No hay duda alguna de que el Satisfyer ha llegado para quedarse. Y hasta hace poco, el juguete había causado deseo y fascinación solamente entre las mujeres. Pero ahora, no solo ellas buscan dar un salto cualitativo en sus experiencias sexuales. Son también ellos quienes han decidido tirarse a la piscina, dejar de lado esos prejuicios que les han perseguido durante años. También les ha picado el gusanillo. Con todo, el Satisfyer Men One se presenta con un mensaje provocador y una apariencia sobria, seductora y elegante. Coronado por una gran cantidad de testosterona, colocando como imagen de la marca a Rocco Sigfredi, “el actor que ha disfrutado de su mejor orgasmo”. Claramente gracias a su Satisfyer.
La diferencia entre el femenino y el masculino es sencilla. “El destinado a las mujeres se basa en la succión, mientras que el de hombres, en una vibración”, apunta Daniela, dueña de Egolalá Eroteca Madrid. A pesar de todo lo que les diferencia, el resultado es el mismo: alcanzar el clímax en un tiempo récord. Además, hay distintas variedades y tipos para contentar a toda clase de público. Pero parece ser que sus beneficios 'archiconocidos' no son suficientes para que se haya convertido en el best seller en lo que a juguetes sexuales masculinos se refiere. “Los hombres siempre han estado más en contacto con su cuerpo y sus genitales y nunca han tenido la necesidad de incorporar un juguete en su sexualidad”, apostilla Marta Pascual Calderón, psicóloga y sexóloga, directora en Espacio Sexológico.
La clave del éxito
“Orgasmos impresionantes con el revolucionario masturbador de diseño deportivo”. El eslogan con el que se presenta el Satisfyer Men One es cuanto menos presuntuoso y prometedor. La empresa que está detrás de este juguete sexual -del mismo nombre- se atrevió a lanzar aquello que tanto había gustado a las mujeres. El succionador de clítoris se ha convertido en un completo éxito de ventas. Basado en la cultura de lo 'rápido' y de todo aquello que no implique un alto grado de dedicación y dificultad, se ha hecho hueco en el mundo de los juguetes sexuales. Y no es para menos. El ‘boca a boca’ ha hecho que sea el producto más pedido en el Black Friday, un éxito de masas en las rebajas y lo más codiciado en estas Navidades -y sobre todo, en los regalos entre amigas-.
“El Satisfyer ha triunfado porque habla del clítoris; se atreve a nombrarlo y, luego, legitima el orgasmo femenino”, explica la sexóloga Marta Pascual. Gracias a su buena fama, Satisfyer decidió atreverse con el masculino. Pero, ¿por qué? ¿los hombres no habían tenido todavía la necesidad de utilizar este juguete sexual? “La autogestión en el hombre ha estado siempre más presente; saben que se pueden satisfacer a ellos mismos”, añade la sexóloga. El éxito de este juguete reside en poder facilitar esa satisfacción, ofreciendo poder llegar a ella creando una expectativa de que algo va a pasar. “Se incorpora como un deseo”, apostilla. También, se trata de una estimulación muy distinta a lo que ya existía.
Veinticinco centímetros, 40 euros, manejable, con un diseño seductor y distintos modelos de manga. Y ahí es donde está el quid de la cuestión, junto al mecanismo de presión. Las mangas son ‘Cyberskin’, es decir, son blanditas, suaves y flexibles. Se trata de un tipo de silicona que se asemeja a la suavidad y elasticidad de la piel. En el interior, una pieza negra cilíndrica con cápsulas de aire se infla cuando se aprieta el botón. ‘Click’ y se llega el orgasmo. Sencillo. “Hay muchas versiones; una es más convencional, mientras que otras incorporan calor y un masajeador”, explica Daniela. El público reside en hombres de entre 30 y 40 años. “Enriquece las relaciones, como lo hace cualquier elemento del erotismo que forma parte de un juego y en el que están de acuerdo las dos partes”, explica la sexóloga.
El triunfo no es tan real
A pesar de sus prometedoras garantías, el Satisfyer Men One sigue sin convencer a los hombres. A pesar de ello, la empresa sigue apostando e intentando convencer a su público de que es el salvavidas para sus días de estrés, para poder conocerse un poco más. El summun: para el spot publicitario, su agencia de marketing decidió decantarse por el icónico Leonardo Da Vinci, convencidos de que el genio podría haber diseñado cada milímetro del masturbador. Aunque probablemente todo empezó mucho antes, con ‘Cincuenta sombras de Grey’. Ahí comenzó el auge de los juguetes sexuales. “Lo que ha hecho este tipo de películas y libros ha sido articular un erotismo normalizado”, explica la sexóloga Marta Pascual.
"En el último año ha habido un incremento de ventas. Las personas están más abiertas a incluir juguetes en su vida sexual, ya sea como parte del autoconocimiento, de la innovación y búsqueda de nuevas sensaciones, o de compartir en pareja", explican desde Platanomelón, una de las tiendas eróticas más punteras.
Desde Amantis, tienen claro por qué no triunfa tanto el Satisfyer Men One. "El modelo masculino no incorpora prácticamente ningún sistema que lo diferencie de otros masturbadores. Además, señalan el gran fallo: "La marca no le ha hecho tanta publicidad como al modelo femenino".
Un 38% quiere probar "algo nuevo"
Aunque aún queda mucho por hacer, cada vez se habla más de sexualidad y del protagonismo del placer. Y, en consecuencia "hay menos pudor y más libertad a la hora de probar cosas nuevas, como los juguetes eróticos”, apuntan desde Platanomelón. Hasta hace poco para la mujer era impensable buscar el placer más allá del que le proporcionara su pareja. Un 63% de las féminas de nuestro país busca “un juguete erótico para usar ellas mismas”. Otro 72% busca orgasmos más fuertes e intensos, mientras que un 76% asegura "necesitar la estimulación del clítoris para llegar al orgasmo" y "un 40% son usuarias habituales" de aparatos sexuales.
"En nuestra cultura educan a las mujeres para tener complicidad y poder hablar entre nosotras de diversos temas, entre ellos el sexo; mientras que usualmente se ha educado a los hombres a reprimir sus sentimientos y a no hablar con detalle de su vida sexual", aclaran desde Amantis. "El mal uso del porno como educador sexual también influye", apostillan.
Siguiendo con los hombres, un 62% busca juguetes con el objetivo de encontrar “algo para usar en pareja y darle más placer". Además, "un 38% dice querer probar cosas nuevas y un 43% desea jugar en territorios nuevos". En definitiva, cada vez son más las personas interesadas por conocer su cuerpo y aprender a disfrutar de la sexualidad. Entre ellas, mujeres. “Han sido invisibilizadas durante mucho tiempo, por ello creemos que esa es la explicación de por qué más mujeres que hombres utilizan juguetes sexuales”, comentan desde la marca. Aunque lo que más atrae, de forma general, es la curiosidad por el producto y el hecho de poder disfrutar de una experiencia totalmente distinta.
"¿Cómo no se van a interesar los hombres por el Satisfyer masculino una vez que conocen de su existencia?", se pregunta María Victoria Romero Asarta, sexóloga y psicóloga y fundadora de El placer es nuestro. "No hay mejor uso de la tecnología que se me ocurra para ponerla en manos del placer", añade. El deseo de María Victoria es claro: "Ojalá veamos a la sexualidad como lo que es: un juego divertido, que no debe tener ni metas ni retos más allá del mero placer. Que vayamos a jugar con ilusión y ganas de explorar, de dejarnos llevar, e innovar para no dejar nunca de lado el motor de nuestro mundo: el deseo y, así, el placer será nuestro".
"Ahora, entre las mujeres es muy moderno decir que tienes un Satisfyer, en cambio, en los hombres demuestra que esa deseabilidad social no se cumple", concluye la sexóloga Marta Pascual.