Los bañistas de las playas de Manilvas, en Málaga, no daban crédito cuando vieron a un animal de más de dos metros de longitud en la orilla. Al instante, dieron la voz de alarma y los socorristas corrieron hacia el lugar para ver de qué se trataba.
Al no identificar al animal, ni el peligro que podía ocasionar, los vigilantes llamaron a Protección Civil. El equipo lo fotografío y posteriormente lo remitió al Aula de Mar de Málaga, que poco después informó de que se trataba de un "precioso ejemplar de
Rhizostoma luteum", una especie de medusa que a pesar de
su tamaño y apariencia “imponente”, no es apenas peligrosa.
Su picadura, de hecho, es muy débil en comparación con las que habitualmente solemos encontrar en las playas españolas, la medusa clavel, Pelagia noctiluca.
Aún así, la sorpresa fue generalizada cuando los bañistas vieron a esta medusa nadando por la orilla de la playa. Se trataba de la primera que vez que aparecía una especia así en las playas malagueñas. Si bien, desde ese día no se la ha vuelto a ver.
El avistamiento de medusas es un clásico del verano. En Málaga está operativao una campaña informativa para que puedan informar de todas las que aparecen. Además de pósters y folletos informativos que explican todo lo relacionado con ellas (cuáles son las más frecuentes, qué precauciones tomar y qué hacer en caso de lesión),
hace unos años que lleva operativa la app
Infomedusa, que ofrece a los usuarios información útil sobre el estado ambiental de 132 playas de la provincia y
la presencia o no de medusas.