David Guerrero desapareció en Málaga el 6 de abril de 1987. Tras más de treinta años, este misterioso caso sigue grabado a fuego en la mente de los español. Aquella tarde del mes de abril, 'El niño pintor' llegó a su casa, se preparó y emprendió el camino hasta una importante galería malagueña. Luego iría a la academia de pintura donde acudía todas las semanas. Pero ese día era especial: uno de sus cuadros formaba parte de la exposición Recorriendo la Semana Santa. Pero nunca llegó.
Desde ese momento son muchas las pistas que han seguido los investigadores: si había sido secuestrado, si estaba viviendo en Suiza o si había decidido marcharse por su propio pie. Como publica el Diario Sur, la principal pista que se investigó ha sido encontrada en el buzón de Gema, una compañera de clase del joven pintor. Se trata de un dibujo que le hizo David días antes de su desaparición.
La caricatura de un ciudadano suizo
El dibujo, realizado a mano, encajaría con la caricatura que la Policía relacionó con una foto de un hombre suizo que se hospedaba -por aquella época- en un hotel de Málaga. Una camarera de piso encontró en su habitación una servilleta donde se podía leer: 'David Guerrero. Huelin'. La mujer no contó este hallazgo a las autoridades hasta tres años después. Pero para entonces el hombre ya había muerto. Lo cierto es que la caricatura que David realizó al suizo y la que se encontró Gema en su buzón guardan un gran parecido. Solo cambia el gesto.
La mujer ha explicado al citado medio que ambos se sentaban juntos en clase: "Procuraba estar siempre bien pegadita a él, era alucinante verlo dibujar. Pero no solo por lo que dibujaba, sino también por la facilidad con la que lo hacía". Todos sus compañeros admiraban a David, a quien le pedían día sí y día también que les dibujara. Tras su desaparición, la Policía interrogó a varios chicos de su clase y les pidieron si tenían alguno de sus dibujos. "Yo le dije que sí y se lo entregué", afirma Gema. Y desde ese momento no volvió a ver la caricatura que le había regalado David. Hasta ahora.
La mujer, de inmediato, se puso en contacto con Jorge, el hermano de David. Junto a su otro hermano y a un periodista han podido reconstruir lo que hizo el joven pintor aquella tarde del 6 de abril. Además, otras de las pistas que tiene en su propiedad la familia, llegó -de forma anónima- a su domicilio hace un par de meses. La madre de David recibió una carta que apuntaba a un hombre llamado Gervasio y que pertenecía a la peña El Cenachero, donde David tenía acudir esa tarde para sus clases de pintura.
Cronología de una desaparición
David Guerrero Guevara desapareció de su casa de Málaga hace más de 33 años. El joven, como cada tarde, merendó junto a su hermano, recogió su habitación y se cambió de ropa. Tras esto, emprendió el camino a la galería de pintura, que no se encontraba muy lejos de su casa. Era una fecha especial: exponía uno de sus cuadros. Salió de su casa, situada en la calle Sargento García, y se dispuso a cruzar los menos de cien metros que separaban su vivienda de la barriada malagueña 25 años de paz de la parada de autobús. Entrada la noche, los padres comenzaron a preocuparse; no era normal que su hijo no hubiera regresado a su casa.
Después de esperar casi 24 horas, el matrimonio decidió acudir a comisaría a interponer la denuncia por la desaparición del pequeño David. Su padre acudió a la galería y luego a la Peña -donde David acudía a clases de pintura-, pero no estaba ahí. Los días fueron pasando sin tener ninguna pista sobre el joven pintor y los medios de comunicación comenzaron a hacerse eco. El paso del tiempo y la falta de pistas aumentó el misterio. Más de 10.000 personas se manifestaron en las calles para exigir alguna información sobre David. Pero nada.
A lo largo de todos estos años, algunas pistas han hecho despertar cierta esperanza. La primera surgió a finales de 1988, cuando un matrimonio de profesores españoles durante un viaje a Portugal, afirmó haber visto al joven malagueño pintando en las calles de Lisboa, pero la pista no resultó válida y se abandonó la búsqueda en esa dirección. La última pista que cobró más fuerza fue la relacionada con este ciudadano suizo. El hombre, de 70 años y con buena posición económica, habría logrado -presuntamente- de convencer a David para que esa tarde abandonara su casa.
Esta hipótesis cobró más fuerza cuando se encontró en la casa de los Guevara una caricatura de este ciudadano suizo. Tras esto, la camarera de piso encontró una servilleta con la firma del pequeño David. Desgraciadamente, la investigación cesó cuando el sospechoso falleció en enero de 1990.
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