La esquiadora Blanca Fernández Ochoa salió de la casa de su hermana Lola el sábado 24 de agosto. Le dijo a su hija Olivia Fresneda, jugadora profesional de rugby 7, que iba "cuatro días al norte a hacer senderismo". Desde entonces, la familia desconoce el paradero de la deportista retirada, de 56 años y madre de otro hijo, David. Precisamente, ella y su vástago habían viajado a principios de agosto hasta Biarritz, al sur de Francia, para ver jugar un partido a Olivia. Luego volvieron a Madrid.
Este pasado jueves la familia de Blanca Fernández Ochoa decidió denunciar. Fue la propia hija la que presentó la denuncia en el distrito madrileño de Aravaca por la desaparición de su madre, según explica a EL ESPAÑOL en conversación telefónica Adrián Federigui, cuñado de la esquiadora y marido de su hermana Lola.
Tras la desaparición, la familia de Blanca Fernández Ochoa miró el registro de búsquedas en el ordenador de la deportista. "Vimos búsquedas de casas rurales y hoteles por Asturias, Ávila, Soria...", continúa su cuñado. La desaparecida se dejó el teléfono móvil en su casa. El terminal ya está en manos de la Policía Nacional. Desde que se le perdió la pista tampoco ha hecho ningún movimiento bancario, por lo que los investigadores entienden que se trata de una desaparición de alto riesgo.
Blanca Fernández Ochoa fue la primera esquiadora española en conseguir una medalla en unos Juegos de Invierno. La familia, a través de la Policía, ha difundido la marca, el modelo y la matrícula del coche en el que viajaba, un Mercedes clase A de color negro, 0213CKD. Según su cuñado, lleva una camiseta de hockey con la bandera de Canadá en el asiento del copiloto.
Fernández Ochoa es una apasionada de otro deporte, el golf. Colabora con una empresa de organización de eventos deportivos. Solía jugar en el club La Dehesa, en Villanueva de la Cañada (Madrid). Actualmente, residía en la casa de su hermana Lola Fernández Ochoa, confirma su cuñado. Cualquier información relevante puede ser trasladada a la Policía Nacional a través de los teléfonos 608367251 y el 091.
"Debió salir entre las 10 de la mañana del sábado, cuando desayunó, y las tres de la tarde, cuando nosotros volvimos a casa. A esa hora ya no estaba -añade Adrián Federigui-. Nadie la vio salir ni sabemos a ciencia cierta qué ropa y calzado llevaba".