Liliana, de 20 años, firmó el 8 de enero un escrito de Instrucciones Previas (testamento vital). A principios de este mes de marzo, la joven empezó a sufrir fuertes dolores abdominales. Primero le diagnosticaron una gastroenteritis. Dos días después, la mujer, de origen extranjero, ingresó en el hospital San Jorge de Huesca a causa de una peritonitis.
Tras varias intervenciones, con los niveles de hemoglobina muy baja, los médicos pensaron en realizarle una transfusión sanguínea. Pero se percataron de que la joven había dejado escrito en ese documento de voluntades anticipadas que, en caso de necesidad, no se la realizasen. Ahora se debate entre la vida y la muerte como consecuencia de su creencia religiosa.
Liliana es testigo de Jehová. Los creyentes de esta vertiente del Cristianismo rechazan las transfusiones de sangre por un fundamento bíblico incuestionable para ellos: la Biblia dice que la sangre representa la vida y tan sólo Dios dispone de ella.
La joven lleva cerca de dos semanas en coma inducido. Si su organismo no es capaz de revertir por sí solo su actual estado crítico de salud, la paciente morirá. Cualquier decisión sobre su vida la dejó en manos de otro miembro de su congregación, por lo que la familia queda excluida legalmente.
Sus padres lo desconocían
Los padres de Liliana se enteraron de que su hija es testigo de Jehová cuando los médicos le comunicaron que no podían transfundirla. En declaraciones hechas a El Heraldo de Aragón, la madre, de la que no trascendido la identidad, explica que la joven vive fuera de la casa familiar desde hace dos años, cuando empezó a trabajar, y que ni ella ni su marido comparten dicha creencia con su hija.
En caso de que la paciente hubiera sido menor y sus progenitores adultos, la Justicia dictaminaría qué hacer. Pero Liliana es mayor de edad y firmó de manera consciente y voluntaria el escrito de Instrucciones Previas.
Un juez de guardia sobreseyó el caso porque los hechos no eran constitutivos de delito después de que los facultativos enviasen un informe médico al juzgado. La Fiscalía de Huesca asumió la resolución y no la recurrió.
Ahora mismo resulta imposible administrarle un tratamiento sustitutivo a la sangre porque lo que Liliana necesita son glóbulos rojos. Tampoco se le puede despertar del coma inducido del que se encuentra porque se halla muy débil, lo que impide saber si la joven estaría dispuesta a revocar esas Instrucciones Previas que firmó a principios de año.
Otro testigo la representa
En el documento de voluntades anticipadas, Liliana fijó a otra persona testigo de Jehová como representante legal. Por el momento, según cuenta El Heraldo de Aragón, nadie se ha personado en el hospital. En caso de hacerlo, sería la interlocutora con los médicos. Otros medios apuntan a que a la paciente ya se le habría practicado una traqueotomía.
Liliana procede de una familia extranjera cuyos miembros residen en una localidad oscense desde hace 12 años. Ninguno de sus miembros sabía que Liliana se había convertido a los Testigos Cristianos de Jehová, una religión con 8,5 millones de adeptos en el mundo, según la propia congregación. En la actualidad, la joven residía sola en una piso alquilado y tenía un empleo como limpiadora.
Fue el viernes 15 cuando los médicos que atienden a Liliana pusieron los hechos en conocimiento del Juzgado de Instrucción número 1 de Huesca. Ese mismo día se enteraron sus padres.
La inducción al coma durante varios días -una sedación profunda-, no tiene por qué dejar secuelas neurológicas, coinciden dos médicos consultados por este periódico. Lo que “sí puede dañar sus órganos vitales” es permanecer un tiempo excesivo con bajos niveles de hemoglobina, ya que es la encargada de transportar el oxígeno por la sangre a todo el cuerpo.
Detractores de la homosexualidad o la masturbación
Según la propia concregación de los Testigos de Jehová en España, en el país hay 114.544 “evangelizadores”, como se denominan sus propios miembros. Sus creencias se basan en los 66 libros que componen el Antiguo y el Nuevo Testamento.
Los testigos de Jehová son firmes detractores de la homosexualidad, la masturbación y de las relaciones extramatrimoniales. Sin embargo, aseguran que los impulsos homosexuales no son considerados como pecado. En su página de internet en España, www.jw.org/es, afirman que “la atracción por alguien del mismo sexo por lo general es algo pasajero".