El alcalde de la localidad sevillana de El Cuervo, Francisco Cordero (Izquierda Unida), ha cesado a los cuatro concejales de su partido dentro del Ayuntamiento por negarse a votar a favor una moción en apoyo de la caza y el silvestrismo en Andalucía durante el último pleno. “Me dijeron que no podían hacerlo porque estaba en contra de sus principios. Yo, en cambio, la apoyé porque me debo a mis vecinos y algunos son cazadores”, explica el regidor a EL ESPAÑOL.
IU ha gobernado en minoría en El Cuervo durante el último mandato, aunque fue la lista más votada en las elecciones municipales de 2015. De los 13 concejales que componen la corporación municipal, cinco militan en la formación de izquierdas, otros cinco en el PSOE y tres en el PP. La localidad tiene 8.600 habitantes.
La decisión de Cordero podría provocar un cambio de ejecutivo municipal, aunque dada la proximidad de los comicios locales, que se celebrarán en toda España el 26 de mayo, hacen que esta hipótesis sea casi imposible.
El conflicto político entre el alcalde y sus cuatro concejales se evidenció en el pleno municipal celebrado el pasado 14 de marzo. El regidor, a instancias de la Federación Andaluza de Caza (FAC), presentó una moción en apoyo de la actividad cinegética en la comunidad.
"Me debo a mi pueblo y no a IU"
En dicha moción, a la que ha tenido acceso este periódico y debatida en numerosos municipios andaluces, se explicaba que la caza es “más que un deporte en Andalucía” y que la practican alrededor de 220.000 habitantes de la región. Además, añadía que, según la Consejería de Medio Ambiente de la Junta, genera en torno a 3.000 millones de euros anuales y 45.000 empleos directos.
“En mi pueblo hay dos asociaciones de cazadores y yo, cuando me presenté como alcalde hace cuatro años, prometí que apoyaría a todas las asociaciones de mi pueblo en sus reivindicaciones. Me debo a mi pueblo y no a unas siglas o a una ideología. Antes que ellas están mis vecinos”, explica el propio Francisco Cordero a este periodista en una conversación telefónica.
El alcalde de El Cuervo asegura que, tres días antes del pleno, durante la comisión informativa con el resto de formaciones políticas, las dos ediles de IU que tienen presencia en ella ya le advirtieron de que ningún edil de su partido apoyaría la moción. En cambio, PSOE y PP le confirmaron su disposición a posicionarse a favor de ella. “Mis compañeras me pidieron que la retirase, pero yo no cedí”.
Durante el pleno, finalmente IU sacó adelante la moción con nueve votos a favor y cuatro en contra. La apoyaron el propio alcalde, los cinco ediles del PSOE y los tres del PP. Cuatro concejales votaron en contra de su propio regidor. Fueron Jon Bejarano, primer teniente de alcalde y delegado de Urbanismo; María de los Ángeles Tejero, delegada de Hacienda y Personal; Francisco Javier Linares, delegado municipal de Educación, y Miriam Zapata, de Cultura.
Este lunes, Cordero firmó el acta de cese de sus cuatro compañeros de partido, por lo que pierden así sus competencias pero no la calidad de ediles dentro de la corporación municipal. El alcalde asegura que, en realidad, la moción en apoyo de la caza ha supuesto “la gota que ha colmado el vaso” en una relación entre él y los concejales cesados que "ya venía deteriorada desde hace algo más de un año”.
"Tragar muchos sapos"
El regidor explica que, durante el actual mandato, ha tenido que “tragar muchos sapos” por la supuesta “dejadez de funciones” de sus compañeros de partido. Cordero pone un ejemplo que, según él, justifica su acusación. Asegura que El Cuervo vivió unas inundaciones por lluvias torrenciales el 18 de octubre de 2017. Durante la madrugada, dice que llamó a sus cuatro concejales para que se unieran a la labor de ayudar a los vecinos que estaban viendo cómo se inundaban sus casas, pero que ninguno colaboró.
“Ninguno me cogió el teléfono. Fue una de las peores noches de mi vida. Había personas mayores pidiendo auxilio y no estaban allí para echar una mano. Desde entonces, mi relación con ellos ha sido muy mala”.
Cordero acusa a la delegada de Hacienda y Personal, María Ángeles Tejero, de “no llegar ni un sólo día al Ayuntamiento a las ocho de la mañana". "Es su único trabajo y se debe al pueblo -continúa-. Pero ella siempre me decía que no llegaba más pronto de las 9.15 o 9.30 de la mañana”.
Acusado de tener "afán de poder"
Tras la decisión del alcalde, los cuatro concejales cesados dieron una rueda de prensa para explicar la situación que han vivido en los últimos días. “El pleno ha sido el detonante de lo que venimos viviendo desde hace más de un año”, señaló Francisco Javier Linares, delegado municipal de Educación. El edil dijo que la moción en apoyo de la caza “es un claro ejemplo de la soberbia y el afán de poder de este señor”.
La delegada de Hacienda, María de los Ángeles Tejero, dijo en nombre de sus tres compañeros: “Estamos cansados de que no se nos escuche, de que no se tengan en cuenta nuestras opiniones, cansados de que se tomen decisiones importantes de forma unilateral por parte de nuestro alcalde y que luego quiera que la gestión del tema en cuestión corra a nuestro cargo”.
Miriam Zapata, delegada de Cultura, afirmó que no son “cobardes por no asistir al pleno ni radicales por no querer aprobar un punto" que, según ella, “nada tiene que ver con las siglas de IU”.
Los cuatro ediles cesados dejaron en manos de la asamblea local de IU la posibilidad de llevar a Francisco Cordero ante la comisión de arbitraje y garantías del partido. También descartaron la disolución de la corporación municipal y emplazaron al alcalde a que cambie su actitud. El partido todavía no ha decidido quién encabezará sus listas en las elecciones municipales del mes de mayo. El actual alcalde dice que sólo se presentará a las primarias de su partido si él puede confeccionar las listas.
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