“Estáis en casa, tranquilos. Si hace falta me pongo yo en la puerta”, tranquilizaba entre aplausos Raimon Senpau, el director del Hotel Condes de Barcelona, a la multitud que tenía acogida en el vestíbulo. Sucedió durante la noche del martes, la más grave desde que se conoció la sentencia del Supremo sobre el Procés. Ardía Barcelona, literalmente, durante los disturbios provocados en Barcelona por los radicales. Mientras Mossos y Policía Nacional intentaban repeler en las calles las acometidas de los violentos, esquivando piedras y golpes, el Hotel Condes de Barcelona abría las puertas a los CDR que quisieran refugiarse. No sabía que, con su acción, estaba poniendo en la diana a su propio establecimiento.
Este hotel de 4 estrellas es uno de los más conocidos de la ciudad condal. Está situado en pleno Paseo de Gracia, en una de las zonas más chics de Barcelona, con vistas a La Pedrera de Gaudí y una terraza muy conocida en Barcelona. Un establecimiento con solera cuyo director decidió intervenir durante los disturbios, abriendo la puerta y parapetando así a los manifestantes. Su actuación ha provocado un alud de quejas en las redes: “Les da cobijo a los violentos”, “El Hotel Condes de Barcelona colabora con los CDR” son algunas de las frases con las que muchos usuarios han acompañado sus críticas negativas al local en Tripadvisor. Una especie de llamamiento en las redes que está haciendo que la puntuación del hotel baje a marchas forzadas.
El director del negocio es Raimon Senpau Villanueva, un hombre con una dilatada experiencia en el sector de los hoteles. Fue nombrado director del Condes de Barcelona en 2012, pero lleva desde 2005 gestionando establecimientos hoteleros en su ciudad. Fue director del Princesa Sofía durante más de 3 años, uno de los hoteles barceloneses más emblemáticos. También ha pasado por otros como el Olivia Plaza o el Gran Hotel Don Jaime, todos ellos en Barcelona.
EL ESPAÑOL ha intentado ponerse en contacto con él durante toda la mañana, sin éxito. Senpau, no obstante, sí que ha declarado que "acogimos a muchos turistas a los que los disturbios les pillaron por sorpresa y también a decenas de jóvenes que formaban parte de las protestas. No le cerramos la puerta a nadie", contó a Niusdiario, añadiendo que "los servicios de emergencia tuvieron que atender al menos a cuatro personas dentro de nuestro hotel. Había mucha gente con crisis de ansiedad y también con rasguños por todo el cuerpo, fruto de las carreras huyendo de la policía”, se justifica el general manager. "Abrimos y cerramos la entrada al hotel unas 20 veces. Intentamos ayudar a la gente, tranquilizándola, permitiéndoles cargar el móvil para que hablaran con sus familiares, para que salieran cuando la cosa estuviera más tranquila"
No obstante, a los detractores de los hechos violentos acontecidos esa noche en Barcelona no les ha resultado una explicación convincente que justifique haber albergado a muchos de los participantes en las protestas violentas. Es por ello por lo que muchos internautas han hecho un llamamiento a boicotear el establecimiento. Su puntuación en muchas páginas de reserva de hoteles era rayana a las 5 estrellas, pero la indignación de muchos usuarios ha hecho que esta misma mañana, en algunas webs ya hubiera descendido por debajo del 3 de forma vertiginosa. Y bajando.
Críticas negativas
“Mi experiencia con este hotel ha sido alucinante, tiene una terraza de madera estupenda para hacer que tus barricadas (pacifistas por supuesto) sean las mejores”, empieza, ironizando, una de esas críticas negativas recibidas por el establecimiento horas después de los hechos. “Hay que ser un poco masoca para ir a ese hotel. Con el gancho de la terraza te crees que vas a pasar un buen rato con las vistas y terminas teniendo una pésima experiencia”, prosigue otro. “Horrible. El director del hotel acogió a delincuentes en el hotel que estaban causando destrozos en las calles. No pude dormir en toda la noche. Todo sucio. Atención pésima. Y encima caro. Ojalá cierren” es una de las que más se ha repetido por los usuarios, como otra que lo define como “Hotel pésimo. Mal servicio. Mal educados. Si no eres catalán te tratan con la punta del pie. No recomendable para nada”.
Ahora, este antiguo palacio del siglo XIX reconvertido en hotel, está en el centro del conflicto. “Españoles, cuando vayáis a Barcelona de vacaciones, que sepáis que este señor no querrá vuestro dinero español”, advertía otro de los internautas que rechazaba la acción de Raimon. Para contrarrestar, otras cuentas independentistas han empezado a promocionar el hotel e intentar equilibrar esta especie de guerra de reseñas en internet. "Solo quiero hacer mención y agradecerle a (supongo que era) el director del hotel Condes de Barcelona por acoger a gente asustada en el lobby del hotel...Hoy se te comerán vivo, majo, pero si pierdes tu trabajo, dímelo", manifestó un tuitero indepe.
Asegura Raimon Senpau que dio cobijo a todo el que lo necesitaba. Que había manifestantes, turistas y gente asustada, y que incluso algunos tuvieron que ser atendidos. Sin embargo, su gesto ya ha provocado que el hotel sea señalado por constitucionalistas e indepes, de uno u otro modo. Para el resto de noches de esta semana se esperan nuevos conflictos en las calles de Barcelona. Sólo Raimon sabe si volverá a actuar del mismo modo, viendo cómo está afectando todo lo sucedido al establecimiento que gestiona.