Mouad El Khouli sembró el pánico este miércoles en la Audiencia de Palma. "¡Me mato, me mato, yo no voy a la cárcel!". Fueron las palabras que pronunció este joven, de origen marroquí, mientras los funcionarios leían la sentencia en la que se le condenaba a siete años y medio de cárcel por violar a una joven en 2015. Descontrolado, conforme le detallaban la pena, el individuo fue poniéndose cada vez más nervioso hasta el punto de saltar sobre una mesa, coger unas tijeras y amenazar al personal que había en el despacho judicial.
El joven, gritando, amenazó con autolesionarse e insistía en que no iría a prisión. Poco después, se lanzó a por las tijeras y amenazó a los funcionarios que le rodeaban, que se apartaron rápidamente para que se calmara. Finalmente, los guardia civiles, apoyados por policías nacionales que acudieron en su ayuda, según informa Última Hora, pudieron reducirlo y lo trasladaron a prisión.
El incidente se produjo sobre las 11.00 horas de este miércoles. Si bien, se dio la circunstancia de que en el patio de la Audiencia había un gran dispositivo policial porque iban a ser juzgados un padre y su hijo, por una brutal agresión a un agente, y cuando fueron alertados por el funcionario de lo que estaba ocurriendo, los agentes salieron corriendo en apoyo de sus compañeros.
La amenazó con publicar un video
Cuando llegaron allí, los dos guardias civiles ya habían podido desarmar al joven y lo tenían reducido, aunque seguía muy nervioso. Poco después, al verse rodeado de agentes, el criminal empezó a calmarse y no ofreció resistencia. A continuación, lo esposaron y lo introdujeron en un Seat de color azul que utiliza la Benemérita para trasladar a la cárcel al condenado.
Mouad El Khouli no soportó la idea de ingresar en prisión y protagonizó una escena alarmante en los juzgados. El marroquí fue condenado a siete años y medio de cárcel por violar a una joven que conoció por Badoo en 2015 y a la que deberá indemnizar con 25.000 euros.
El tribunal considera probado que el condenado creó un perfil en la conocida red de citas con un nombre y una foto falsos. A principios de junio quedó con la víctima en el domicilio de ella, en Palma. La joven siguió sus instrucciones y le esperó en ropa interior y con los ojos vendados.
La perjudicada sospechó que no era el que aparecía en la foto y, tras quitarse la venda, le dijo que se marchara. El acusado se fue, pero horas después la amenazó con publicar un supuesto vídeo del encuentro si no quedaba de nuevo con él. La chica accedió y el hombre la violó.