“Ella está tranquila. Con ganas, mucha ilusión y no muy nerviosa”. Esa fue la frase repetida por la reina Letizia, una y otra vez, durante la recepción de la fiesta del 12 de Octubre celebrada el pasado sábado. La infanta Leonor, que estuvo durante el desfile de las Fuerzas Armadas en el Paseo de la Castellana, pero no en el Palacio de Oriente, fue la absoluta protagonista de la jornada. Letizia asegura que sus hijas -ella siempre habla en plural- están serenas ante el intenso y larguísimo "fin de semana" que comienza este jueves, cuando ambas harán su debut público en Oviedo. Por primera vez, las dos hijas de los Reyes acudirán a la entrega de los Premios Princesa de Asturias y Leonor hablará en público, con lo que comenzará su largo camino para ponerse un día la corona.
Si la esposa de Felipe VI aseguró el pasado sábado que Leonor (13 años) y Sofía (12 años) estaban tranquilas es porque lo están. Nadie conoce a sus dos hijas mejor que ella. La reina se ha ocupado siempre, personalmente, de la princesa y la infanta. Con más miedo que otra cosa, Letizia ha querido controlar la imagen pública de las dos niñas, ya casi adolescentes, pensando siempre en su bien. “Siempre han tratado de que llevaran una vida casi normal, ya que del todo normal es evidente que era algo imposible. Y aunque muchas personas aseguran que la reina ha sido una controladora que no las ha dejado respirar, las demás madres no hemos tenido nunca esa sensación. Cuida de ellas como lo hacemos cualquiera. Es verdad que su caso es distinto y ella es consciente, pero las dos crías son educadas, simpáticas, cariñosas y están muy preparadas”, relata a EL ESPAÑOL la madre de una compañera de clase -del Colegio Santa María de los Rosales- de la heredera al trono.
Aunque los reyes se hayan empeñado en que su primogénita tenga una infancia como la de cualquier otro niño, la verdad es que nació infanta, ahora es princesa y en un futuro será reina. Así que, a punto de cumplir 14 años -los hará el 31 de octubre- Leonor tiene que ir asumiendo su destino. “Lo tienen claro, los cuatro. Es muy curioso porque podría ser -o lo normal sería- que entre ambas hermanas hubiera ciertos celos. Sobre todo, de Sofía hacia la mayor, pero ahí la reina ha hecho una labor muy importante. Siempre les dice a sus hijas que ellas son un equipo, que puede que Leonor sea la capitana, pero que ambas son parte de algo muy grande. Y no creo que se refiera exclusivamente a la Corona, se lo dice en su relación como hermanas. Las chicas no están nerviosas, el que está mas nervioso es su padre Felipe”, revela un trabajador de Zarzuela.
Letizia siempre ha querido eso, que Leonor y Sofía estén unidas. La actual reina creció así, con el apoyo incondicional de sus hermanas. Era la mayor de las Ortiz Rocasolano y juntas pasaron muchas cosas, entre otras el divorcio de sus padres cuando ella tenía 19 años, la siguiente Telma, y Érika 15, cosa que les unió más todavía. Después, tras la trágica muerte de la pequeña, las dos hermanas Ortiz se mantuvieron unidas, incluso sabiendo que algunas de las decisiones de Telma no le convenían mucho ni a la reina ni su marido, ni a la Corona, como cuando denunció a casi todos los medios de comunicación del país. Según nos cuenta una amiga de la esposa de Felipe VI, “no ha sido fácil que la relación haya sobrevivido, demasiadas tensiones, pero las raíces eran firmes y eso es lo que busca ahora para su hija Leonor y Sofía”.
Letizia la atendía por la noche
Leonor está llamada a ser la cuarta reina de España desde Isabel la Católica, pero de momento es la XXXVI Princesa de Asturias y como tal se le ha educado, siendo su madre un pilar básico y fundamental en su desarrollo. Letizia jamás ha renunciado al cuidado de sus hijas. Cuando eran pequeñas y necesitaban algo por la noche, ella y su marido se levantaban para atenderlas. La reina siempre ha peleado por tener una jornada laboral que le permitiera compaginar su papel institucional con el de madre y si no ha sido posible, por culpa de viajes o actos por la tarde noche, ha sido su madre, Paloma, quién ha cuidado de ellas.
“Pasar las tardes con sus hijas es su afición favorita. Su relación con ellas es buena y se nota. Las dos chicas confían en su madre para todo. A pesar de estar rozando la adolescencia disfrutan pasando tiempo juntas, tienen muchas aficiones comunes como la lectura, el teatro o el ballet. Comparten ropa muchas veces, aunque a Leonor le faltan centímetros por crecer todavía. Todo el mundo dice que Leonor se parece más a su padre en carácter y Sofía más a Letizia, pero ambas se parecen a la reina: son espontáneas, curiosas, educadas y simpáticas. Tanto la princesa como la infanta saben quiénes son pero no se dan importancia por ello. En el colegio son dos más, ya sé que nadie me cree cuando lo digo, pero es cierto. Se relacionan como todos los demás, aunque según me han contado alguna vez han tenido que aguantar alguna broma de mal gusto por parte de otro alumno, pero han sabido solucionarlo ellas con ayuda de sus amigas”, cuenta esa misma madre del colegio.
Siempre ha llamado la atención lo disciplinadas y formales que son las dos hijas de los Reyes en los actos públicos, como en la proclamación de su padre cuando apenas tenían nueve y siete años, o en el desfile militar de la Fiesta Nacional -del sábado pasado-, pero cuando no hay cámaras delante se han comportado siempre como dos niñas inquietas y divertidas.
"No pueden perder clase"
Letizia intenta llevar a sus hijas al colegio cada mañana. El centro, Santa María de los Rosales, se encuentra muy cerca del complejo de La Zarzuela. La Princesa de Asturias cursa ya tercero de la ESO mientras que su hermana se encuentra en primero. El contacto de la reina con el centro educativo de sus hijas es constante. Se reúne con los tutores dos veces al mes para ver cómo van las dos en los estudios y mantiene un contacto fluido con todos los profesores. Una de las razones por las que tanto Leonor como Sofía no han aparecido en público en tantas ocasiones como nos gustaría a todos ha sido el que las dos adolescentes no perdieran clases, algo que su madre ha comentado en muchas ocasiones. “No pueden perder clase, tienen colegio”, ha asegurado a la prensa muchas veces cuando se les ha preguntado por ellas.
Seguro que su madre protestó cuando se decidió que la princesa y la infanta acudieran el jueves a Oviedo porque las dos chicas tendrán que hacer pellas. Leonor se perderá el primer día las asignaturas de Lengua y Literatura, Tecnología, Física y Química, Inglés, Francés y Tutoría. Mientras que el viernes la echarán en falta en clase de matemáticas, lengua, inglés, tecnología y dos horas de dibujo. Pero merecerá la pena porque todos los asturianos están deseando recibirlas.
La Familia Real llegará a Asturias este jueves para asistir al acto oficial de bienvenida al Principado, que tendrá lugar en la ovetense Plaza de Alfonso II el Castro, delante de las puertas de la Catedral de la ciudad. Luego Leonor y Sofía podrán descansar en el Hotel Reconquista, donde se alojarán con sus padres hasta el sábado. Esa noche los Reyes irán al Concierto de la Orquesta de la Fundación Princesa de Asturias mientras sus hijas se quedan descansando. El plato fuerte llegará el viernes, con la entrega de los premios en el Teatro Campoamor. Será entonces cuando la heredera dará su primer discurso en público. Leonor asumirá su condición de ser la primera en la línea de la sucesión en una ceremonia importante, ante un público numeroso pendiente de sus gestos, sus miradas, sus palabras, su tono de voz… De todo. Pero, afortunadamente, la heredera no estará sola en el día de su estreno. Como le ocurrió a su padre hace 38 años, en su debut en estos galardones estará arropada por sus padres los Reyes, su hermana Sofía y su abuela Sofía. Las palabras de Leonor cerrarán un acto en el que como es costumbre desde que nacieron contará con una larga alocución del Rey llena de contenido y relevancia.
Sin duda, Leonor tiene en su madre la mejor maestra para aprender a hablar en público, quien le está ayudando a prepararse para el gran día. Ya dio muestras de soltura el año pasado, cuando leyó un artículo de la Constitución en el Instituto Cervantes al cumplirse el 40 aniversario de la Carta Magna. Fue entonces Letizia la encargada de preparar con su hija esa intervención que le quedó perfecta. Pero, además, la Princesa de Asturias lleva casi diez años recibiendo clases en su colegio de expresión oral y dramatización, lo que le ha dado aplomo a la hora de hablar en público con naturalidad. “También han ayudado los de protocolo y el jefe de Comunicación, dándole consejos prácticos y explicándoles cómo será todo el acto en el Teatro Campoamor”, cuenta una persona que trabaja dentro de Zarzuela.
Tras ese momento histórico en su camino como heredera al trono, la jornada del sábado será más relajada. La princesa y su hermana acudan a la localidad de Asiegu para entregar del premio al Pueblo Ejemplar de Asturias. Las dos adolescentes recorrerán la villa conociendo a sus habitantes y sus costumbres. La heredera volverá a tomar la palabra.
Tras la intensa visita a Asturias, la princesa de Asturias y su hermana regresarán a Madrid para volver el lunes a la rutina de las clases desde las ocho de la mañana. Mientras, los Reyes tomarán rumbo a Japón el mismo día 20 para acudir, dos días después, a la ceremonia de entronización del nuevo emperador del trono del crisantemo, Naruhito. Después continuarán con su viaje a Corea.