Ahora, los conflictos en Madrid se resuelven a navajazos. Es lo que se desprende de la ola de apuñalamientos que se está dando en la capital de España y en sus municipios aledaños. El último fin de semana se tocó techo: 7 heridos por arma blanca en 24 horas. Cuatro de ellos de gravedad. Móstoles fue el epicentro, pero también se dieron casos en Getafe y en Madrid ciudad.
No es cosa de un fin de semana. El anterior se produjo el más trágico de los apuñalamientos recientes en Madrid. Un joven de 20 años llamado Alejandro Bartolomé perdía la vida tras recibir una cuchillada en el cuello. Residía en Inglaterra, pero había venido a celebrar las fiestas patronales del municipio de Cobeña.
Estos festejos se han convertido en gigantescos rings de decenas de jóvenes ebrios de fiesta, alcohol y, en ocasiones, drogas. Improvisados campos de batalla donde además de los navajazos vuelan las botellas. Estamos en época de ferias, por lo que ahora proliferan este tipo de batallas campales.
Pero no encasillen a los navajeros de Madrid: no sólo actúan en los recintos feriales. A veces lo hacen en parques públicos, como hace unas semanas en Vallecas. Otras, en el metro, que es donde sucedió la agresión a un niño de 15 años el pasado sábado. A veces, en plena carretera tras una discusión de tráfico, como el acontecido el 6 de abril en Alcalá de Henares. A veces, incluso, trabajan a domicilio, como pasó el sábado por la noche en Getafe. En total, desde el pasado 7 de marzo (hoy hace dos meses) que se produjo una riña tumultuaria entre toxicómanos con 5 heridos por arma blanca, se han contabilizado al menos 25 apuñalados.
Sunday bloody sunday
Cronológicamente, los últimos apuñalamientos han tenido lugar durante el fin de semana más sangriento que se recuerda en Madrid. Entre el sábado 4 y el domingo 5 de enero se registraron 7 heridos por arma blanca. Cuatro de ellos en las mismas fiestas patronales, las del municipio de Móstoles.
Las fiestas del 2 de mayo congregaron en el recinto ferial de Parque Liana a millares de jóvenes llegados de todos los rincones de Madrid y Toledo. Se organizó una discoteca móvil para las dos noches de fiesta. Fue en este evento en el que se registró el orimer incidente: en torno a las 4:40 de la madrugada hubo una pelea entre dos grupos de jóvenes, al parecer por defender a una chica. Un dominicano de 21 años y dos españoles, de 17 y 18 respectivamente, fueron heridos con cuchillos. El dominicano fue el que salió peor parado y sufrió cortes que le llevaron a ingresar en estado grave en el Hospital Rey Juan Carlos.
La violencia de la madrugada del viernes al sábado no fue una situación aislada. Se demostró la noche siguiente, cuando en el mismo lugar y en el mismo contexto se volvieron a registrar varias reyertas multitudinarias que obligaron a intervenir en varias ocasiones a los refuerzos de la Policía Nacional que se habían desplazado para evitar precisamente este tipo de incidentes. El recinto ferial de Móstoles daba más impresión de ser un escenario bélico que una discoteca móvil.
Sobre las 3:40 de la mañana, una de las incontables peleas acabó con un hondureño de 21 años huyendo a la carrera del recinto ferial, y un español de 20 años corriendo para interceptarlo. Cuando le dio caza le propinó dos navajazos por la espalda. Uno de ellos perforó el pulmón de la víctima, que fue ingresado en el Hospital 12 de octubre con pronóstico grave.
Tres apuñalados en una tarde
Pero no solamente en Móstoles se ha decretado el 'finde fantástico de la navaja'. Hasta en en tres puntos más de Madrid se han registrado agresiones con arma blanca. Dos en Madrid capital y otro en la provincia. El primero tuvo lugar el sábado, en torno a las seis de la tarde. Un joven de 15 años resultó acuchillado en el distrito de Fuencarral-El Pardo, cerca de la estación de metro de Begoña. Las rivalidades entre bandas latinas, que han dejado varios episodios luctuosos recientes en Barcelona, podrían estar detrás de este suceso. Ingresó en estado grave en el Hospital de La Paz.
El segundo tuvo lugar sobre las ocho de la tarde en Ciudad Lineal. Un varón de 23 años recibió varios navajazos en el tórax, en la calle Elfo. El chico fue trasladado inestable y en estado grave al Hospital Gregorio Marañón. Y un par de horas más tarde, un hombre de 57 años recibía dos puñaladas en el abdomen en el interior de su domicilio, en Getafe. En total, 7 heridos en 24 horas.
Alejandro, la víctima mortal
Este pasado fin de semana ha sido el más sangriento de los últimos meses, pero fue la semana pasada cuando se produjo el más trágico de los apuñalamientos registrados recientemente en Madrid. Sucedió en el municipio de Cobeña, también en el marco de las fiestas patronales del Santísimo Cristo del Amparo.
Sucedió sobre a las cuatro de la madrugada del 1 de mayo. La plaza de la Villa estaba a reventar. El motivo era la actuación de la DJ Marta, conocida por pinchar en la discoteca madrileña Fabrik. En ese contexto empezó una pelea multitudinaria en la que se vieron involucradas una veintena de personas. La situación se convirtió en un absoluto caos. Un joven de 29 años llamado Alejandro, que reside en el extranjero pero había vuelto a Cobeña para las fiestas, fue agredido con un arma blanca. Otros dos amigos suyos también resultaron heridos de pronóstico leve. Pero Alejandro recibió tres navajazos en zonas vitales; fue alcanzado en el cuello y murió desangrado.
El ambiente caldeado de las fiestas patronales y las rivalidades entre bandas juveniles están detrás de la mayor parte de estos sucesos. El alcohol, las provocaciones, "y los niños, que no saben beber y se ponen muy gallitos", declaraban testigos presenciales de las peleas de Móstoles a Telemadrid. En Cobeña todavía están en shock, porque es un municipio donde "no suele haber peleas con pincho", explicaban los vecinos tras la muerte de Alejandro, coincidiendo en que los causantes de los disturbios eran jóvenes venidos de otras localidades.
¿Pique de tráfico? Navajazo
Pero no solamente en las fiestas acaban a puñaladas. Ahora, en Madrid, un ique con el coche también tiene muchos números de concluir a navajazos. A veces, con el resultado de 'todo el mundo apuñalado'. Hoy hace un mes que cuatro varones resultaron heridos por arma blanca tras una discusión de tráfico. Sucedió en una carretera de Alcalá de Henares. Un coche y un camión impactaron. Del coche bajaron tres varones procedentes del este de Europa. Del mismo lugar que el conductor del camión. Los cuatro se enzarzaron en una violenta discusión que acabó con los 4 en el hospital a causa de los navajazos propinados durante la pelea. Fue el camionero el que se llevó las de perder y recibió tres puñaladas que le dejaron en estado grave.
Ese mismo día, otra discusión de tráfico, esta vez en Francos Rodríguez, acababa con los previsibles navajazos: dos coches se picaron hasta que colisionaron. Tras intercambiar varios improperios, el ocupante de uno de los coches bajó, se dirigió hasta la puerta del conductor del otro vehículo y le pegó una varias puñaladas a través de la ventanilla abierta.
¿Una pizza en el capó? Puñalada
Un par de días antes, un joven de 29 años resultó herido de gravedad tras recibir varios navajazos (espalda y cuello) en la calle Azabache de Carabanchel. La policía detuvo a un colombiano de 41 años poco como presunto autor material. Los hechos sucedieron en el mismo lugar en el que en enero, varios jóvenes se enzarzaron porque uno había apoyado su pizza en el capó del coche de otro. El resultado fue de un hombre herido de gravedad por una cuchillada en el pulmón.
El 27 de marzo, cuatro jóvenes, uno de ellos menor de edad, también resultaron heridos por arma blanca tras una pelea en el municipio de Villaverde. Y a principios de ese mismo mes, un grupo de toxicómanos se enzarzó en una pelea multitudinaria a navajazos que desembocó en que tres hombres y dos mujeres acabaron en el hospital por los cortes producidos.
Si las cuentas no fallan, son 25 heridos por arma blanca en dos meses. No contamos ahí al de la pizza en el capó, que pasó en enero. Arde Madrid. Y ese no es solamente el título de una teleserie de moda. Es el sentir en la capital. La sensación de que los navajazos se han puesto tristemente de moda. El alcohol, las fiestas patronales y la inconsciencia juvenil están dejando un reguero de sangre y alguna vida por el camino.