Sebastián tiene 90 años y disfruta de su jubilación en su casa del barrio de Carabanchel, en Madrid. Hace unos años, vivió uno de los momentos más difíciles de su vida, debido al ingreso de su mujer en una residencia. Aun así, el infierno llegó con sus vecinos de arriba. Unos okupas que, como según ha relatado a las cámaras de Telemadrid, hacen la vida imposible al anciano.
El hombre lleva meses sufriendo un acoso sistemático y ha llegado a pensar en abandonar su hogar. Sebastián ya no puede más. Pese a la denuncia ante las autoridades pertinentes y ha exponer su problema ante la sociedad, va a perder calidad de vida. El anciano ha decidido cambiar su casa, situada en un bajo, a una vivienda en un segundo piso sin ascensor. Todo ello debido a las amenazas y ataques que ha recibido por parte de sus vecinos.
Según ha reconocido a las cámaras de Telemadrid, tiene fuerzas para subir las escaleras de su nueva casa. Aun así, le invade la tristeza y con una sola premisa: que sus vecinos 'okupas' sean desalojados.
La apertura de diligencias por usurpación de viviendas en la Comunidad de Madrid siguió un ritmo creciente hasta 2015 (año en que se incoaron 4.459 expedientes, tras los 4.135 de 2015, los 3.320 de 2013 y los 2.322 de 2012), pero, a partir de ese año, se invirtió la tendencia y el número empezó a descender: en 2016 habían caído ya hasta 1.425 y en 2017 (último ejercicio disponible) eran 905.
En el conjunto de España, la evolución era similar: el número de diligencias por ocupación ilegal de viviendas se redujo de manera constante desde 27.263 en 2015 hasta 10.373 en 2017. Y, en lo que respecta a la fase posterior de concreción del delito, por casos de usurpación había en 2015 un total de 3.461 escritos de calificación, cifra que descendía a 1.057 en 2016 y a 278 en 2017.