José Alén, el hombre que mató a su mujer en O Carballiño en enero del año 2017, quedó en libertad después de que la Audiencia Provincial de Ourense decidiese que abandonara la prisión de Pereiro de Aguiar.
El hombre se encontraba ingresado allí desde que acaecieron los hechos, desde que estranguló a Virginia Ferradás Varela, su mujer, hasta la muerte a finales de aquel mes, a principios de aquel año.
Los magistrados entienden que no son necesarias las medidas cautelares de seguridad hasta que la sentencia sea firme. De ese modo, sustituye esas medidas por un internamiento en un centro mental.
Pese a confirmarse que fue el autor de la muerte, no lo acusaron de homicidio. La eximente de enajenación mental fue completa. Mientras se le busca un centro penitenciario psiquiátrico permanecerá en libertad y bajo el cuidado de su familia.
Los hechos
En diciembre de 2016, José Alén fue diagnosticado con demencia. Virginia y él habían vuelto a O Carballiño después de 25 años en Suiza, a donde emigraron por cuestiones laborales. Ella comenzó a notar cambios en su comportamiento y en agosto de 2016 decidieron regresar a España y alquilar una casa a pocos kilómetros del pueblo en el que ambos se conocieron, O Irixo (Ourense).
Poco antes de que acabase el año, ella había solicitado ayuda a la administración. Acudió al Concello y solicitó asistencia a domicilio, según consta en un expediente de tramitación. Marina Ortega, concejala de Servicios Sociales e Igualdad, explicaba en aquel entonces que Virginia necesitaba "a una persona que la ayudase en el domicilio, y que se le incluyera [al marido] en los talleres que se imparten con la Asociación de apoyo a familiares y enfermos de alzhéimer".
29 de enero de 2017. Ocho y media de la tarde. Virginia y su marido habían quedado aquel domingo en ir a comer a mediodía a casa de su familia. Al ver que no aparecían ni contestaban al teléfono, fueron a casa del matrimonio, situada en la calle Alexandre Bóveda. Nadie abrió la puerta. La Policía accedió a la vivienda a través de una ventana, alertada por un cuñado de ella. Allí, los oficiales constataron que Virginia estaba muerta.
Los nueve miembros del tribunal consideraron probado que José, de 60 años causó la muerte de su esposa Virginia por asfixia, "empleando para ello el cable de la lámpara de la mesilla y apretando el cuello con las manos, apretando fuertemente y ocasionándole a causa de ellos, pese a los actos defensivos de Virginia, la muerte".