‘Messi’ es pequeñito, ligero y vivo. “Nervioso, extrovertido, listo y con cara de avispilla”, precisa José María López, su cuidador, entrenador y dueño en la Ganadería Uno. Es (y ha sido) la estrella de los Sanfermines. Su llegada a Pamplona fue anunciada a bombo y platillo. Prometía ser protagonista. Y lo ha sido. Tanto él como los otros 14 mansos destinados a guiar a la manada –seis cada día– desde los corrales de Santo Domingo hasta la plaza de toros. ¿Por qué? Depende a quién le pregunten. Para la organización, los bueyes han hecho su trabajo; para los mozos, han “adulterado” y “desnaturalizado” la carrera.
Ellos, por segundo año consecutivo, han sido la comidilla de estos Sanfermines. En 2018, con ‘Ronaldo’ a la cabeza, ya marcaron la tendencia con encierros rápidos y limpios. De hecho, ninguno sobrepasó los tres minutos y, por primera vez desde 1984, hubo tan solo dos corneados (por toros de las ganaderías Puerto de San Lorenzo y Jandilla respectivamente). Eso se ha mantenido en prácticamente todos los encierros de este 2019, excepto en el de los Núñez de Cuvillo, que sí cumplieron con el mantra de la velocidad (2 minutos y 17 segundos), pero no con el de la peligrosidad (el balance dejó un herido por asta de toro y varias caídas).
Los cabestros de la Ganadería Uno (Guadalajara), por tanto, han hecho su trabajo –aunque no sea del gusto de todo el mundo–. Y el gran responsable ha sido ‘Messi’, presentado como la estrella de este 2019. “No esperábamos tener tanto protagonismo, pero las circunstancias han hecho que así sea”, confiesa José María, que lo conoce desde bien pequeñito y ya intuyó un futuro prometedor en el cabestro. “Yo lo veía correr en los encierros (había hecho 15 antes de ser seleccionado para acudir a los Sanfermines) y sabía que tenía madera”, reconoce.
El talento, al fin y al cabo, ya lo llevaba en el ADN. Su madre ‘Favorita’ es una mertolenga portuguesa y su padre ‘Campanero’, manchego, es de la raza de las ‘Berrendas coloradas’. Ambos, que fueron comprados por José María por entre 1.500 y 2.000 euros, concibieron a ‘Messi’. “Es un cabestro fino. Pesa apenas 480 kilos cuando la mayoría están en los 650. Es rápido y ágil”, cuenta José María.
Por eso, decidió llevarlo a los Sanfermines. A él y a otros cuatro hermanos suyos (del total de 40): ‘Cariñoso’, ‘Lolo’, ‘Generoso’ y ‘Distraído’. En total, cinco concebidos por la misma pareja. Pero el más mediático, sin duda, ha sido ‘Messi’. “El año pasado llevamos a ‘Ronaldo’ y pensamos que era buena idea juntarlo con ‘Leo’”, cuenta José María. Al fin y al cabo, ya estaba lo suficientemente rodado: había debutado en los encierros de Campo Real y el último que había corrido era el de Collado Villaba.
En total, ‘Messi’ había participado en 15 encierros antes de ser seleccionado para ir a Pamplona. “De normal, un cabestro cuesta entre 1.500 y 2.000 euros. Si están como los míos, rodados, pueden llegar a 3.000. Después de correr en los Sanfermines, pueden costar entre 5.000 y 6.000 euros”, reconoce José María, que tiene 150 bueyes en la Ganadería Uno. Es decir, el cabestro 'Messi' es más barato que el futbolista del Barcelona, pero no tiene precio para su dueño. "Lo voy a tener hasta que se muera de viejo (entonces no se puede comer ni la carne de los astados)".
Entre ellos, el mencionado ‘Messi’ y el niño bonito de José María, ‘Ronaldo’. “Ha sido el buey estrella desde que lo compré”, confiesa. Le costó 500 euros y tenía todas las cualidades que se le podían pedir a un cabestro: era rápido, listo, obediente… “Por eso lo llamé ‘Preciso’ (su primer nombre)”. Por eso, cuando en 2018, seleccionaron la Ganadería Uno para ir a Pamplona, él no dudó: “Lo elegí porque realmente es único. No tiene precio. También morirá en mi casa de viejo”, reconoce.
¿Por qué corren tanto?
"Son rapídisimos", se quejaban algunos mozos al hablar de los cabestros. “Están tan entrenados que son como atletas”, comentaban otros muchos. Sin embargo, no es así. “La diferencia con respecto a otros mansos es que nosotros no los tenemos todo el año parados y luego los llevamos a San Fermín”, se defiende José María ante las críticas. Pero tampoco los pone a correr fuera de los encierros. “En ese caso, se les romperían las pezuñas”.
¿Entonces, cuál es el secreto? “Aprenden por el manejo diario de pasearlos por la finca y todo eso. Además, están en plenitud”. ¿El motivo? José María los lleva a correr entre 14 y 20 encierros por temporada. Es decir, después de San Fermín, muchos de ellos participarán en otras fiestas populares. Es el caso de ‘Messi’, que descansará un mes tras llegar de Pamplona y después participará en otro encierro en septiembre.
¿Hasta dentro de un año en los Sanfermines? Eso nunca se sabe. La Ganadería Uno acordó llevar los cabestros en 2018 y, de nuevo, ha repetido en 2019, pero no tiene contrato para 2020. “Espero que sí. Los cabestros han hecho su trabajo”, confiesa, esperanzado, José Luis. Y se defiende. “Es que no hemos batido ningún récord. En el 75, por ejemplo, el encierro de los Benítez Cubero duró tan solo un minuto y 50 segundos. Dicen que son rápidos, pero no es la primera vez”, sentencia.
‘Messi’ y ‘Ronaldo’, ¿aburridos?
Los mozos consideran que se está perdiendo la esencia. ¿La razón? Se quejan de que los encierros, desde que la Ganadería Uno lleva los cabestros, son más aburridos y predecibles; más rápidos, pero menos emocionantes. Que no duran ni tres minutos y que no pueden correr entre los huecos porque los bueyes llevan a la manada muy compacta hacia la plaza.
Con los tiempos, en parte, no se equivocan. En 2018, ningún encierro sobrepasó los tres minutos. De hecho, el primero, el de los Miura, se esfumó en apenas dos minutos y 12 segundos. Y en este 2019, más de lo mismo. Sin importar la ganadería. Con los José Escolar terminando el recorrido en apenas 2:13 o los Jandilla en 2:19. A esto han contribuido los cabestros, pero también los 1.500 litros de antideslizante que embadurnan todo el recorrido desde los corrales de Santo Domingo hasta la plaza de toros.
“No son menos peligrosos”, alude José María. Esa rapidez juega en contra de los corredores más veteranos, que necesitan mayor capacidad física para afrontar el encierro –y son los que más se han quejado–, pero al mismo tiempo añaden vértigo a una encierro que no da tregua. Absolutamente ninguna. Las piernas de ‘Messi’ y ‘Ronaldo’ así lo quieren. Son jóvenes, experimentados y están acompañados de los mejores. Entre ellos, ‘Sevillano’, ‘Elegante’ o ‘Tabernero’. Todos, dispuestos a dar ‘guerra’ hasta que cumplan 14 o 15 años –suelen vivir hasta los 20–. En estos Sanfermines y en los que estén por venir. Aunque, tras estos, les tocará descansar, comer del orden de 800 kilos de pienso al día, vivir y contar que ellos corrieron en Pamplona. No todos pueden decirlo.