Las incógnitas siguen rodeando el crimen del bebé de Nuevo Roces (Gijón), encontrado en un contenedor. En un primer momento, Silvia -la madre del pequeño- exculpó su pareja Daniel; afirmó que él no sabía nada del embarazo y que había dado a luz sola, mientras este se encontraba en el trabajo. Pero, ahora, la mujer ha cambiado su versión: fue su novio quien se llevó al bebé nada más nacer, metido en una mochila. Según ha confesado Silvia, estaba vivo cuando salió de la casa que compartían en la calle Jenaro Suárez Prendes.
Silvia -de 28 años- se encuentra en prisión provisional en la unidad terapéutica y educativa de la cárcel de Asturias, mientras que Daniel acude a firmar a los Juzgados todos los días. Este sigue manteniendo que desconocía por completo que su pareja estuviera embarazada. Dos testimonios que solamente arrojan dudas y que tendrán que ser aclarados gracias a los resultados de las pruebas biológicas obtenidas.
Daniel iba a dejar al bebé en un centro de salud
El pasado agosto, un hombre que rebuscaba en un contenedor del moderno barrio de Nuevo Roces (Gijón) encontró el cuerpo de un bebé dentro de una mochila. El pequeño había fallecido debido a las heridas de arma blanca que presentaba por todo el cuerpo. Los agentes comenzaron así una ardua investigación que les llevó hasta Silvia y Daniel. La pareja llevaba viviendo en el edifico frente al contenedor algo más de dos años. Ella había estudiado Magisterio Infantil y él trabajaba en una empresa de suministros eléctricos.
Varios vecinos confirmaron a este periódico que ambos no se relacionaban mucho ni eran muy habladores. Aun así, nadie podía presagiar que ellos fueran los culpables de tan terrible hecho. A principios de septiembre, la Policía detuvo a Silvia y a Daniel en su ático de la calle Jenaro Suárez Prendes. Una vez en comisaría, la joven exculpó a su novio y afirmó que aquel 4 de agosto había tenido a su bebé sola. Durante el día, según apuntan varios testigos, la mujer paseó a su perro, subió a su ático y dio a luz al niño. Además, aprovechó que sus vecinos se encontraban en una reunión, por lo que no oyeron nada.
Daniel se ha mantenido en todo momento ajeno a los hechos, mientras que Silvia ahora ha puesto el foco en su novio. Ahora, afirma que él fue consciente del embarazo y salió de la casa con el niño metido en una mochila con el objetivo de dejarlo en un centro de salud o similar, tal y como apunta La Nueva España. Lo que sí es cierto es que ninguno de los dos se inmutó cuando los agentes le enseñaron la foto del bebé -pese al ensañamiento-. Esta actitud fría es posible que motive la realización de una valoración psiquiátrica en profundidad de ambos. No constan antecedentes psiquiátricos en ninguno de los dos investigados.