La envenenadora de las natillas de Lérida: así quiso matar Mari Carmen a su marido dulcemente
La mujer está acusada de intentar envenenar a su marido con unos sedantes y golpearle con diversos objetos, como un jarrón y una botella de cava.
7 junio, 2019 12:16La relación entre Carmen y su marido llevaba años enfriándose. Ambos habían intentado que el matrimonio, que habían formado hace décadas, no se hundiera. Incluso decidieron acudir terapia psicológica, en 2018, pero no había nada que hacer. La relación se tambaleaba. El 5 de febrero las cosas comenzaron a torcerse. Presuntamente, Carmen golpeó a su marido con una botella de cava y con un objeto contundente, tras ofrecerle unas natillas con sedantes. Ahora, la Audiencia de Lleida la ha condenado a tres años de cárcel.
La sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, la condena por un delito de homicidio en grado de tentativa, y además de la pena de prisión, deberá indemnizar con 5.000 euros al hombre en concepto de responsabilidad civil.
La Audiencia considera probado que la mujer, en febrero de 2018, "en un claro intento de acabar con su vida", golpeó a su esposo primero con la botella y luego con un objeto contundente de cristal en el baño de la vivienda que compartían. Según la sentencia, el hombre consiguió zafarse de la acusada, que en el descansillo de la escalera volvió a tirarlo al suelo intentando golpearle con un jarrón y tras escaparse de nuevo se encerró en una habitación y llamó al teléfono de emergencias 112.
Cuando llegaron los Mossos d'Esquadra, el hombre se encontraba encerrado en la habitación, desnudo y pidiendo auxilio desde la ventana, y la mujer estaba en la bañera con un cristal en la mano, cortes en la muñeca y en las ingles y sangre en la bañera.
Ella explicó que las natillas eran por prescripción médica
En el juicio, que se celebró el pasado abril, la mujer explicó que las natillas era para ella y que las medicinas que llevaban, con propiedades sedantes, se has había recomendado un psicólogo.
La mujer, en prisión preventiva desde que fue detenida, explicó que había machacado las medicinas y mezclado con las natillas para tomárselas ella y contó que no tenía la intención de matar a su marido.
En el juicio, la mujer contó que, tras la comida, ambos compartieron un baño en el que tomaron cava y que fue él quien le agredió a ella por negarse a mantener relaciones sexuales.