Mariano se acoda sobre la barra de la única casa de apuestas que hay en su pueblo, Alcalá del Valle. Desde hace unos meses, el hombre, que tiene un hijo que cayó en la ludopatía, se acerca cada día a este negocio a tomarse una cerveza o una copa de vino, a comer una tapa antes de cenar y a charlar con algunos conocidos. Mariano, que no prueba suerte, tampoco le quita un ojo a la puerta. En realidad, viene hasta aquí para vigilar que su chaval no entre al local. El hijo de Mariano está en proceso de rehabilitación y le va a hacer abuelo dentro de unos meses.
“No quiero que se arruine la vida ahora que está volviendo a levantar la cabeza”, dice Mariano, de quien no desvelaremos su verdadera identidad por petición expresa. “A nuestro pueblo llegó la peste hace seis años, cuando abrió este local. Ahora que se va a abrir un segundo, no quiero imaginar las nuevas desgracias que va a traer a muchas casas, como ya lo hizo en la mía”.
Alcalá del Valle es una pequeña localidad gaditana de 5.100 habitantes, aunque censados hay poco más de 3.000. Está situada en la falda norte del parque natural de Grazalema, en el interior de la provincia de Cádiz. Es tierra de gente ruda, trabajadora, de jornaleros que no le temen a emigrar fuera de España durante las temporadas de cosecha.
Hace seis años abrió la primera casa de apuestas en el pueblo. Se encuentra en el centro de la localidad, a cuatro minutos a pie del instituto, a dos de los dos colegios y a sólo uno de la biblioteca y del polideportivo municipal. El segundo local de este tipo ya tiene todos los permisos y la documentación en regla, pero le falta la firma del alcalde, Rafael Aguilera (IU).
El regidor, respaldado por la mayoría del pueblo, quiere impedir que otro negocio de las mismas características se instale en el municipio. Tiene el apoyo de asociaciones locales, de hermandades, de padres y madres de alumnos y también de toda la oposición en el Ayuntamiento.
"Un cáncer para el pueblo"
“Las apuestas por internet y este tipo de negocios en concreto son la droga del siglo XXI. Los vecinos de este pueblo deberíamos ser escuchados”, explica el alcalde. “No queremos una segunda casa de apuestas. La única que hay ya nos ha traído muchos problemas. Está destrozando familias y yo no puedo quedarme de brazos cruzados. Hay temporeros que se traen ocho, diez y doce mil euros ahorrados de trabajar en el campo en Francia y que, cuando vuelven a Alcalá, se lo gastan todo en menos de un mes en las dichosas apuestas. Eso rompe la convivencia en una casa y se pierde la felicidad”.
Desde el pasado lunes 14 de octubre, el Consistorio de Alcalá del Valle promueve una recogida de firmas entre los vecinos del pueblo en contra de la apertura de la segunda casa de apuestas. Por el momento hay en torno a 1.400 -sólo pueden firmar los mayores de 18 años-. Pero el alcalde del pueblo sabe que su lucha y la de sus vecinos tiene escaso recorrido si no se suman otras localidades españolas similares en tamaño y población donde las casas de apuestas también estén generando problemas de adicción.
“Sabemos que la ley no nos protege”, dice Rafael Aguilera. “Pero en pueblos tan pequeños, donde apenas hay actividad cultural, donde estamos alejados de las grandes capitales, estos negocios dañan mucho a nuestra sociedad. Las autoridades que están por encima deberían tener especial sensibilidad con nosotros. Una segunda casa de apuestas aquí sería como un cáncer que enfermaría a todo mi pueblo”.
En manos de las comunidades
En España, las competencias del juego se encuentran en manos de las comunidades autónomas. La nueva empresa que va a instalarse en Alcalá ya tiene el local dispuesto y el visto bueno de la Consejería de Hacienda y Administración Pública de la Junta de Andalucía. El regidor sólo puede validar la apertura del nuevo negocio. Por ahora no ha estampado su firma en el proyecto, lo que podría llevarlo a los tribunales en caso de que la empresa le demande.
“Sé que la justicia le va a dar la razón a la empresa si yo no firmo. Me puede costar una inhabilitación y al ayuntamiento, el dinero. ¿Qué puedo hacer? Voy a dilatar todo lo que pueda la apertura de esa segunda casa de apuestas, aunque sepa que la legislación no me ampara. Me apoya mi partido a nivel provincial, mi grupo político en el pueblo, la oposición y también mis vecinos. Sólo quiero que alguien recapacite si escucha la voz de toda esta gente que no quiere ese nuevo negocio”, insiste el alcalde del pueblo.
En España hay cerca de 6.500 casas de apuestas. Muchas tienen aspecto de bar, pero dentro del local suelen disponer de máquinas tragaperras y de apuestas online de deportes, y también mesas con juegos de casino como la ruleta o el blackjack. La mayoría se reparten en capitales de provincia y en grandes municipios. Los barrios con rentas bajas y medias son los más afectados por la llegada de estos negocios.
Sólo en el segundo trimestre de 2018 (abril-junio), el sector del juego online generó 4.627 millones de euros, según el segundo informe trimestral de la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ). Pese a todo, el sector parece sufrir su primera crisis desde que irrumpió en el país. Perdió un 0,15% de volumen de negocio con respecto al mismo trimestre de 2018, algo que también sucedió durante los primeros tres meses de 2019 si se comparan los datos con los del año anterior (-4,17%).
Apuestas y trapicheo de drogas
Entre los colectivos que se oponen a la apertura de una segunda casa de apuestas en Alcalá del Valle está la Asociación de Madres y Padres (AMPA) de uno de los dos colegios del pueblo, el Maestro José Arenas Pulido. Charo Valle es su presidenta. “En ese salón de juego no sólo se apuesta. En los alrededores se trapichea con drogas y hay menores con 15, 16 y 17 años a los que se permite echar una apuesta de fútbol. Todo eso se sabe en el pueblo. Se empieza con una apuesta de dos o tres euros a un partido cualquiera y se puede acabar arruinando a unos padres y destruyendo a toda una familia”.
Charo Valle explica que en el pueblo existe “preocupación” por la apertura de esa segunda casa de apuestas. Dice que los vecinos saben que la legislación ampara a los operadores siempre que cumplan la normativa vigente, pero coincide con el alcalde a la hora de reclamar que se escuche a los vecinos. “Merecemos que se nos tenga en cuenta. No queremos ese tipo de negocios en nuestras calles. Tenemos muy mala experiencia con la primera casa de apuestas que se abrió hace seis años”.
El Ayuntamiento de Barcelona, encabezado por su alcaldesa, Ada Colau, presentó este pasado miércoles un proyecto para limitar la apertura de nuevas casas de apuestas deportivas en la Ciudad Condal. Es el primer consistorio que lo hace en España. La iniciativa busca, según reconoció el Ayuntamiento, “sacudir” a los gobiernos central y autonómico y alertar sobre los riesgos del juego para la salud, una adicción que se ceba con los más jóvenes.
Rafael Aguilera pretende entregar las firmas recogidas a la Junta de Andalucía y al Gobierno español, acompañadas por la moción aprobada por unanimidad esta semana en pleno municipal. Pretende que se modifique la legislación vigente sobre casas de apuestas y se permita a los ayuntamientos tener cierto grado de competencias a la hora de habilitar este tipo de actividades.
“Pura demagogia” del PSOE-A
Desde el 17 abril de 2018, tras una modificación legislativa llevada a cabo mediante decreto, las casas de apuestas en España pueden estar a menos de 50 metros de un centro escolar pero no a menos de esa distancia de un establecimiento de sus mismas características. Por otro lado, el pasado 10 de octubre, el Parlamento andaluz rechazó con los votos de PP, Cs y Vox una propuesta del PSOE-A de vetar las casas de apuestas a 500 metros de los colegios.
Pero el alcalde de Alcalá del Valle piensa que es “pura demagogia”. “Los socialistas han estado hasta hace unos meses gobernando Andalucía. Ahora proponen algo que podrían haberlo llevado a cabo durante sus gobiernos. Es puro falserío, se está jugando con la gente”.
Maru Alfaro tiene 35 años. Nació en Alcalá. Es psicóloga. Gestiona un programa municipal de prevención de drogodependencia y adicciones. “Las casas de apuestas son adicciones sin sustancia. Detrás del juego no hay nada tangible que consumir. El daño físico, como en el caso del alcohol o las drogas, sólo se puede ver a largo plazo. Pero el deterioro psicológico que provocan es muy notable. También el económico, claro está, pero a mi juicio se convierte en secundario porque el más afectado es el adicto al juego”.
En Alcalá no quieren que se abra una segunda casa de apuestas. Su alcalde lo tiene claro. “Aunque me cueste el cargo, yo lo voy a intentar de todos modos. Sé lo que supone que en una casa entre una adicción. En la mía sucedió hace unos años. El amor y la felicidad de una familia se rompen. Yo no quiero eso para mi pueblo. No sé cómo no le da vergüenza a gente como Manolo Lama, Carlos Sobera o José Coronado hacer anuncios de casas de apuestas. A mi despacho cada día llegan dramas a causa de ese negocio, por eso yo no estoy dispuesto a contribuir a hacer más grande ese monstruo”.