Juan Manuel Díaz Padilla, de 40 años, se fue a Punta Cana (República Dominicana) únicamente con un billete de ida. El avión despegó el pasado 28 de agosto y su plan era volver a casa solamente si lo hacía con un anillo de matrimonio puesto. Juanma, como le conocían todos, conoció a la dominicana Elisa Esther Mercedes en el verano de 2017. "Estaba locamente enamorado. Demasiado, diría yo", cuenta su hermano Paco a EL ESPAÑOL durante una conversación telefónica. Su plan era volver a España con ella. No habían pasado ni 24 horas desde que Juanma llegó al hotel en Bávaro cuando fue encontrado flotando boca arriba en la piscina del hotel. Este hombre fallecía después de saborear un ron con Cola-Cola. Según el informe médico, por una insuficiencia respiratoria debido a un infarto. La familia no duerme tranquila desde aquel día. "Son muchas cosas raras. Él tenía el corazón de Indurain", confiesa el hermano a este periódico. Como él, otras 13 personas han fallecido este año en el país caribeño en extrañas circunstancias.
La familia Díaz Padilla vive en el pueblo valenciano de Albal. Hasta aquel trágico 28 de agosto de 2018 eran cuatro hermanos. Juanma era pensionista y en sus tiempos libres le encantaba leer, salir a recorrer las carreteras con su moto estilo Harley-Davidson y tocar la guitarra. Sufría esquizofrenia, pero "la enfermedad estaba muy controlada", reconoce su hermano. Era la cuarta vez que el valenciano iba a Punta Cana. No fue hasta el tercero de esos viajes hasta que el motero conoció a la dominicana. "Le propuso matrimonio y le dijo que sería buena idea que se viniese a España junto a sus dos hijos", sostiene Paco. De hecho, tal y como detalla la denuncia a la que ha tenido acceso este periódico, la idea de casarse fue de Juanma porque a su pareja le habían negado el visado para vivir en España cuando éste intentó traerla junto a sus hijos.
A la vuelta del viaje por el país caribeño, Juanma comenzó una relación virtual con Elisa Esther. De los 1.500 euros de pensión que cobraba el valenciano, le hacía a su pareja una transferencia mensual de 600 euros. "Estaba tan ciego de amor que llegamos a pensar que había sufrido un hechizo de magia negra", confiesa el hermano del fallecido. A su familia no le hacía mucha gracia la idea del matrimonio. Sin embargo, la decisión no era suya.
El 28 de agosto de 2018 Juanma cogió un avión con destino a Punta Cana. Llevaba 1000 euros en efectivo. Fue directo al complejo hotelero de Playa Bávaro y durmió con su prometida. A la mañana siguiente, después de comer, ella se fue a dormir a la habitación y él se quedó en la piscina del hotel disfrutando del sol y su ron con Cola- Cola. Minutos después de tirarse a la piscina Juanma moría de un infarto.
"Lo único que se escuchaban eran las sirenas de las ambulancias"
"Al poco de morir su pareja nos envió un mensaje a través de Facebook contándonos que le había pasado algo a mi hermano. La llamé y lo único que se escuchaban eran las sirenas de las ambulancias", explica Paco. "Mi hermano no estaba enfermo del corazón. Estaba sano y no tomaba drogas. Es todo muy raro. Hay terceras personas en todo esto", añade.
El cuerpo tardó 10 días en volver a España. Aterrizó en Madrid, embalsamado. "Al tanatorio vinieron más de 500 personas", cuenta el hermano. Entre ellas no estaba su prometida. "No volvimos a saber nada de ella", añade.
Las extrañas circunstancias de la muerte hacen que sus familiares se muestren reticentes ante la versión oficial. Están seguros de que hay algo más. Por esta razón, han denunciado lo ocurrido ante la Guardia Civil de Altafar, Valencia y piden que se abra una investigación para aclarar las circunstancias de la muerte. Han pedido al juzgado de Catarroja que se realice una segunda autopsia en España. "He mandado un email al FBI, pero no me han contestado", dice Paco.
13 muertes en un año
En poco más de un año, 13 personas han perdido la vida en hoteles de lujo de República Dominicana en circunstancias similares. Desde el Gobierno del país se ha ordenado una importante investigación que logre esclarecer todo este asunto. Y a ella, incluso se ha sumado el FBI. Se están realizando controles de calidad en las bebidas alcohólicas de las que disponen los minibares, ya que es el foco en el que están puestas las sospechas.