A partir de ese momento, comenzaron a surgir nuevas sospechas y la opinión pública (y los medios de comunicación) se preguntaba dónde se encontraba Juan Pedro. Al tiempo, fue adquiriendo gran importancia la posibilidad de que los padres estuvieran involucrados en una red de tráfico de drogas. Algo que no negó la familia y apuntaron: "Andrés no estaba implicado voluntariamente en dicho negocio". Voluntariamente, claro. Por ello, algunas personas afirmaban que podía haber sido presionado y que, posteriormente, hubieran retenido al pequeño para asegurarse la entrega. Andrés, que arrastraba muchas deudas, podría haber aceptado este trato o que, coaccionado, accediera a ello.