"El Rey no se arrepiente de nada de lo que dijo en su discurso pronunciado hace dos años sobre la situación vivida en Cataluña, ¿cómo se va a arrepentir?". Así de contundente se muestra una de las personas que trabajan a su lado cada día en Zarzuela. Este 3 de octubre se cumple el segundo aniversario del que muchos bautizaron como el "23 F de Felipe VI" y aunque han pasado 730 días desde entonces "no cambiaría ni una coma". "Y mucho menos con todo lo que está pasando y ha pasado en los últimos días en el Parlamento de Cataluña. Fue firme en un momento en el que había que serlo, mostrando que la Jefatura del Estado arropaba a la Constitución y a todos esos catalanes que se estaban sintiendo completamente abandonados en aquellos días de octubre de 2017’, añade.
El 3 de octubre de 2017 a las nueve de la noche, el Rey alzó la voz contra "la deslealtad inadmisible" de la Generalitat de Catalunya por haber organizado el referéndum unilateral del 1 de octubre. El monarca espero más de 48 horas para pronunciarse al respecto; mientras muchos españoles se preguntaban por qué no se había pronunciado aún. "Hubo muchos problemas. Sabíamos que había que ser firmes, pero necesitábamos el apoyo total del Gobierno, que tenía dudas".
Con tono rotundo el Rey reclamó al Estado que asegurara el "orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones", señalando el camino del 155. "En Moncloa habían empezado a prepararlo meses antes con mucha discreción. Pero no sabían si era oportuna la intervención en televisión de Felipe VI ante los españoles", nos revela la misma fuente.
Decisión tomada dos días antes
Hacía dos días que la decisión estaba tomada en El Pardo. "El Rey tenía que hablar. Durante el mes de septiembre, pese a los plenos del Parlament en los que se aprobaron las llamadas ‘leyes de desconexión’, habíamos mantenido un perfil bajo, con las apelaciones que él siempre hace al cumplimiento de la Constitución, pero sin querer levantar más tensión. Sin embargo, ante una posible declaración de la República catalana por parte de Puigdemont, hicimos saber a Moncloa, el mismo día 1 de octubre, que el Rey quería dar un paso al frente ante todos los españoles y que la comunidad internacional se diera cuenta de que España es un país serio con un Jefe del Estado a su cabeza", añade.
A pesar de los dos años que han pasado desde entonces, no parece que la situación haya mejorado. En unos días se espera que se haga pública la sentencia del ‘Procés’ y se teme que en las calles de Cataluña puedan producirse actos violentos. "Pues si tiene que volver a hablar, hablará. Siempre a favor de la Constitución. No cambiaría ni una coma de lo que dijo. Sobre todo, su apoyo a la gente, a los que se han sentido solos durante todo este proceso", aseveran en Zarzuela.
El texto del discurso del Rey del 3 de octubre de 2017 fue el resultado de un trabajo en equipo entre Jaime Alfonsín, Jefe de la Casa de Su Majestad el Rey, y el mismo Felipe VI. "Empezaron a trabajar en él cuando vieron las imágenes de las cargas policiales. Sabíamos que iba a tener consecuencias, que su imagen iba a salir perjudicada en Cataluña, pero él quería seguir adelante, jamás dudo. Mariano Rajoy y el ‘jefe’ se reunieron aquí el 3 de octubre por la mañana. Le dieron el discurso, el Presidente de Gobierno lo leyó y dio vía libre sin sugerir ni un cambio. En unas horas, lo grabó con todo el equipo de TVE", afirma el mismo interlocutor.