Milagros Alanís Moyano murió de hipertermia tras ingerir una pastilla de éxtasis contaminada con veneno de rata. Ahora, la Policía Nacional ha detenido a una prima de la joven argentina que falleció tras tomar éxtasis en un festival de Son Fusteret por venderle la pastilla. La chica aseguró ante los agentes del Grupo de Homicidios que facilitó el contacto del ‘camello’ a la víctima. Los investigadores han analizado las conversaciones telefónicas de la sospechosa y han descubierto que ella compró once pastillas en la plaza Serralta y las vendió a la joven y a su grupo de amigos.
Como publica Última Hora, la prima de la fallecida acudió a la Jefatura Superior de la Policía Nacional de Palma el pasado 16 de agosto sobre las 10.30 horas. Los agentes la arrestaron por un presunto delito contra la salud pública y la interrogaron. La joven, de 25 años y nacionalidad argentina, reconoció que compró varias pastillas, pero aseguró que facilitó a su prima el contacto del vendedor de droga de la plaza Serralta.
La detenida, que no llegó a acudir al festival de música electrónica, afirmó que había sido Milagros quien le envió una fotografía de la droga, según fuentes de la investigación. Milagros Alanís, que trabajaba desde hacía tres meses como socorrista en una piscina de s’Arenal, fue al festival con un grupo de amigos y consumió éxtasis.
Tal y como publica el citado medio, la chica sufrió un shock y fue hospitalizada en Son Espases con hipotermia. Los equipos sanitarios la trasladaron dos días después hasta el hospital Clínic de Barcelona, donde falleció el miércoles 17. La familia de la joven relató que desde el hospital les informaron de que la pastilla llevaba matarratas.
Los tres días de agonía de Milagros
La joven, que todavía no había cumplido los 20 años, llegó junto a su hermana melliza, Luli, a Palma de Mallorca. Allí se habían instalado varios de sus familiares, a pesar de ser de Mar de Plata (Argentina). “Yo los incentivé para que vengan a España, porque Argentina no avanza y esto está mejor, pero hijos de puta queriendo envenenar a nuestros hijos es mundial y cada vez inventan drogan más letales”, comentaba el padre de la fallecida.
Eran las siete de la tarde cuando empezó el concierto más esperado por Milagros, el del DJ Marco Carola, una estrella internacional. Milagros ingirió entonces una pastilla amarilla con una calavera. Sospechan en el seno de su familia que la compró antes de entrar al festival. Aproximadamente una hora después, Milagros empezó a encontrarse mal, a sentir mucho calor, a perder el equilibrio, a convulsionar.
Acudieron las asistencias médicas con la intención de reanimarla y enseguida se dieron cuenta de que aquello no parecía el típico golpe de calor. Evaluada la gravedad del caso, los sanitarios optaron por trasladarla al hospital de Son Espases.
El estado de salud solamente fue a peor en las horas siguientes. La fiebre se le disparó y no respondía a ningún fármaco. La temperatura de la chica no bajaba de los 40 grados, producto de las sustancias adulterantes. Pasó el fin de semana y en Mallorca optaron por trasladar a Milagros Alanis al Clínic de Barcelona, tal vez el centro más especializado de España en el tratamiento de este tipo de intoxicaciones. Entretanto, Milagros, la socorrista de 19 años, se iba apagando mientras su cuerpo seguía subiendo de temperatura. El veneno hizo que hasta su aspecto físico se demacrase hasta volverla irreconocible.