Este fin de semana era especialmente ilusionante para Luis Salazar (41): era el primero que iba a pasar con su hijo de 17 meses tras conseguir la custodia compartida. Sin embargo, el exsuegro de Luis, Juan Antonio F. R, no estaba dispuesto a que su nieto se separa de él, hasta el punto de que el pasado martes acuchilló a su exyerno hasta matarlo.
Juan Antonio apareció la madrugada del martes en la comisaría de Mieres (Asturias) con las manos y la ropa cubiertas de sangre. El hombre de 69 años confesó entonces haber matado al exmarido de su hija, M. F. C. Los agentes acudieron al domicilio de la víctima en la calle Numa Guilhou. Allí se encontraron el cadáver de Luis con varias puñaladas en el vientre y degollado.
Este jueves, Luis fue enterrado en Benavente (Zamora), su ciudad natal y donde había residido hasta que en enero de 2017 se comprometió con M. F. C. y se trasladó a Mieres a vivir con ella. También consiguió trabajo en un concesionario de Toyota en Oviedo. La pareja se casó en julio de ese mismo año y, debido a las dificultades que tenían para concebir, contrataron un costoso tratamiento de fertilidad. La inversión dio sus frutos y en julio de 2018 nació su primer hijo. Lo que debía ser un motivo de alegría se tornó en una pesadilla.
La relación en ese momento se volvió muy tensa, debido a la dedicación obsesiva que mostraban la madre y su familia por el niño. Esto terminó por romper la relación, según han relatado los familiares de la víctima a La opinón de Zamora. Después de esto Luis pasó unos meses en casa de una hermana en Oviedo, al tiempo que empezaba a pelear por la custodia compartida del pequeño. Finalmente lo consiguió y volvió a Mieres. Este fin de semana hubiese sido el primero que compartían padre e hijo.
Ni rastro del arma
Mientras Luis era enterrado, su asesino confeso entraba en prisión provisional, comunicada y sin fianza decretada por la magistrada del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 1 de Mieres. Juan Antonio, camionero jubilado, se encuentra actualmente preso en el Centro Penitenciario de Asturias a la espera de un juicio.
La Policía intensificó este jueves la búsqueda del arma homicida, presumiblemente un cuchillo grande que fue arrojado al río San Juan, muy cercano al domicilio de la víctima. Para desesperación de los agentes, tanto este río como el que va a desembocar se encuentran en plena crecida, lo que complica las labores de búsqueda. Encontrar el arma será determinante para determinar el grado penal del delito, que se debate entre asesinato y homicidio.
Los agentes también intentan esclarecer cómo pudo un hombre de 69 años y de complexión mediana matar a otro de 41, deportista en plena forma y de gran envergadura. Una hipótesis que se baraja es que el asesino pillara a la víctima por sorpresa. En cualquier caso, el cadáver presentaba heridas muy graves y estaba parcialmente decapitado. Margarita Cordero, la mujer del asesino confeso declaró al diario El Comercio que no tenía “ni idea de lo que le pudo pasar por la cabeza” a su marido. También aseguró que tenían una relación “muy cordial”.
Un benaventano muy querido
“Siempre con una sonrisa para todos, siempre alegre, divertido, contento y dispuesto a ayudar a todo el mundo”. Así describe a Luis una familiar cercana. El fallecido era un personaje muy querido en su Benavente natal, de donde se fue para casarse y formar una familia.
Luis jugaba al fútbol en el Club Deportivo Benavente Veteranos, un equipo formado por exjugadores de CD Benavente. “Siempre dispuesto a hacer lo que fuera para acudir a un partido. Amante del fútbol puro. Siempre con su sonrisa por delante. Siempre estarás en nuestros corazones y en nuestra memoria”, ha publicado el club en su página de Facebook. Antes del partido de este sábado contra el Betis CF, se guardará un minuto de silencio en honor al fallecido según informó el presidente del equipo tomatero, Pedro Ángel Gallego.
El funeral de la víctima se celebró este jueves en la Iglesia de San Juan del Mercado. Cientos de vecinos aún conmocionados por lo ocurrido se han acercado a dar su último adiós a Luis Salazar.