Dos de los condenados por el abuso sexual a una menor en Manresa (Barcelona) no han comparecido este martes en la Audiencia de Barcelona. La Fiscalía ha pedido la búsqueda y captura de ambos. Los dos jóvenes siguen sin aparecer ante el Tribunal, ya que se les había citado para una vista para determinar si tienen que ingresar en prisión preventiva. Sí ha comparecido un tercer condenado, cuyo abogado ha rechazado que su defendido tuviera que entrar en la cárcel. También ha descartado el riesgo de fuga porque tiene arraigo en España.
En declaraciones a Europa Press, este letrado también ha recordado que, como el resto de partes, presentó recurso contra la sentencia, en su caso por falta de pruebas que acrediten que su cliente participó en los hechos. Por su parte, la Sección 22 de la Audiencia de Barcelona dictó penas de entre 10 y 12 años para los cincos jóvenes mayores de edad. Los hecho ocurrieron hace más de tres años y todos ellos han sido condenados por el abuso sexual a una niña de 14 años. La semana pasada ya comparecieron en la vista sobre el ingreso en prisión preventiva los otros dos condenados restantes, cuyas defensas también se opusieron al encarcelamiento alegando el cumplimiento de las medidas cautelares y arraigo personal.
Los hechos tuvieron lugar el 26 de octubre de 2016 en una fiesta de Halloween celebrada en una fábrica abandonada de Manresa. Uno de los acusados, que conocía a la víctima, la llevó a un lugar más apartado, la violó y, después, animó a sus amigos a hacerlo por turnos. Los acusados declararon que desconocían por completo la edad de la víctima, pero la sentencia fue contundente. En el juicio oral, celebrado "casi tres años después de los hechos", cuando la víctima tenía 14, "el tribunal pudo comprobar que el aspecto físico de la chica sigue teniendo una apariencia de adolescente incipiente (...), de manera que los procesados no podían razonablemente confiar hace tres años en que la chica tenía entonces 16 años, y si no hicieron nada para cerciorarse de este dato fue porque les resultó indiferente”.
Además, la sala fijó en 12.000 euros la indemnización a la víctima al considerar que “el ataque a su indemnidad sexual fue extremadamente intensa y especialmente denigrante, y además, de produjo sobre una menor que se encontraba en situación de desamparo".