Ahora, lo que más preocupa es la posible venganza. Este jueves ha tenido lugar el entierro de Montse Fernández, la hermana más joven de las asesinadas el pasado domingo en la localidad madrileña de Aranjuez. A sus 23 años, Montse recibió un disparo en el abdomen de parte de Juan Mendoza, alias Juanín, cuando intentaba ayudar a su hermana Liset, que recibió un impacto mortal en el pecho segundos antes. Montse fue ingresada en el Hospital 12 de Octubre en coma inducido y finalmente falleció el pasado martes.
La muerte de las dos hermanas, a lo que hay que sumar que su madre, Consuelo, también resultó herida, ha golpeado fuertemente a la familia Fernández. En la misma semana han tenido que asistir a dos funerales. Por eso la rabia entre ellos es notable y han jurado vengarse de los Mendoza, de toda la familia de Juanín.
“Muerto por muerto”, es una de las frases que ya se oía el pasado lunes, en plena resaca del tiroteo. Otra de las frases que más se ha oído esta semana a las puertas del tanatorio de Aranjuez es la de “Ojo por ojo y diente por diente”, haciendo referencias constantes a la ley gitana, minoría a la que pertenecen la mayoría de los miembros de ambas familias, aunque también hay payos, como el marido de Liset. “Les vamos a sacar las tripas, vamos a matar hasta al bebé que tienen amamantando”, aseguraba un primo en conversación con EL ESPAÑOL.
El tiroteo se produjo tras la incapacidad de Juanín de aceptar la ruptura con Cele, su mujer, con la que se había casado en plena adolescencia y con la que tenía cinco hijos y dos nietos. Según los testimonios recogidos, él culpada de ello a su familia política y por eso decidió vengarse contra ellos, disparando desde su balcón contra las tres mujeres. Él había vuelto a casa de sus padres hace tres meses y vivía justo frente a su familia política, lo que facilitó los roces.
Ahora, la familia de los Fernández jura venganza. Y los Mendoza lo saben. Por eso no han vuelto a aparecer por Aranjuez y se encuentran fuera de Madrid en paradero desconocido. Según ha publicado El Confidencial, justo después del tiroteo del domingo se produjo una suerte de éxodo improvisado y hasta 30 coches de la familia Mendoza abandonaron la localidad por temor a las represalias.
Escuchando las amenazas de los Fernández, los temores no son infundados. Todos culpan, no solo a Juanín, sino a toda su familia. Los Fernández aseguran que sus padres conocían que él lo iba a hacer y que por eso abandonaron la vivienda horas antes de que se produjera el tiroteo y que las armas se las facilitó Samuel Mendoza, hermano de Juanín. Los Fernández ahora insisten en que van a ir a buscar a la familia de Mendoza allá donde se encuentren y que Juanín no estará a salvo en la cárcel, asegurando que tienen familiares en las distintas prisiones de la región y que se encargarán de la venganza.
Tras su detención el pasado domingo, Juan Mendoza pasó a disposición judicial este miércoles y la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Aranjuez decretó prisión provisional comunicada y sin fianza para él, que fue trasladado el mismo día a la prisión de Valdemoro. La magistrada decidió mandarlo ahí en vez de a la prisión de Aranjuez porque entendía que los Fernández tienen familia en ese centro y podrían cobrarse su ansiada venganza. Ahora, con Liset y Montse ya enterradas y Juanín en la cárcel, queda esperar.