¿Quién asesinó a la viuda de la CAM?: el yerno, declarado no culpable por el jurado popular
Miguel López, único procesado y yerno de la fallecido, ha contado con los seis votos a favor y tres en contra del tribunal.
10 noviembre, 2019 17:49Noticias relacionadas
El jurado popular que ha enjuiciado el homicidio de María del Carmen Martínez, viuda del expresidente de Caja Mediterráneo (CAM) Vicente Sala, considera "no culpable" al único procesado y yerno de la fallecido, Miguel López, en un veredicto que acaba de hacerse público.
La portavoz de las seis mujeres y tres hombres ha leído el veredicto en la sala de vistas delante de López, los abogados de las partes y los periodistas, tras casi dos días de deliberaciones secretas y en condiciones de incomunicación.
El recuento ha sido de 6 votos a favor y 3 en contra. Los abogados defensores del sospechoso lograron así convencer al tribunal de que sin pruebas directas no se puede construir un veredicto de culpabilidad. Enfrente de esa postura, que es la que ha ganado, estaba un extenso sumario repleto de prueba indiciaria en contra de López.
La decisión se produce después de que anoche, viernes, en torno a las 21.30 horas alcanzaran un primer veredicto que, no obstante, fue devuelto por la presidenta del tribunal, la magistrada Francisca Bru, al considerar que había errores en la argumentación.
Se trata, por el momento, de un crimen sin culpable, ni castigo. López se enfrentaba a los delitos de asesinato y tenencia ilícita de armas. Es la conclusión de un juicio que ha durado casi un mes, 18 sesiones, más de un centenar de testigos. Todo ello para que el jurado tratase de averiguar qué ocurrió aquel día en el lavadero del concesionario de Alicante.
Aquella tarde, María del Carmen fue a recoger su coche sola. A oscuras, en el interior del coche, recibió dos tiros en la cabeza que acabaron con su vida. Las balas pertenecían a una pistola de más de cien años con las balas modificadas. El arma nunca llegó a aparecer. Solo se localizaron los dos casquillos de las balas. quedaron del crimen fueron dos casquillos.
Guerra familiar
María del Carmen Martínez falleció poco antes de las 19 horas del 9 de diciembre de 2016 de dos disparos en la cabeza recibidos en el lavadero del concesionario de automóviles de Alicante de su propiedad y que regentaba su yerno y único acusado, Miguel López.
Durante el juicio se han puesto de manifiesto las diferencias irreconciliables entre la víctima y su hijo primogénito, Vicente Sala Martínez, que ejerce la acusación particular, por un lado, y las tres hermanas de la fallecida y sus cónyuges, por otro.
Estas desavenencias tienen su origen en la gestión de los negocios familiares, con un valor de unos 120 millones de euros sobre todo por la firma de plásticos Samar, y se ha puesto de manifiesto que la víctima tenía previsto traspasar la 'acción de oro' a su primogénito, lo que le habría dado el control de las empresas en perjuicio de las tres hermanas.
El sumario y las investigaciones
El sumario que contenía la investigación policial describía el modo en que el yerno de María del Carmen había ensayado el crimen cuatro días antes de ejecutarse. Ese mismo lunes, 5 de diciembre, envió a un trabajador a realizar tareas fuera del concesionario justo a la misma hora que volvió a ordenarle mover unas piezas de mobiliario, el viernes 9 de diciembre, cuando se produjo el asesinato.
Los empleados aseguraron que fue una orden muy rara puesto que sugirieron hacerlo otro día pero Miguel se empeñó en que se llevara a cabo ese mismo viernes, para no tener testigos del asesinato, según deduce la Policía.
De esta forma, fue él mismo el que dio las llaves de su coche a su suegra, algo que extrañó a los agentes. Les resultó chocante porque llevaban un tiempo casi sin hablarse y lo normal es que hubiera sido un empleado el que la atendiera. De hecho, la hermana de María del Carmen declaró que le pareció muy raro la amabilidad que mostró Miguel López al recibir a su suegra.
El sumario también asegura que un trabajador se encontró con el yerno de María del Carmen cuando ya había terminado de atenderla en el lugar del crimen y que éste no le dejó acercarse al coche para ver a su suegra y se lo llevó incluso cogiéndole del hombro, algo nada habitual en el detenido que era muy frío en el trato con sus trabajadores. El empleado llegó a declarar que al fondo vio a la silueta de la mujer sentada en el asiento delantero de su coche pero no puede saber si estaba viva o muerta.
Después de apartar al trabajador, Miguel se fue a su casa, dejó su coche en el garaje, pasó unos minutos ahí donde pudo lavarse para que no se encontrara ningún resto de pólvora y se fue al chalé de su cuñada, que está situado junto al suyo. En ese momento encendió el móvil que había estado convenientemente desactivado y apagado desde hacía más de una hora. Solo en ese momento se le pudo ubicar en esa posición.
En casa de su cuñada y después de recibir el aviso de uno de sus empleados, se volvía a tener imágenes suyas de las cámaras de seguridad de las viviendas familiares de los Sala en las que se le ve saliendo a la calle a hablar fuera del chalé. De nuevo Miguel López regresaba al concesionario donde ya ha sido hallado el cuerpo de María del Carmen y ahí tiene una segunda oportunidad de lavarse y quitarse posibles restos de pólvora puesto que al ser un familiar los agentes le dan más libertad que a los empleados, según describen los investigadores.
En las pruebas, todos los trabajadores, incluido el yerno detenido, dan negativo en restos de pólvora. El informe policial deja claro que el yerno de la viuda de Sala estaba en el concesionario cuando ocurrió el crimen y se marchó poco después de que María del Carmen muriera. Luego regresó cuando le avisaron.
Los hijos de Miguel López y Fuensanta Sala odiaban a su abuela. Y eso aparecía también recogido en el sumario. El mayor llegó a colgar en una red social un selfie suyo con las palabras "Jaque Mate" pocos días después del asesinato. En varias conversaciones grabadas por la policía entre el chico y sus padres se le escucha a Miguel recriminarle a su hijo esa "gilipollez". "Tú estás mal de la cabeza. Eres un inmaduro".
Su hermano pequeño, que es menor y tuvo que declarar en presencia de su madre, también había colgado en las redes sociales mensajes despectivos contra su abuela: "Decepcionado es la palabra, más falsa que tus putos bolsos".