Bernardo Montoya, en prisión provisional por la muerte de la joven zamorana Laura Luelmo en El Campillo (Huelva) el pasado mes de diciembre, se ha retractado de la declaración en la que aseguró que era el autor de los hechos y ha expuesto ante el juez su nueva versión, en la que culpa del crimen a una exnovia suya, de nombre Juana.
Una versión que trascendió a principios de febrero después de que Montoya la explicara a algunos funcionarios de la prisión de Sevilla II, en la que mantiene el asesinato lo cometió una expareja suya a quien conoció en la cárcel Puerto 3.
Montoya ha declarado este jueves ante la titular del Juzgado de Instrucción 1 de Valverde del Camino (Huelva) por videoconferencia desde la cárcel. Según ha explicado en un receso a los medios de comunicación el abogado de Montoya, Miguel Rivera, éste se ha negado a responder a las preguntas de la acusación particular.
Sí que ha respondido a las de la Fiscalía y a las de su abogado, que ha asegurado que "en un principio se autoinculpó por amor, porque su expareja -de nombre Juana- se lo pidió y él no estaba en condiciones muy idóneas".
En relación con las palabras de Montoya en su primera declaración judicial, en la que aseguró que "lo volvería hacer", Rivera ha explicado que "él dice que se refirió al hecho de no inculpar a esa tercera persona".
Su letrado ha incidido en que durante el interrogatorio de la Fiscalía "ha negado reiteradamente que matara, violara -a pesar de que la autopsia confirmó que hubo agresión sexual- o metiera en su casa a Laura; se ha retractado de las primeras afirmaciones y se ha ratificado íntegramente en su última versión".
Ha señalado que ha aportado datos como "dónde se encontraría el martillo con el que presuntamente esa tercera persona mató a Laura y del que ésta se deshizo en un lugar próximo a donde apareció el cuerpo", así como también se habría referido a puntos de su casa en los que se podrían encontrar indicios de que su expareja estuvo allí.
Sobre posibles diligencias, el abogado ha indicado que una vez concluida la declaración "si se estima procedente y esta tiene una credibilidad, se procederá a la práctica de las mismas", entre las que podrían figurar la búsqueda y localización del martillo y la declaración de la nueva persona implicada en los hechos; aspectos ambos que deberán de ser decididos por la jueza.
Los hechos tuvieron lugar el 12 de diciembre de 2018 en El Campillo (Huelva), donde Laura Luelmo llevaba unos días residiendo tras incorporarse el 4 de diciembre a la plantilla del instituto Vázquez Díaz de Nerva, una localidad cercana, para hacer una sustitución en la asignatura de Plástica.
Su cuerpo apareció en un paraje próximo a la localidad campillera cinco días después de su desaparición y tan sólo un día más tarde se detenía a Bernardo Montoya, un hombre que vivía en una vivienda situada a escasos metros de la de la joven.
Tras su declaración en sede judicial, el 23 de diciembre la jueza instructora acordó su ingreso en prisión comunicada y sin fianza ingresando en un primer momento en la cárcel de Huelva para, días más tarde, por seguridad, ser trasladado hasta la de Sevilla II