— Imagínese cuando me levanté y vi eso. Me tiré en la cama tres días llorando y pedí ayuda psicológica a mis padres. Llevaba un año sin ver la luz del sol, estudiaba durante 12 horas, me quedaba dormida delante del ordenador. Me costó perder seis kilos y psoriasis en los brazos.
Era 12 de diciembre. Elena llevaba esperando varios días los resultados de las oposiciones a la Policía Nacional, a las que se había presentado el pasado 30 de noviembre. Pensaba que todo había ido bien después del esfuerzo que había hecho. Cuando revisó las notas, tenía un 7,35 en conocimiento y un 6 en ortografía. Todo parecía correcto para pasar a la siguiente fase, pero para su sorpresa no era apta. Estaba fuera del proceso.
¿La razón? La Dirección General de la Policía había decidido por motu proprio establecer tras los exámenes una nota de corte en ortografía en 6,2. Algo que nunca había ocurrido, al menos después de las pruebas y que, según apuntan fuentes jurídicas, sería ilegal. El opositor tiene derecho a conocer antes de la realización de dicha prueba, cuál va a ser la nota mínima necesaria para superarla. Lo grave es que esta situación no solo afectaba a Elena, sino a 4.000 opositores más —de los 16.000 que se habían presentado—. "Vamos a ir a por todas, estamos desesperados", apunta Elena a EL ESPAÑOL.
Ahora, los opositores están en pie de guerra contra el Cuerpo y han interpuesto más de 2.000 recursos de alzada para impugnar el test, que podrían convertirse en 600 causas contecioso-administrativas si la Policía no admite que ha habido irregularidades en las pruebas selectivas, pues según ellos no se han cumplido las bases de las convocatoria publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del pasado 4 de junio.
LGTBI, ciberataque o reditar
No obstante, la nota de corte no es la única baza de estos opositores, sino también la prueba de ortografía en sí. Como ya ha sucedido en otras oposiciones, el contenido ortográfico ha vuelto a desatar la polémica. En este caso, la palabras protagonistas son LGTBI, ciberataque o reditar.
La prueba constaba de cien ítems y tenía como objeto conocer los conocimiento de ortografía de los aspirantes tomando como base el Diccionario de la Lengua Española, obra lexicográfica de la Real Academia Española (RAE). Había que indicar si se trataba de una palabra escrita de forma correcta o incorrecta. Los aspirantes disponían de ocho minutos para completarlo y los errores penalizaban.
Tras los resultados, los opositores han visto claro que esas tres palabras podían inducir al error, pues aunque estaban marcadas como incorrectas, sí eran correctas. Y así lo avala un informe que ha elaborado la propia Real Academia de la Lengua Española (RAE).
La voz ciberataque, sostienen, está correctamente formada por adición del elemento compositivo prefijo ciber- al sustantivo base ataque. Ambos elementos figuran, por separado, en el diccionario académico. "El elemento compositivo -ciber, creado por el acortamiento del adjetivo cibernético, -ca, forma parte de términos relacionados con el mundo de los ordenadores y de la realidad virtual, como ciberespacio, cibernauta...", apuntan.
Una sigla
En cuando a LGTBI, sostienen en primer lugar que es una sigla, no una palabra, pero que sí está correctamente formada. "Que no figure en el diccionario académico, que registra un limitado número de siglas, no quiere decir que no sea correcta. Cabe señalar, además, que esta sigla si figura en el Diccionario del Español Jurídico".
Por último, sobre reditar, la RAE insiste en que también es correcta, aunque se use menos. Algo que también ocurre en palabras similares como reemplazar y remplazar, las dos son correctas. "Lo habitual es que se admitan la simplificación de dobles vocales en la escritura cuando esta simplificación no provoca problemas de ambigüedad y se observa también en la pronunciación".
Por el momento, la Policía Nacional no se ha pronunciado al respecto y los 4.000 opositores no se podrán presentar a la tercera y última fase de la oposición, que consta de una entrevista, un reconocimiento médico y un test psicotécnico previstos para el próximo 11 de enero.
La nota de corte de ortografía es con diferencia la más alta desde las oposiciones en 2012, cuando se fijo en un 7, pero en ese caso se fijó en las bases reguladoras previamente. Las últimas puntuaciones han sido 2,25 (2013), 1,1 (2014), 4,5 (2015) y 3,7 en 2017, quedando invalidado el examen de 2016.
Esta polémica ha llegado ya hasta el Congreso de los Diputados. El grupo parlamentario del PP ha presentado una pregunta escrita al Gobierno en funciones para conocer «quién ordenó» y «cuáles son los motivos» por los que el Cuerpo Nacional ha decidido elevar la nota de corte en más de un punto una vez celebrada la prueba de ortografía.