La joven estaba muy nerviosa. Aquel día también fue al colegio, el instituto de Vilaxoan, pero llegó tarde, y optó por no entrar en clase. Se quedó fuera con una amiga que la acompañó hasta la caída de las primeras horas de la tarde. Ella fue la primera en escucharla. La primera a la que le contó que su cuñado la acababa de violar.
Incluso al regresar a casa vaciló sobre si revelarle a su hermana la terrible vivencia que acababa de experimentar. Le habló de los acontecimientos de esa misma mañana. Se vio a sí misma aguardando en la parada del autobús, madrugadora, esperando para acudir al instituto. Y el coche de José Enrique Abuín Gey, alias 'El Chicle' derrapando enfrente a ella. A su cuñado insistiendo en que la llevaría él hasta el instituto. Y el trayecto hasta el lugar de los hechos. Y luego el afilado y amenazante filo del cuchillo que aquel hombre blandió para doblegarla.
La historia aparece en uno de los primeros tomos del extenso sumario de la investigación del asesinato de Diana Quer en agosto de 2016. de una de las cuñadas de 'El Chicle'. El relato es desvelado por la propia víctima, y se remonta a 11 años antes del crimen de la joven madrileña de 18 años que desapareció en su regreso a casa aquella tibia noche de verano y que fue asesinada minutos después, precisamente esa misma madrugada, mientras A Pobra Do Caramiñal (A Coruña) proseguía inmersa en las fiestas locales que ella, al emprender ese camino, había dejado atrás.
Quedan dos semanas para que José Enrique Abuín se siente en el banquillo de los acusados a responder por el asesinato que cometió aquel verano acabando con la vida de una joven que lo tenía todo por delante. La Fiscalía y las acusaciones tendrán un reto, y ese será demostrar que 'El Chicle' violó a Diana antes de asesinarla. Piden para él prisión permanente revisable.
El estado del cuerpo cuando se le realizó la autopsia era el de un cadáver que había permanecido sumergido en un pozo de agua natural durante 500 días. El líquido, debido a un proceso de saponificación, frenó la descomposición del cuerpo. Ese estado de conservación permitió a los forenses apreciar, cuando lo examinaron al extraerlo del lugar en el que había sido ocultado, las marcas del estrangulamiento en el cuello de la joven víctima. Debido también a ese mismo fenómeno, los forenses no pudieron hallar restos de agresión sexual en el cuerpo de Diana.
Cuentan con otras armas en su favor para probar que el fin del asesino confeso no era otro que el sexual. La primera de todas ellas es la trayectoria delictiva de 'El Chicle'. Además del caso de Diana, aparecen en su historial otros tres casos relacionados con delitos sexuales. Y en todos ellos actuando con idéntico modus operandi. El mismo procedimiento. El mismo modo de actuar. En la madrugada del 24 de diciembre del año 2017, Abuín aflojó la marcha de su Alfa Romeo gris hasta tres veces. En todas ellas se detuvo a la altura de tres chicas. Las invitó a subir a su coche, pero ninguna accedió. Al día siguiente, en torno a las diez de la noche, lo intentó una vez más,y en esa ocasión casi lo consigue. En pleno centro de Boiro, escurrido ya el ocaso del día de Navidad, El Chicle forzó a una joven y logró meterla en el maletero de su coche para llevársela consigo. Exactamente lo mismo que había hecho un año y medio antes con Diana. La resistencia de la chica y la intervención de dos jóvenes que pasaron por allí evitaron una desgracia mayor. Ese error puso a andar a toda velocidad los relojes de los investigadores de la Guardia Civil que aguardaban el momento propicio para intervenir.
Por este caso fue condenado a finales de abril a 5 años de prisión por rapto e intento agresión sexual. Luego está el episodio de la violación a su cuñada, hermana gemela de su mujer, cuando apenas era una niña de 16 años. Estos tres relatos, acaecidos en similares circunstancias constituyen una prueba fehaciente de las intenciones de Abuín.
El nombre Abuín significa muchas cosas en Rianxo. No hay más que recorrer los pasillos del cementerio para comprobarlo. Pocos familiares hay en la parroquia de Asados que no cuenten con algún miembro de la familia que posea tal apellido entre sus filas. Es también el nombre de una aldea perdida en ese mismo municipio. Allí se la conoce desde hace siglos como la aldea maldita.
En este reportaje EL ESPAÑOL trata de viajar a los orígenes de las actividades delictivas de 'El Chicle'. Figura entre ellas la denuncia por una doble violación y una tercera por abusos sexuales de V. El caso se reabrió en 2018 y sigue investigándose en los juzgados de Noia (A Coruña). Hablamos de su cuñada, hermana gemela de su mujer, y de las veces que la forzó cuando ella era menor de edad en el año 2004. Meses después de la primera presunta agresión sexual abusó de ella tocándole los pechos. Al año siguiente volvió a forzarla dentro de su coche.
Un cuchillo y un Fiat Bravo
17 de enero del año 2005. Regresamos a la escena del inicio. Su cuñada cuenta tan solo 16 años y aguarda en la parada del autobús para ir al colegio. 'El Chicle' la ve y detiene el coche junto a ella. Hace dos años que se casó con su hermana gemela, pese a ser en ese entonces apenas una niña. Se habían conocido en las fiestas de San Antón, en Pontecesures; Abuín tenía 27 años. Rosario, su mujer, tan solo 15. Se dejaron llevar, embriagados por la música de la banda, y pronto empezaron a salir. Ninguno de los detalles tiernos de aquellos días le hizo temblar la mano tiempo después.
Eran las 8 y media de la mañana. Dice la cuñada de 'El Chicle' que fue a esa hora cuando vio su coche, un Fiat Bravo, dirigirse por la carretera hacia donde ella estaba, para luego derrapar con atrevimiento. Le dijo que se subiera, que le acompañase un momento al Banco que tenía que sacar dinero para devolvérselo a su suegro. Luego, le comentó, la llevaría al colegio.
Le dijo que iban a ir a Rianxo. Abuín no paró en ningún momento, ni se dirigió a ningún banco. Salió por la carretera que discurre en dirección a Ribeira. Luego tomó un desvío hacia un lugar cercano, próximo a la localidad de Boiro. Todo escenarios conocidos para él desde su infancia y por supuesto en la actualidad. Ahí, en pos de un lugar apartado de todo, aparcó el coche junto a un descampado, abrió la guantera, miró a su joven y adolescente cuñada, extrajo un cuchillo y le colocó el filo delante de la cara.
-Me amenazó con que me sacase la ropa. Luego me quitó el móvil y se puso a mirar las fotos que tenía. Lo guardó en su lado, en el lateral de conducir, y no volvió a devolvérmelo.
La hoja del cuchillo medía unos 20 centímetros, y tenía el mango de color negro. Se lo puso frente al pecho, pero no se lo llegó a clavar. Luego, sin mayores contemplaciones, la violó.
Al principio se había resistido. Le dijo que no quería hacer nada, que la llevase a casa. Y él le contestó: "Todo esto te pasa por chivata".
- A qué te refieres.
La joven (y cómo no, la mente perversa de Abuín) tenía en mente lo ocurrido en julio de 2004, el año anterior. La cuñada no había logrado desterrar de su mente el recuerdo de aquel hombre manoseándole los pechos contra su voluntad por encima de la ropa. La estaba llevando de vuelta de la playa desde Rianxo a Padrón, a la casa de los abuelos. También en el coche, también en esa carretera, 'El Chicle' paró junto a una refinería, una fábrica local, y pasó lo que pasó. Ella se lo contó a su hermana, Rosario, quien desde entonces comenzó a tener problemas con su pareja. Aun y todo siguieron juntos.
La primera violación de 'El Chicle'
Tampoco entonces la cuñada quiso desvelarle otra traumática experiencia por la que le había hecho pasar ese mismo año la primera víctima del asesino de Diana Quer. La primera agresión sexual de Abuín a su cuñada se sitúa el 20 de diciembre del año 2004. El ahora asesino confeso llegó a casa de los Rodríguez Fraga, en el barrio de As Lombas, Catoira, preguntando por la niña. Le dijeron que estaba allí, así que cogió y, entre excusas, la metió en su coche y se la llevó.
Primero condujo hasta Vilanova. Luego la llevó al parque eólico de Bustelo. Más tarde, al mismo sitio en que al año siguiente habría de forzarla de nuevo, el descampado que rodea la capilla de una iglesia de Boiro.
Una vez allí, sin bajar del coche, le dijo: "Cuento hasta diez para que te saques la ropa". También entonces la amenazó con el largo cuchillo que llevaba en la guantera del coche. La niña tenía miedo. "Me dijo que se la chupara. Le dije que no". Abuín insistió. Abrió un nuevo compartimento del vehículo, donde llevaba escondida una caja de condones. Le exigió que escogiese el sabor.
La niña se negó a practicarle una felación, así que él se dispuso a violarla. Se puso un condón, se quitó el cinturón, los pantalones, del asiento del conductor y se echó, cuchillo en mano, sobre ella, que temblaba en el asiento del copiloto. "Fueron varias veces, pero no puedo recordar cuántas".
"Si me denuncias iré a por ti"
Abuín le había obligado a ponerse un camisón azul que llevaba consigo en el vehículo. Luego le rozó con el filo del cuchillo desde la garganta hasta el ombligo. El asesino de Diana Quer eyaculó una sola vez. No se cambió de preservativo. Todo se prolongó durante unos diez minutos.
Cuando terminó tiró el condón por la ventanilla. Se deshizo también los otros dos que llevaba en la caja. Más adelante se vistió y lanzó una advertencia: si ella contaba a alguien lo que había pasado, iría a por su hermana, a por su sobrina, y luego se suicidaría.
'El Chicle' la abandonó en Villagarcía de Arousa, junto a los semáforos del puerto, y se quedó allí tirada. Antes de marcharse, volvió a amenazarla: "Si lo denuncias, mato a tu hermana, a su hija y luego iré a por ti y a por tus padres". Entonces arrancó el coche a toda velocidad y desapareció.
"Al principio no se lo dije a mis padres, pero esa tarde decidí contárselo". Serían en torno a las siete y media de la tarde de ese día cuando les reveló lo que acababa de pasar. Decidieron llevarla al centro médico de Valga, una localidad cercana. Desde allí la mandaron a un ginecólogo de Santiago de Compostela. Acudió esa noche. La atendieron una doctora y un médico forense. Le dijeron que tenía que denunciar.
Las violaciones a su cuñada, el rapto e intento de violación en Boiro, el asesinato de Diana Quer... Siempre la misma forma de actuar: la amenaza a la víctima, meterla a la fuerza en el coche. El delito sexual siempre está sobrevolando la cabeza de un tipo que comparte apellido con el topónimo de una aldea de su localidad natal. Una aldea que, salvando las distancias, el tiempo y la realidad, muchos todavía consideran que está maldita.