Se acaba de estrenar la tercera temporada de The Crown en Netflix, serie que narra la vida de la Reina Isabel II de Inglaterra. El segundo capítulo de esta entrega comienza cuando a la soberana inglesa le comunican, en 1943, que va a ser la heredera al trono británico con apenas 17 años. La siguiente escena es una Isabel adolescente metida en la cama con su hermana Margarita sentada en el tocador, peinándose. La actual reina británica le dice:
-No voy a ser capaz de hacerlo.
- Yo sí podría, estar en cada moneda, en cada billete, ser la mujer más famosa del mundo. Se me daría de maravilla, llevar una gran corona y dar órdenes a todos. Así que mañana ve y díselo: "Margarita puede hacerlo, quiere hacerlo. Margarita ha nacido para hacerlo".
-Es verdad- le contesta Isabel.
-Sería lo mejor para las dos, le asegura Margarita.
-Está bien, mañana se lo digo, responde su hermana mayor.
Diez años después, Isabel II de Inglaterra era coronada en la Abadía de Westminster ante la mirada de millones de personas que siguieron la ceremonia por televisión -también la siguió expectante su hermana Margarita-. Esta nunca lo superó.
Leonor fue designada Princesa de Asturias el mismo día que su padre fue proclamado Rey, el 19 de junio de 2004, aunque no fue hasta este pasado mes de octubre cuando fue lanzada al estrellato. Según cifras internas de la Fundación Princesa de Asturias la presencia de la heredera en la ceremonia de entrega de los galardones, el pasado 18 de octubre, supuso, en cifras relativas, unos 300 millones de euros más en publicidad que las anteriores ediciones. Es decir, si la Fundación que da nombre a los premios hubiera pagado por la repercusión que han tenido en los medios los de 2019, les hubiera costado esa cifra más.
Leonor, debut de sobresaliente
El caso es que la hija mayor de los Reyes ha debutado como heredera al trono español y lo ha hecho con un sobresaliente. A su lado, como fiel escudera, su hermana la Infanta Sofía, equivalente en cierto modo aquella Margarita de la corona inglesa. Designada ‘segundo violín’ por haber nacido dieciocho meses después. Y un pequeño detalle deja claro que las españolas no son el mismo caso que las inglesas. El pasado 4 de noviembre, tras poner en pie al auditorio del Palacio de Congresos de Barcelona, Leonor de Borbón Ortiz se bajó del escenario acompañada de sus padres, los Reyes, y de su hermana, la Infanta Sofía. Había sido una tarde llena de emociones para las dos adolescentes, una de 14 años y otra de 12 años, pero la absoluta protagonista fue la heredera, sus palabras en un perfecto catalán dejaron a todo el mundo asombrado. Sin embargo, nadie observó una pequeña escena entre las dos niñas, mientras caminaban hacia la salida: Sofía le pasa el brazo por detrás a su hermana mayor y le dedicó un cariño ‘achuchón’. Un precioso gesto entre las dos Borbón Ortiz del que solo unos pocos se dieron cuenta.
Sofía es una niña que ha despertado la curiosidad de todos los españoles. Más risueña que su hermana, las encuestas internas de Zarzuela le daban más valoración a ella que a su hermana mayor, aunque estas cifras son de hace unos meses. Tras la entrega de los dos galardones, los de Asturias y los de Girona, probablemente sea Leonor la que saque mejor nota de las dos, pero desde luego la hija pequeña de los Reyes ha despertado el cariño y la curiosidad de todos. “Es educada pero mucho más espontánea que su hermana. Se llevan bien, muy bien y el que diga lo contrario miente. No hay celos o envidias, ambas tienen claro cuál será su papel”, asegura un trabajador de Zarzuela.
A sus doce años el protagonismo institucional de Sofía, como segunda en la línea de sucesión, nunca pasará de ahí: apoyar, acompañar y ayudar a la Princesa de Asturias. Sin embargo, la niña parece estar cómoda en su papel de segunda y la clave de que esto siga siendo así es, sin duda, su madre, la Reina Letizia.
“Es una de las obsesiones de la Reina, que su hija pequeña no se sienta desplazada por el natural protagonismo que conlleva Leonor. Letizia las trata exactamente igual a las dos, pero siempre está pendiente de Sofía en cualquier acto público. Sabe que la mayor siempre tiene su lugar bien marcado, no hay duda sin embargo, con ella le da miedo que no sepa valorar la importancia de su presencia”, cuenta una persona muy cercana a la familia.
Complicidad entre las hermanas
También fue en Girona cuando pudimos ver la especial relación que mantiene la esposa de Felipe VI con su pequeña: cómo poseen caracteres similares. Los premios de la Fundación además de la ceremonia tienen una serie de actos laterales para dar a conocer a los premiados y la familia real participó en uno de estos talleres. La Infanta Sofía y la Reina Letiza, por un lado, y la princesa Leonor y Felipe VI, por otro, protagonizaron momentos de complicidad donde se pudo ver la evidente diferencia de roles y de personalidades entre las dos adolescentes. La Princesa estuvo atenta y sonriente, pero menos participativa que Sofía. Ésta regó la sala con divertidas miradas y cómplices con los asistentes, se lanzó a participar y conversar con todos como una más. Se vio claramente el carácter de la hija menor de la Reina, que en cierto modo rememora a aquella Letizia del “pero déjame hablar”.
La hija menor de los Reyes ya ha comenzado a acaparar la atención de todos. La primera en darse cuenta, como casi siempre, fue la prensa extranjera, que comenzaron a hablar de ella tras posar junto a su familia en la Catedral de Palma de Mallorca el último Domingo de Resurrección el pasado mes de abril. El ‘Daily Mail británico, la revista alemana ‘Bunte’ o la francesa ‘Gala’ se hicieron eco por primera vez de la belleza de la menor de las Borbón Ortiz, destacándola por encima de la de Leonor.
Sofía es más dicharachera que su hermana. Es una estudiante brillante de primero de la ESO, a la que se le da muy bien la informática y las nuevas tecnologías. Tiene un nivel de inglés exacto al de Leonor y recibe clases particulares sobre Historia, costumbres y lenguas de España.
A la Infanta le gusta el fútbol, deporte que le encanta practicar, y el teatro, su asignatura favorita gracias al profesor de Arte Dramático Jaime Bohigas, en el colegio Santa María de los Rosales, funciones a la que es habitual. Esta afición también encantaba a su padre, el Rey Felipe VI y hay fotos que lo documentan. Ahora es algo impensable, porque el colegio ha prohibido hacer fotos y vídeos de las obras de teatro, petición hecha por la propia Reina Letizia para salvaguardar la privacidad de sus hijas.
Sofía se come en cada plano a su hermana y eso también quedó claro en aquel vídeo de la Familia Real para celebrar el cincuenta cumpleaños del Rey. Era un vídeo del que se habló mucho ya que mientras algunos lo encontraron más familiar que real, otros acusaron a Felipe VI y su familia de sobre actuar. Pero en aquellas escenas de un día cualquiera en Zarzuela ya pudimos apreciar el carisma de la infanta Sofía que se comía a su hermana en cada plano. Una dinámica que nos recuerda, sin duda, a la Reina Isabel y a Margarita. Quizás también se deba a que la menor es la que puede ejercer con más libertad por no tener las ataduras que te da un futuro en el que tendrás que reinar.