesquisas, era precisamente esta operación, que acaban de culminar.
En algunas de las casas intervenidas relacionadas con la organización dirigida por Rafael fueron intervenidos más de 500.000 euros en efectivo, así como un arma corta, munición, joyas, varios vehículos de lujo, motocicletas de alta gama… Los agentes de la operación se incautaron también de una ingente cantidad de documentación en los que se detallaban algunas de las operaciones relacionadas con los hechos investigados.
La discreción de Sotogrande sirvió de gran utilidad, durante meses, a esta organización dedicada presuntamente al blanqueo de capitales. Encaramada en una pequeña loma, la casa y su amplio terreno lo tenían todo controlado desde esa posición. Hasta que una descomunal operación de la policía y de la Guardia Civil se les echó encima. De ahí ya no pudieron escapar.