Alfredo Aguilera lleva 8 años siendo alcalde de Malpartida (Cáceres); gobernando en su pueblo, en el municipio que le vio crecer. Pues bien, el hombre ha sido condenado a nueve meses de prisión -a la espera de una sentencia firme- por maltratar y vejar a su exmujer. "Fue solo un empujón", afirma un vecino a EL ESPAÑOL. Lo cierto es que, desde que se conocieron los hechos, todo el pueblo, paradójicamente, se ha volcado con Alfredo y ha justificado los hechos. "Esto se supo ante de las elecciones -en las que ganó con 1.516 votos (cuatro más que el PSOE)-, así que imagínate el nivel de apoyo de los ciudadanos", explica a EL ESPAÑOL un vecino.
Cuando se conoció el suceso, Alfredo decidió dejar el Partido Popular. No quería manchar la imagen de su agrupación, aquella que le había acompañado durante toda su vida. Ante la gravedad de los hechos, el PSOE de la localidad ha planteado una moción de censura y, para ello, a puesto a disposición de la agrupación popular sus cinco concejales. Después de los hechos, Alfredo no podía seguir siendo alcalde de Malpartida. "No parece lógico que alguien condenado por violencia de género siga al frente de instituciones tan importantes como el Ayuntamiento de Malpartida de Cáceres", argumenta el secretario provincial de los socialistas.
"Hija de puta, estás loca"
La sentencia es clara a este respecto. Alfredo, antes de separarse, tras una discusión agarró por los brazos a su ahora exmujer y la empujó mientras la insultaba. Tras aquel incidente, no le quedaron secuelas a la mujer, pero mucho antes ya había sido vejada.
En concreto, el todavía alcalde de Malpartida, la llamó "zorra" y la acosó a través de mensajes de WhatsApp: "Sinvergüenza, miserable, eres lo peor, eres una sinvergüenza y lo vas a ser toda tu vida, patética". Pero también la amenazó con "quitarle los niños" y con "arruinarle la vida".
Estudió derecho y es padre de dos hijos
Alfredo lleva siendo alcalde de Malpartida de Cáceres desde 2011, año en el que la mayoría de los habitantes de este pequeño pueblo, situado a más de 70 kilómetros de la capital, le dieron su apoyo. En realidad, Alfredo no es ningún desconocido para casi los 15.000 habitantes de este municipio cacereño. Ahí pasó sus mejores momentos de infancia y comenzó su historia de amor con su exmujer. Junto a ella, tuvo a sus dos hijos. Entretanto, estudió la carrera de Derecho en la Universidad de Extremadura, igual que su pareja -ahora ex-. Además, perteneció a un conocido bufete de abogados, lo mismo que hizo ella. Malpartida fue testigo de su historia de amor y, también, como sus caminos se separaban.
Alfredo, como muestran las redes sociales, siente auténtica devoción por sus retoños y, también, por el Real Madrid. Equipo al que apoya en todas sus hazañas. Comprometido con su pueblo, ha promovido actividades deportivas, como campeonatos de baloncesto o fútbol. Siempre con la sonrisa por delante, el extremeño era una persona que entendía las demandas de sus ciudadanos. "Es una persona amable, accesible y amena", afirma un vecino a EL ESPAÑOL.
"El pueblo está con el alcalde"
Pero Alfredo ha sido condenado a nueve meses de cárcel por maltratar y vejar a su exmujer. Su pueblo no entiende la condena. Para ellos es Alfredo, una persona que "no da el perfil de un maltratador" y con el que todo su pueblo se ha volcado. Tanto es así que en las últimas elecciones, donde todos ellos eran conocedores de la sentencia -que todavía no es firme- le votaron. En concreto, recibió 1.516. "Ellos votaron a Alfredo, no al Partido Popular", comenta un vecino a este medio. El pueblo ha justificado los hechos hasta tal punto que convocaron una manifestación para luchar por el honor de Alfredo, para expresar que están junto a él en este "delicado" momento.
Su abogada, Teresa Tinoco ha explicado a EL ESPAÑOL que se trata de un divorcio "traumático", donde se han peleado "por todo": por la custodia, la pensión... La mujer, para justificar los hechos, presentó una serie de fotografías, "pero estas han podido ser manipuladas" y de las que tampoco "se sabe la fecha". Además, apunta: "La denunciante no presenta ningún menoscabo emocional o psicológico con los hechos que presenta". "Ha gestionado mal la crisis y eso le ha llevado a una errónea interpretación de la realidad", afirma Tinoco.
Muchos vecinos no entienden cómo Alfredo ha podido ser condenado, por lo que afirman que fue tan solo "un empujón". "El pueblo no está de acuerdo, ellos están con el alcalde", comenta un ciudadano del municipio a este medio. En cambio, otros sí que condenan las acciones del Alfredo. Entre ellos, el Partido Socialista de Malpartida.
El PSOE ha pedido su dimisión
En una rueda de prensa han puesto a disposición de la agrupación popular de su municipio a sus cinco concejales. Además, ha instado al cargo público condenado a que dimita "ipso facto", considerando "gravísimo" que continúe ejerciendo como alcalde y diputado. "En política, cuando un político está condenado tiene que irse para su casa, luego tendrá derecho a ir a apelaciones a recursos a la Audiencia Provincial, a Amparo en el Tribunal Constitucional, al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, a donde crea que tiene que defender su honorabilidad… Pero como cargo público no (…) qué mensaje estamos dando a la ciudadanía", ha afirmado Miguel Ángel Morales, Secretario General del PSOE provincia de Cáceres.
Sobre la manifestación en apoyo al Alcalde, Morales afirma que esa manifestación "va contra la decencia y la ética política", la cual ha sido convocada desde un grupo de Whatsapp del que, como ha mencionado Morales, el alcalde y algún otro concejal eran administradores. Por su parte, Álvaro Sánchez Cotrina, portavoz del Grupo Socialista en la Diputación de Cáceres ha anunciado que el grupo socialista presentará una Reprobación en el próximo Pleno de la Diputación y ha instado a que el diputado entregue su acta, y si no lo hiciera, desde su grupo en Diputación trabajarán para que en su labor de diputado tenga un papel "secundario", "irrelevante".
En Malpartida no todos entienden ese apoyo unánime a su alcalde. No comprenden cómo alguien puede seguir defendiendo a una persona condenada a nueve meses por maltratar y vejar a su exmujer. Un hecho totalmente incomprensible e injustificable y que ha sido reprobado por un Juez.