Tolstoi escribió en Anna Karenina que "todas las familias felices se parecen entre sí; pero las infelices lo son cada una a su manera". Esta frase del novelista ruso se puede aplicar a la historia de la familia de la Reina Letizia. Lo que parecía un verdadero cuento de hadas, el de una joven humilde que termina casándose con un príncipe, ha tenido un desigual desenlace para los miembros de los Ortiz Rocasolano.
Si echamos la mirada atrás, más concretamente al 3 de noviembre de 2003, y contemplamos la foto de la familia de los Borbón y los Ortiz tomada en la pedida de mano de Letizia en el Palacio de El Pardo parece que fue tomada muchas décadas atrás. En la instantánea aparecen 26 miembros. Pues bien, siete de las relaciones sentimentales de ellos -matrimonios y noviazgos- ya no existen. Dos de esos protagonistas de la foto -Cristina e Iñaki- han sido imputados. Y la última desgracia de esa foto: la muerte de la Infanta Pilar, la hermana de Juan Carlos que falleció el pasado 9 de enero a los 83 años de edad.
Según el primo de la Reina, David Rocasolano en su libro sobre la biografía de Letizia, Adiós Princesa, todas las culpas de las desgracias familiares vienen porque se "dejaron arrollar y destruir en silencio por los Borbones, sin rechistar".
Ahora, casi 20 años después de marejada parece que los más allegados de la Reina de España han encontrado la estabilidad tras aquel tsunami que les metió de lleno en tierra de Zarzuela y les arrebató sus vidas. Así han cambiado durante estos años la familia política de Felipe VI.
Telma Ortiz, una vida nueva
Como ocurrirá este fin de semana tras la gala de los Oscar, en los Goya lo bueno empezó cuando terminó la ceremonia. En una fiesta posterior fue pillada Telma Ortiz y su novio. Por eso la pregunta de la noche del pasado sábado día 25 de enero fue qué pintaban ellos en la celebración organizada por el relaciones públicas Orson Salazar y su socia, Melania Pan. La cita tuvo lugar en el Palacio del Limonar, una finca privada en el barrio de Málaga que lleva el mismo nombre.
La hermana de la Reina, que intentó pasar de incógnito sin conseguirlo, no estaba dentro de la lista de invitados del marido de Paz Vega ni de su compañera, ambos dueños de una agencia de eventos. La pareja se convirtió en la comidilla de la fiesta y todos se preguntaban quién había invitado a la menor de las hermanas Ortiz Rocasolano.
La explicación era mucho sencillas que todas las imaginadas por los asistentes al palacio malagueño. Resulta que la presentadora de televisión Elsa Anka y Telma Ortiz son amigas desde la etapa en la que la hermana de Letizia vivía en Barcelona, sus dos hijas iban al mismo colegio, y fue ella la que les invitó a la fiesta, con permiso previo de los organizadores. "Se conocen desde hace muchos años. Sus hijas iban juntas a clase en Barcelona. Ellos estaban en Málaga por temas de negocios de Robert y decidieron quedarse el fin de semana en la ciudad andaluza. Normal que con lo que a ella le gusta el cine, en eso es igual que su hermana, aproveche para ir a una fiesta en la que te van a presentar a muchos de los actores, directores y demás personas que tanto admiras", revela una amiga de la familia EL ESPAÑOL.
La aparición de la hija de Jesús Ortiz y Paloma Rocasolano en un evento público, en el que había photocall, fue para todo el mundo algo sorprendente. Hay que recordar que hace unos años la tía de la Princesa de Asturias quería ser invisible. Fue en 2008 cuando Telma perdió la demanda que había planteado contra 50 medios de comunicación por el "insoportable y permanente acosos de la prensa" al que, en su opinión, estaba sometida.
La jueza María Lourdes Pérez Padilla la desestimó por "inviabilidad jurídica" y tampoco vio necesarias las medidas cautelares que había pedido ella y el que entonces era su pareja, Enrique Martín-Llop para defenderse de la presión mediática. Entonces ambos aseguraban que junto a su hija, Amanda corrían "peligro físico real". Hace 12 años la hermana pequeña de la Reina opinaba que ella y el padre de su hija no eran personajes famosos ni tenían interés en serlo por lo que se solicitara que se prohibiera "captar, publicar, distribuir, difundir, emitir o reproducir imágenes suyas".
Ha pasado más de una década desde aquel asombroso proceso que la hermana de la Reina y su pareja de entones perdieron. Fueron incluso condenados a pagar las costas, estimadas entonces entre 40.000 y 60.000 euros.
El giro de vida de Telma
¿Pero, a qué se debe este cambio? Sin duda, la vida de la cuñada del Rey Felipe VI ha dado un giro de 180 grados desde que comenzó su relación con el abogado irlandés con el que sale desde hace poco más de un año. La pareja ya dio signos de no querer esconder su amor cuando aparecieron juntos el pasado 18 de octubre pisando de la mano la alfombra azul del Teatro Campoamor en los Premios Princesa de Asturias, en Oviedo. Es cierto que era un momento trascendental para su sobrina Leonor, ya que se trataba de su primer discurso en público, pero el que le acompañara el letrado británico así, de forma tan clara, fue muy comentado. Quería demostrarle a todo el mundo que su relación con el exmarido de la violinista de The Cors, Sharon Corr, va muy en serio. "Es que han pasado más de 12 años de aquello. Es otra persona completamente distinta. Te digo que nunca la he visto tan contenta, de verdad. Está feliz. Y también el estar cerca de sus padres y de su hermana: están muy unidos", cuenta la misma fuente.
A lo que se refiere esta amiga de la familia es a la última novedad dentro de la vida de Telma que ha llegado en forma de mudanza. Es cierto que a la hermana de la Reina nunca le ha importado el tema de cambiar su lugar de residencia, ya que desde que la conocemos, lo ha hecho en muchas ocasiones: Madrid, Filipinas, Toledo, Barcelona, Nueva York, Andorra… Así que el hecho de que la economista se haya trasladado a vivir a la capital de España no es una sorpresa. La cuñada de Felipe VI y su hija Amanda fruto de su relación con Enrique Martín-Llop se han ido a vivir con Robert Gavin Bonnar a la casa que el abogado tiene en La Moraleja, uno de los barrios más exclusivos de la ciudad, donde el letrado británico reside desde hace menos de un año. Nada que ver con el barrio de Hortaleza donde creció en la casa que sus padres, Jesús y Paloma, quienes alquilaron una vivienda cuando se vinieron desde Oviedo y ella tenía 12 años.
En estos casi 20 años que llevamos con la familia Ortiz Rocasolano en la vida de los españoles, el ámbito laboral de la hermana pequeña de la Reina también ha cambiado mucho. Licenciada en Economía, cuando la conocimos era una valiente cooperante de Cruz Roja que se encontraba trabajando en Filipinas ayudando a las víctimas de un huracán que había arrasado la mitad de las islas del país asiático. Ahora Telma ha tenido suerte porque su trabajo en la escuela de negocios ESERP, donde lleva desde que dejó su labor en el Ayuntamiento de Barcelona, va a poder hacerlo en la sede que el instituto de estudios tiene en Madrid. La menor de las Ortiz dirige el departamento de obra social de su empresa que trata de buscar financiación para ayudar a los alumnos con problemas y facilitarles que sigan con sus estudios cuando su situación personal sea complicada y les impida continuar.
Así que las chicas Rocasolano pueden verse en Madrid sin necesidad de que Telma tenga que coger un tren o un avión, algo a lo que no estaban acostumbradas. De hecho, la madre de la Reina ha pasado parte de su jubilación, en la que lleva desde hace ya dos años, en Barcelona ayudando a su hija pequeña en los cuidados de Amanda. Ahora podrá seguir haciéndolo pero sin cambiarse de ciudad.
Para Paloma no pasan los años
Porque la abuela materna de la Princesa de Asturias también ha cambiado mucho desde que la vimos por primera vez cuando salía de su oficina del sindicato de enfermeras de Madrid donde le pilló, por sorpresa, la noticia del compromiso de su hija mayor con el entonces Príncipe de Asturias. Ahora hace más de tres años que vive jubilada y pasa el tiempo entre Zarzuela, la nueva residencia de Telma y su casa, situada por la zona de Arturo Soria, donde no es raro verla disfrutar de un vino en alguna de las terrazas de la zona acompañada por algún amigo.
De la familia de la Reina puede que haya sido Paloma la que más ha cambiado físicamente, ya que sigue los pasos de su hija en cuanto a retoques estéticos se refiere. Pero lo cierto es que la enfermera sigue viviendo en el mismo piso de 50 metros cuadrados que compró cuando sus hijas se fueron de casa y continúa con las mismas costumbres de entonces. "Paloma sigue igual. Disfrutando ahora mucho más de sus nietas. Amable, cariñosa y simpática", cuenta una amiga de la exenfermera. "Es cierto que en estos años han intentado meterla en varios líos, como aquella tontería de que si había copiado en un examen de la UNED o que si aquel novio arquitecto había intentado aprovecharse de la influencia… pero ella como si nada. La muerte de Érika fue y sigue siendo, su gran pena y dolor, pero, como toda la familia, intenta vivir con ello cada mañana. Sus nietas son su mejor medicina", añade esta persona próxima a Paloma.
El gran cambio de Jesús
Si Paloma Rocasolano ha cambiado físicamente, su exmarido, Jesús Ortiz lo ha hecho de carácter. El suegro del Rey comenzó su andadura en esto de la popularidad de una forma muy distinta a la que tiene ahora. Siempre será recordada su intervención en el programa de Salsa Rosa, en el que habló sin tapujos ni miedos sobre la gran noticia de esa noche, el compromiso de su hija Letizia con Felipe de Borbón. Ha pasado de eso a no querer contestar a los reporteros que alguna vez le han preguntado por la calle. El padre de la Reina sigue viviendo en la misma casa de Pozuelo de Alarcón -una localidad al oeste de Madrid- que se compró con su segunda esposa Ana Togores. Letizia siempre asegura que fue su padre el que le inspiró para dedicarse al periodismo. Jesús Ortiz, también periodista, podría jubilarse cuando quisiera, pero a sus 68 años sigue acudiendo cada mañana a su puesto de asesor en Estudio de Comunicación, una consultora que ofrece servicios de marketing a empresas.
No es raro coincidir con el padre de la Reina de España en la línea ML2 del Metro Ligero, que lleva a su oficina al centro de la capital española. "A Jesús lo que le ha pasado es que se vieron sobrepasadas por la situación y no tiene el buen carácter y la paciencia que tiene su exmujer. El acoso de los medios y la serie de muchas mentiras que se han publicado sobre su familia y sobre él mismo le han convertido en una persona reservada y que casi no habla en el trabajo con nadie sobre los suyos. En el despacho tiene fotos de sus nietas, de sus hijas… pero no le puedes preguntar nada sobre algo referente a los Borbón Ortiz porque sabes que no te va contestar y que igual te suelta una bordería", cuenta una persona que trabaja en la misma oficina desde hace muchos años.
Amante del deporte, cada vez pasa más temporadas cerca de su madre, en Asturias, consciente de la edad que tiene Menchu del Valle que el pasado 16 de enero celebró su 92 cumpleaños.
La abuela Menchu
La abuela de la Reina ofreció una pequeña entrevista al periódico La Razón con motivo de su aniversario revelando que sigue viviendo sola en su casa de Sardeú, cerca de Ribadesella, pero que su hijo Jesús está muy pendiente de ella y la llama cada día.
La experiodista radiofónica contó que este cumpleaños ya lo había celebrado en Madrid con su nieta Letizia y toda su familia las pasadas navidades y que lo que peor lleva de estar todos juntos es que le insisten en que deje de fumar, cosa que sigue haciendo. "A esta edad ya no pienso dejar de hacerlo. Son tan pesados que cuando viene mi hijo a casa fumo a escondidas para que no se entere", contaba entre risas.
La madre de Jesús Ortiz siempre se ha llevado muy bien con Paloma, la que fuera su primera nuera y madre de la Reina. "Se tienen muchísimo cariño. Paloma la llama mucho y se preocupa por ella. Hay que decir que los padres de la Reina se llevan bastante bien y que en los momentos duros, como la muerte de su hija pequeña, han hecho piña como una familia", revela una vecina de Menchu en Ribadesella. "La abuela de la Reina sigue conduciendo, aquí viene desde su casa para hacer alguna compra que necesite. A los que hace mucho que no vemos es a los Reyes. Desde luego, si han estado de visita se meten en casa de Menchu y nadie les ve. A la otra hija, a la pequeña si que la vemos más. Viene cada verano con Jesús y pasan aquí unos días. Se ve que les encanta", añade.
Ana Togores, la segunda suegra 'real'
Jesús siempre que puede se escapa a Asturias con su segunda mujer Ana Togores. La madrastra de la Reina pasó a no poder ir a la boda de los Reyes, en 2004 porque no estaba casada todavía con el padre de Letizia, a ser una de las pocas invitadas a presenciar el debut de Leonor como Princesa de Asturias en Covadonga en 2018. No estaban ni la Reina Sofía ni el Rey Emérito, pero si estuvieron los abuelos maternos.
Sonriente y discreta, la suegra del Rey (muchos hombres no pueden decir como Felipe VI que tienen la suerte de tener dos suegras) siempre ha ocupado un papel secundario y ha preferido mantenerse en la sombra. Aunque el pasado mes de octubre saltó su nombre de nuevo cuando el Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, nombró a su hermano José Antonio Togores Guisasola Jefe Superior de la Policía de Cataluña, justo en plenos disturbios en Barcelona. El cuñado de Jesús Ortiz está considerado como uno de los mejores expertos en antidisturbios y fue consejero de Interior en la Embajada de España en Colombia, en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.
Ana Togores, periodista de profesión como su nuera, conoció al padre de la Reina en Estudio de Comunicación, la consultoría fundada por Ladislao Azcona en la que Jesús sigue trabajando. En 1999 accedió al que sigue siendo su empleo en el Consejo General del Notariado de España, donde hoy más de 20 años después, ejerce como directora de comunicación de la entidad y de su revista Escritura pública.
La introducción en los círculos reales no ha supuesto un gran cambio en la vida de Togores, según revela una amiga de la periodista: "Siempre ha estado muy bien relacionada, sus hermanos y ella están acostumbrados a moverse entre gente de mucha altura, incluso al mismo nivel que Letizia".
En 2015 fue cuando las cosas empezaron a cambiar con la llegada de los actuales Reyes al trono. Su primer acto oficial como rostro visible fue la comunión de Leonor, al que asistió como invitada, y también a la de Sofía dos años después. Tras ausentarse de otros eventos clave como el bautizo de las pequeñas, la Zarzuela ha ido abriendo poco a poco las puertas a este lado de la familia.
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