Pichurry mató a un hombre, luego se subió a un taxi y se fue a un puticlub. Iván González García, el popular asturiano de 34 años conocido como Pichurry, que se hizo famoso como concursante de un reality de la tele, atropelló mortalmente al futbolista Mamel Castañón. Sucedió en Oviedo el pasado 26 de mayo. Pichurry, que iba muy bebido según testigos con los que coincidió esa noche, conducía su flamante Honda Civic azul por la calle Argüelles de la capital asturiana. A las 3:30 de la madrugada arrolló a un peatón. Pero, en lugar de auxiliarlo, aparcó y se fue a seguir bebiendo. Acabó la noche en un club de alterne, aunque antes tuvo tiempo de meterse en otro bar de copas, confesar a medias su delito, propasarse con una chica y ser expulsado del garito. Después, se fue al puticlub.
Nuevos datos sobre el atropello mortal del futbolista asturiano José Manuel Castañón, conocido como Mamel. Un caso que está en instrucción y que acaba de quemar una nueva etapa antes del juicio, que será en septiembre. Han prestado declaración el propietario y la camarera del bar en el que se metió Pichurry después del atropello mortal. Ambos han aportado nuevas pruebas desconocidas hasta la fecha: los dos han confirmado que Pichurry llegó al establecimiento un cuarto de hora después del atropello.
En sus declaraciones, adelantadas por LNE y confirmadas a EL ESPAÑOL por fuentes próximas a la investigación, los testigos han explicado que el popular concursante de televisión llegó al bar en evidente estado de embriaguez. El local se encuentra en Colloto, a las afueras de Oviedo. Serían las 3:45 de la mañana. Lo que sucedió hasta ese momento fue que Pichurry iba conduciendo por Oviedo, bebido, sospechan desde la investigación. A la altura de la calle Argüelles se llevó por delante a Mamel Castañón, un veterano jugador de fútbol sala asturiano, que en el momento de los hechos militaba en el segundo equipo del Boliches.
Impacto mortal
El impacto fue tan fuerte que el cuerpo de Castañón salió despedido a más de 20 metros del lugar del choque. En lugar de detenerse y avisar a la policía y a las asistencias médicas, Pichurry aparcó su accidentado Honda Civic, llamó a un taxi y se plantó en ese bar de Colloto para seguir bebiendo.
Estas declaraciones desmontan la primera versión de los hechos, que sostenía que Pichurry se marchó a su casa después del siniestro. Iván llegó al bar de Colloto un cuarto de hora después del impacto y ya estaba seriamente perjudicado. “Iba muy pasado”, han explicado los testimonios en sede judicial. Cuentan también los testigos que la estrella de los reality entró en el local visiblemente alterado. Allí, bajo los efectos del alcohol, realizó una confesión a medias. Explicó, sin que nadie se lo preguntase, que esa noche había hecho “algo muy grave”. Lo dijo en varias ocasiones, pero no entró en detalles. Pidió consumiciones y siguió bebiendo por su cuenta.
Al puticlub
La borrachera que llevaba hizo que empezase a provocar a algunas clientas del local del que era asiduo. En concreto la tomó con una chica, a la que molestó en varias ocasiones. La mujer se quejó. En vistas de los acontecimientos, el dueño del local decidió echarlo, no sin que Pichurry se resistiese debidamente. Al final consiguió ser expulsado del bar de Colloto. Tampoco entonces hizo Pichurry ademán de reparar el daño que había causado con el atropello. Al contrario: pidió un taxi y se fue a un club de alterne situado en la localidad asturiana de Siero, a poco más de 20 kilómetros de Oviedo.
No ha trascendido cómo le fue por el prostíbulo. Si remató la confesión que empezó a hacer en el bar de Colloto o no. La cuestión es que, al salir, Pichurry volvió a llamar a otro taxi para que le llevase a su casa. Cuando llegó, la policía ya le estaba esperando. Y es que no sabía que un testigo del atropello consiguió tomar una foto de su Honda Civic azul, por lo que la policía solamente tuvo que identificarlo y esperarlo en su casa. Por si fuese poco, una de las cámaras de seguridad de la calle del atropello también registraron la secuencia
Lo negó
Llegó Pichurry a su casa pasadas las 9 de la mañana y negando haber atropellado a nadie. Sostenía que él no había hecho nada, que había estado toda la noche en su casa. Cuando le fue practicada la prueba de la alcoholemia, dio una tasa de alcohol en sangre tres veces superior a la permitida. De todos modos, dicha prueba le fue realizada unas 6 horas después del accidente por lo que, a pesar de que consta el positivo, podría no ser utilizado como prueba en el juicio.
Pichurry, un tipo carismático, un habitual de la noche asturiana, el adalid de la "energía positiva". Iván ganó el concurso Vente a cenar conmigo con unos platos que los comensales ni siquiera pudieron identificar. Cocina astur-brasileña decía que era. Porque sostiene que su novia es de Brasil y es la que le dio las ideas para realizar esa gastronomía fusión que le sirvió para ganar. No se sabe si le contó a ella que acababa de matar a un hombre y en lugar de auxiliarlo se fue a un burdel.
El juicio tendrá lugar después de las vacaciones. Durante estos últimos días se ha citado para tomar declaración a varios de los testigos que coincidieron con Pichurry esa noche. Entre ellos, dos personas que no han comparecido a la citación judicial. En la vista, que se celebrará en septiembre, también está citado el conductor de otro coche que asegura que se había cruzado con Iván y que el concursante le había hecho gestos desafiantes, según explica LNE.
Tras su detención, Pichurry hizo pública una carta en la que pedía disculpas a la familia y aseguraba que, si pudiese ponerse en el lugar del fallecido, lo haría. Pero no puede y el entorno de Castañón sigue clamando justicia para este hombre que jugó en la selección asturiana sub-21. Su cuadrilla de amigos, autodenominada 'Los Horteras', lo despidieron con un emotivo discurso el día de su funeral. Un hombre que se cuidaba, que seguía jugando a pesar de su edad, y que tuvo la desgracia de cruzarse una noche de mayo con Pichurry, ese tipo que lo atropelló y después se fue a un puticlub.