Cuarenta y ocho horas después de que todo sucediera en Magaluf (Mallorca), Sarah A., la joven soldado británica que fue agredida de gravedad en una discoteca por su supuesta mejor amiga, la también soldado Sidney C., en prisión provisional, ha hablado por primera vez: "No puedo responder a todos los mensajes, pero estoy viva y eso es todo lo que importa".
Los mensajes en su muro de una red social se agolpaban desde hacía horas preguntando por el estado de salud de Sarah A. y por cómo había sucedido tal suceso. Lo único que sus amigos sabían era lo que se había publicado en los medios de comunicación hasta el momento: la reyerta entre las dos amigas que acabó en tragedia para Sarah. Tras esa disputa en la discoteca Banana Disco, en la zona mallorquina de Punta Ballena, Sarah C., de 19 años, golpeó a la víctima con un vaso de cristal en el cuello. Una herida de corte muy profundo, tras lo que tuvo que ser hospitalizada en la noche del lunes después de sufrir una hemorragia.
Aunque el mensaje ha dejado más tranquilo a su entorno más cercano, la joven inglesa continúa ingresada en el Hospital Son Espases de Palma. Aunque según aseguraron ayer fuentes oficiales no se teme por su vida.
Todo ocurrió en la madrugada de este lunes en una discoteca en Magaluf. Ambas se encontraban de vacaciones en la isla junto a otra amiga, con la que además compartían habitación en el mismo hotel. Ese día habían empezado a beber alcohol desde bien entrada la mañana: vodka, ginebra, amaretto y chupitos de varios tipos de alcohol eran algunas de las consumiciones que estas tres británicas habían tomado en algunos establecimientos mallorquines antes de que se produjese la reyerta.
Su amistad en el Ejército
Sidney discutió con Sarah al final de la noche, sobre las 00.55 horas, en la discoteca Bananas Disco, situada en la calle Martín Ros García. La discoteca suele ser frecuentada por británicos que deciden ir a pasar sus vacaciones a Palma de Mallorca, y que eligen este local en la zona, incluida en la Guía de vida nocturna para turistas, por su "diversión desenfrenada".
Tras la disputa, la cabo inglesa golpeó a la víctima con un vaso de cristal en el cuello. Una herida de corte muy profundo, tras lo que tuvo que ser hospitalizada en la noche del lunes después de sufrir una hemorragia, según informó Última Hora. La joven todavía continua ingresada en estado crítico en el Hospital Son Espases de Palma, aunque según aseguraron fuentes oficiales no se teme por su vida.
Tras lo ocurrido, la Guardia Civil se presentó en el lugar de los hechos y arrestó a la soldado británica, ahora acusada de un presunto delito de lesiones graves. Sidney explicó a los agentes que, en realidad, estaba discutiendo con otra de sus amigas y Sarah intermedió entre ellas.
Según la versión de Sidney, que actualmente es soldado en Escocia (Reino Unido), donde conoció a la víctima hace un año, Sarah le propinó primero un puñetazo en la nariz, tras lo que la arrestada le dio un tirón de pelo y después lanzó un vaso contra el suelo que supuestamente se rompió, acabando los cristales en el cuello de la víctima. Dos testigos, en cambio, aseguran que Sidney golpeó directamente con el vaso a su amiga Sarah.
La agresora, oriunda de Hectorforshite (Londres), negó en todo momento ante el juez que fueran ciertos los hechos que se le imputaban. Sidney insistió en que eran "muy amigas desde hace un año" y que trabajaban juntas en el Ejército de Escocia. Lo cierto es que la víctima tiene una foto junto a su agresora en su foto de perfil en una red social, en la que portan incluso la misma ropa.
Cuando el fiscal le preguntó por cómo habían llegado los cristales del vaso, con el que agredió a su amiga, desde el suelo hasta el cuello. Sidney dijo que "habían saltado desde el suelo". "Habíamos bebido todo el día y las dos estábamos muy borrachas", declaró. Si bien, el juez decretó el lunes por la tarde su ingreso en prisión provisional sin fianza por un delito de lesiones con instrumento peligroso al apreciar riesgo de fuga, falta de arraigo en España y para evitar que pueda actuar contra bienes jurídicos de la perjudicada. Las tres inglesas iban a volver a Reino Unido este miércoles.